Capítulo 35: Pensamientos De Yurio

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[Yurio]

Si me atreviera a pensar tan sólo en que no he disfrutado la película con Otabek, estaría cometiendo un crimen, pues la forma en la que me besó, tan apasionadamente, me hizo recordar la manera algo ruda y fogosa en la que follábamos semanas atrás, antes de saber que yo estaba esperando a nuestro bebé.

No es que ya no lo hagamos, pero simplemente su manera de tratarme ha cambiado, se mueve a mi alrededor como si yo fuera del cristal más delicado del mundo, uno que se fuera a quebrar si te atreves a respirar cerca, y a decir verdad no me molesta para nada, las veces en las que me h enfermado y él se ha encargado de cuidarme me ha tratado de la misma manera, sólo que un poquito menos exagerada, pero igual me encanta.

Pasando al siguiente tema:

¡Cómo acarició mi vientre!

Me morí de dulzura y amor, es que él es tan atento tanto conmigo, desde que hemos empezado a salir hace bastante tiempo atrás -en dos meses cumpliremos un año y medio-, como lo es ahora con Raven.

Sí, ya sé que es muy apresurado ponerle nombre al crío o cría que tengo dentro, pero es que no puedo evitar imaginarme a una linda niña de mal genio como yo pero con los atractivísimos rasgos de su padre.

Esperen.

Si llegamos a tener una niña y resulta que es muy atractiva...

No quiero ni siquiera imaginarme el sin fin de muchachos que se le tirarán a los pies a mi niña, pero no debo de preocuparme, yo le enseñaré que cuando alguien desagradable esté a tus pies, ¡Debes pisarle las manos y el cabello!

Aunque una vez le hice eso a Beka cuando me enojé con él antes de comenzar a salir y así es como terminamos, yo esperando a nuestro hijo mientras tomo su mano, y él esperando a que nos entreguen los helados, que habíamos venido a tomar con los chicos, a la vez que acariciaba de manera sutil y natural mi costado, delineando levemente con sus dedos mi vientre.

—Aquí tienen señores— nos entregó los conos con el helado dentro, el mío de durazno y menta, y el de Otabek de vainilla y frambuesa, la cual taaan dulce que me encanta besarlo luego de que lo probara, pues mezclado con el elixir de sus labios...

Estar embarazado sí que me pone cursi ahora que lo noto.

— ¿Quieres probar?— preguntó mi kazajo arrimando el helado a mis labios.

Sin hacerme de rogar, le di un lametón a cada uno de los sabores a la vez que le acercaba el mío a sus belfos; él mordió un trozo de ambos sabores y luego me dio en beso en el pómulo.

— ¡Vengan chicos!— nos apresuró Chris, un chico rubio y suizo que es amigo del cerdo y el calvo.

Si debo de ser sincero, no comprendo porqué nos invitó a algo tan serio y especial como lo es su boda siendo que nos conocimos recién hoy, aunque he de admitir que es lo suficientemente agradable como para que yo pueda soportarlo.

Si fuera otra persona quien me tratase con tanta familiaridad teniendo un día de conocernos, lo hubiese sacado a las patadas de mi vista, y peor ahora que me encuentro susceptible.

Llegamos hasta la mesa y nos sentamos uno al lado del otro junto a la bruja, quien estaba tomando su helado de coco y chocolate blanco mientras observaba la cuenta de Instagram del calvo, en la cual ya comenzaban a haber cada vez más fotos con su cerdo.

Tal vez me pase con el trato hacia Katsuki, pero lo considero un amigo, casi tan cercano como lo es Mila o Víktor, después de todo, casi me vuelvo loco aquella vez cuando estaba dudando de si decirle del embarazo a Beka o no contarle y ocultarlo, pero cuando Yuuri me reveló que él también era un doncel y que Víktor no solo lo acepta completamente -hasta me atrevería a decir que lo ama más por eso-, sino que también adoraría un bebé de ese cerdo, lo conozco lo suficiente como para saber que es capaz de proponerle matrimonio y renovar los votos cada dos días.

Corazón De Cristal [PAUSADO](M-Preg)(Yaoi/Gay)(VictorXYuuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora