Usa Rapidamente La Cara Del Diablo

3.4

Debido a que la negligencia y mala supervisión del Príncipe heredero condujo al caso de fraude, después de la difusión de las noticias, la reputación del Príncipe con los funcionarios y académicos era muy baja, su posición como heredero se volvió más precaria.

Afortunadamente, el emperador Tian Chen no había perdido por completo la confianza en el Príncipe, le ordenó que presidiera la fiesta de Qiong Lin para darle la oportunidad de salvar una pequeña reputación.

Sin embargo, el Príncipe Heredero no estaba agradecido, así que cuando Tian Chen se retiró de la fiesta, se concentró en llenar su jarra con vino e ignoró a los otros invitados. Debido a este período de prueba, había perdido una gran cantidad de subordinados, y su padre también lo reprendió. Ya perdió la cara, ¿cómo pudo molestarse en dejar una buena impresión en estos estudiantes?.

Zhou Yun Sheng se sentó cerca, secretamente miró al legendario licencioso y arrogante Príncipe Heredero, Su Alteza Real. Era muy guapo, con un par de cejas oblicuas y delgadas en ángulo en las sienes, un par de ojos estrechos de fénix, brillando con ingenio. Siempre miraba a las personas con una sensación de arrogancia, lo que causaba miedo involuntario.

Vestía ropas negras viejas, su falda estaba abierta revelando ropa interior blanca. Debido a que la tela era demasiado delgada, en realidad se dibujó sobre sus líneas musculares lisas. Incluso desde muy lejos se podía percibir que su cuerpo aparentemente demacrado aún contenía una fuerza poderosa. Su postura era muy ociosa, estaba sentado con las piernas cruzadas, una mano sostenía una jarra y se la llevaba a la boca. Como estaba bebiendo demasiado, tenía los ojos nublados, pero no parecía relajado, parecía más salvaje.

Parecía que las actividades le resultaban aburridas, bajó la jarra, se llevó las manos a la mejilla y sonrió levemente a los estudiantes. Pero sus fríos ojos hicieron que todas las personas se sintieran asustadas, se volvieron para evitar su mirada.

El temperamento de este Príncipe era infamemente volátil, era fácil enojarlo sin siquiera descubrir qué palabra lo provocaba. Se atrevió a jugar con las concubinas del Emperador Tian Chen, se atrevió a cobrar del tesoro para su propio uso, se atrevió a apuñalar a cualquier funcionario de la corte que lo enojara. Su estilo de actuación podría resumirse en una sola palabra: ¡loco! Cuatro palabras: ¡loco hasta el extremo!

Mientras presidía esta ocasión, los invitados no se atrevían a ser ruidosos, ni siquiera se atrevían a respirar.

En este momento el salón estaba en silencio, excepto por los sonidos de los músicos, nadie habló.

Zhou Yunsheng devolvió su línea de visión y lamentó en secreto que el Príncipe se vea bien. Incluso el protagonista masculino del mundo, el Séptimo príncipe, no era rival para él.

Al mismo tiempo, el Príncipe también estaba mirando al campeón de oro. El mundo sabe que el Príncipe ama la belleza, quien quiera que sea, ya sea hombre o mujer, no dudó en leerla detenidamente. Shen Yi Bin era una belleza de primera clase, podría llamarse lóng jū fèng chú. Erótica, con un par de brillantes ojos color melocotón, después de beber, sus ojos estaban ligeramente húmedos, como un animal pequeño, lastimoso y adorable.

Su edad era la más joven, sin embargo, llevaba puesto la ropa roja de campeón, sentado en un grupo de viejos barbudos. Era como una luciérnaga en una noche oscura, deslumbrante y difícil de ignorar.

Los ojos del Príncipe Heredero eran profundos, la yema del dedo rodeaba el borde de la jarra, sus movimientos eran ambiguos.

Un eunuco cercano vio sus deseos y se inclinó para preguntar: "Su Alteza Real, ¿quiere llamar al campeón para que beba con usted?"