Corazón De Cristal [PAUSADO](M-Preg)(Yaoi/Gay)(VictorXYuuri)

Capítulo 37: Tensión Resuelta

[Yuuri]

Estoy realmente muy feliz de saber que no tendremos problemas al momento de crear un bebé con Víktor, en su debido tiempo por supuesto, no quiero adelantar las cosas, haciendo que tengamos un hijo o hija demasiado jóvenes y que, gracias a eso, Víktor se harte rápido y se quiera ir.

No quiero perder a Víktor, es lo más valioso que la vida me ha podido dar, junto con mis amigos, Vicchan y mi familia, de la cual siento que Víktor ya forma parte, es como si no hubiese distinción, amo tanto e igual que a mis padres y mi hermana, a mi novio, sólo que es un tipo diferente de amor.

Dejando de divagar tanto, aunque con pensamientos muy bonitos, giro la llave del agua, dejando que la misma corra y moje mis manos, con las cuales humedezco también mi rostro, tratando de calmarme y aclarar mi mente de las cosas incómodas y un poco preocupantes que se me han ideado en estos momentos con Víktor, pues la tensión que se creó de la nada con él me preocupa y entristece, ya que no sé qué hacer para solucionarlo.

Cierro la canilla y sacudo un poco mis manos para que se sequen, hasta que noto que hay de esos aparatitos que, al pasar tu mano por un censor, se enciende, tirando aire caliente con el fin de secar tus manos.

Cuando mis agarraderas se encuentran sin rastros de humedad, las quito de debajo del aparatito empotrado en la pared y él deja de soplar aire, entonces es que escucho cómo la puerta del baño y se cierra, con el sistema de cerrado automático, nuevamente.

Ojeo por el espejo para ver de quién se trata, encontrándome con, para mi sorpresa, Víktor, quien ingresó con una sonrisa extraña, entre lasciva y amorosa.

— ¿Qué pasa, Víktor?— pregunté girándome a verlo, recostándome, también, por la mesada de los lavamanos.

—Nada mi amor, nada...—aseguró girando el pestillo de la puerta luego de haber comprobado que no había nadie más en el lugar, haciéndome sentir un poquitito inseguro y nervioso de lo que podría llegar a pasar.

— ¿Por qué llaveas?— quise saber tragando duro al ver cómo Víktor se iba acercando a mí, cada vez más, de forma lenta, casi desapercibida.

—En vez de seguir preguntando, deberías de disfrutar hermoso— susurró en mi oído al llegar a mí, lamiendo posteriormente mi lóbulo y mordiéndolo también.

—Ví-Víktor... ¿Va-Vamos a hacerlo aquí?— cuestioné colocando mis manos sobre sus hombros cuando él bajó a besar mi cuello, causándome escalofrío y estremecimiento que hizo sonreír a mi novio.

—Claro que sí precioso— afirmó dejando castos y pequeños besitos en mi mentón; colocó su mano en mi cintura y la acarició con suavidad y lentitud —Te haré el amor aquí—.

Esas fueron todas las palabras que necesité para perder mi control, y para que mi pequeño amigo terminara de despertar, chocando con el de Víktor, completamente duro y pegado al mío.

Dejé caer mi cabeza sobre el hombro del albino en el momento en el que su mano derecha se introdujo bajo mi camisa, mimando mi piel erizada, y los dedos de su mano izquierda se entrometían dentro de mi jean, no entrando completamente ya que el cinturón que rodeaba mis caderas le impedía meter demasiado su mano.

Resignándome al excitante hecho de que haríamos el amor en este lugar, desabroché con torpeza la hebilla de mi cinto, permitiendo que mi ruso introduzca toda su mano dentro de mi pantalón y mi bóxer, sobando y apretujando mi nalga derecha. Solté un suspiro llevando nuevamente mis manos a sus hombros, pero redirigiéndolas hasta su cuello, acariciando su nuca y descendiendo por su espalda inmensamente ancha, dando caricias por sobre la ropa cada uno de sus marcados músculos, logrando únicamente que mi cuerpo se sienta aún más caliente de lo que ya estaba.