Punto de vista de Ashton.
Me levanté de mi cama cansado. Podía parecer una estupidez, pero no había dormido nada. Estaba malditamente nervioso. Me vestí a la velocidad de la luz y bajé a desayunar. Dylan ya estaba en la sala esperándome.
-Buena suerte, Cariño- me deseó mamá plantándome un beso en la mejilla.
-Tu puedes, hermano- me alentó Leia mientras comía sus cereales.
Tomé el ramo de rosas y el regalo que había comprado para luego salir de la casa junto a Dylan.
-Vamos, Ashton, relájate. Le pedirás que sea tu novia, no que se case contigo- dijo riendo.
-Cierra la boca- contesté.
Aquel día Dylan y yo tomaríamos el tren a Florencia, iría a ver a Diana, y le pediría que fuese mi novia. Era un plan sencillo, pero que me parecía a la vez tan complicado.
-Qué hago si dice que no?- le pregunté a Dylan mientras encendía el auto.
-Volvemos a casa y compramos helado para que puedas ponerte a llorar- respondió riendo como si fuese el chiste año. A veces tenía unas ganas de matar a mi gemelo.
-Hablo en serio- gruñí.
-Solo deja de pensar en eso, Ashton.- respondió dando la vuelta en la calle de la estación.
Nos bajamos del auto con nuestros tickets en mano y nos adentramos al caótico lugar. Cómo es que podía haber tanta gente?
Y aún entre todas aquellas personas, pude verla.
Diana.
Intenté llamarla, pero no me escuchó, y la vi correr directamente hacia un chico alto. Se abrazaron amorosamente mientras sonreían y él acariciaba su cabello.
Ese chico, era Martín.
Era el portero de mi equipo de fútbol. Eramos amigos, aunque no tan cercanos. Cómo es que Diana y él se conocían?
El ramo que tenía en las manos se cayó al suelo, y con él, toda la esperanza que había sentido antes.
-Qué pasó?-preguntó Dylan al ver que no me movía, paralizado frente a una escena que hubiese deseado no ver.
Al ver mi mirada fija en ellos, haló mi brazo.
-Vámonos de aquí-
Aún así volteé a ver cómo Diana se iba con él, una sonrisa en los labios.
A mi mente vinieron entonces miles de escenarios posibles. De seguro Diana lo había conocido en una fiesta como me había conocido a mí y habían comenzado a salir. Y que había de nosotros entonces? Había todo sido mentira? Solo miradas vacías y palabras en el aire?
Recordé todas las veces que yo le había roto el corazón a las chicas con las que me acostaba. Estaba recibiendo una cucharada de mi propia medicina, estaba pagando por todo el daño que había causado, todas las veces que había mostrado interés por una chica para acostarme con ella y no hablarle el día siguiente.
Así se sentía tener el corazón hecho pedazos.
Mientras Dylan me arrastraba al auto, intentaba buscar una explicación lógica para todo. Un corazón roto siempre busca razones donde no las hay. Tal vez eran amigos.
Pero entonces porqué no me dijo que venía a Roma? Porqué no me pidió que viniese a buscarla a la estación?
Porqué? Porqué? Porqué?
-Lo siento, hermano-dijo Dylan con lástima.
-Estoy bien-respondí como puro reflejo, aunque el sabía que no era cierto.
-Vamos a casa. Te compraré el helado.-
Punto de vista de Leia.
Porqué es que nadie me dijo que hacer maletas era tan difícil?
-No puedes llevarte todas tus cosas, Leia. Necesitarías más de 10 maletas- me dijo mi madre al ver cómo intentaba meter toda mi ropa en una sola maleta.
Suspiré vencida.
-Empacar es difícil- me quejé dramáticamente.
Mamá sacó todo de la maleta y empezó a doblar la ropa correctamente, y como por arte de magia, todo cupo.
Unos golpecitos se escucharon en mi puerta y supe de inmediato que se trataba de Violeta. Desde que mi partida empezó a acercarse peligrosamente, mamá, Violeta y Nathan no se separaban de mí ni un solo instante.
Se tiró en mi cama al ver todas las maletas.
-Más te vale que no te vayas a hacer mejores amigos- me amenazó, a lo que yo reí.
-Eso nunca- le aseguré.
-Más te vale que no te encariñes demasiado con tu otra mamá- dijo mi madre de la misma forma. A pesar de que había costado, mamá había terminado por aceptarlo totalmente, y hasta hablaba con Ziel, lo que era un avance increíble. Sabía que lo hacia por mí, porque yo se lo había pedido, y me sentía muy agradecida porque su amor por mí fuese más importante que nada.
-Siempre serás mi mamá, mamá-dije con una sonrisa.
Miré el calendario que descansaba en mi escritorio vacío. Solo faltaban 5 días para el vuelo que cambiaría mi vida para siempre.
-Qué tal sí vamos por algo de comer?- preguntó Violeta.
-Excelente idea.-respondió mi madre.-Vayan mientras yo termino las maletas-
Me puse mis zapatos y bajé las escaleras con Violeta. Eran las 6 de la tarde y el sol empezaba a ocultarse.
-Tengo que pasar por mi casa primero-me comentó mi amiga cuando encendió su auto.
-Claro-
-Ven entra, que mamá quiere verte-me dijo cuando llegamos al ver que planeaba esperarla en el auto. Asentí bajándome de él. Hacia mucho que no veía a Eleonor, la madre de Violeta. Era como una tía para mí.
Violeta me dejó entrar a su casa, y luego de un silencio breve, las luces de la sala se encendieron y se escuchó un fuerte :
-SORPRESA!- de la parte de decenas de personas. Estaban mis hermanos, Nathan, Agatha, Jake, Zack, Jenna y otros amigos de la escuela.
-Pero sí no es mi cumpleaños!- me exclamé hacia Violeta.
-Es tu fiesta de despedida, tonta- me respondió ella abrazándome.
Segundo Cap de hoy! Que les ha parecido?
Estoy super obsesionada con esa canción y me pareció que iba muy bien con la situación de Ashton.
También es una canción muy famosa en tiktok. Ustedes usan la app? Si sí, dejen en comentario sus nombres de usuario!
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Los quiero un mundo Diamantes.
Su escritora anónima favorita,
DD
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Leia
Teen Fiction¿Leia? Una chica tímida y amable, con una vida normal, padres normales, y amigos normales. Pero todas las normalidades de acaban cuando Nathan Fisher llega a su vida. ¿Qué harías si descubrieras que toda tu vida es una mentira? Historia enlazada...