[Víktor]
—Nos vemos pronto entonces, lindo Yuuri. Bye, bye— me despido cortando alegremente la llamada que había tenido con el adorable japonés, con el fin de pactar una fecha y una hora para comenzar a entrenar, siendo dentro de dos horas.
Me extrañó el hecho de que hoy, siendo domingo, la pista esté abierta tan temprano, pues es nada más mediodía, pero según Yuuri podríamos ir tranquilamente a comenzar a entrenar, lo cual me emociona muchísimo, ¡al fin podré patinar con esa cosita tan tierna!
Recostado en la cama de la habitación de invitados del apartamento que Mila alquila aquí en Japón, oigo que mi estómago me reclama no haber almorzado, y me pregunto si la pelirroja irá al centro de patinaje o si preparará su almuerzo, porque en ese caso... podría aprovecharme y comer algo.
Tomo impulso para levantarme y abro la puerta, viendo a mi anfitriona prepararse para salir.
¡¿Tendré que cocinarme?!
— ¿A dónde vas? — pregunto bostezando, pues anoche me quedé hasta muy tarde en una video llamada a mi tía Kerstin, con quien dejé a mi amado perrito.
Aunque intenté que la llamada fuera corta, porque quería dormir para tener fuerzas hoy en la práctica, terminé hablándole de toda mi aventura a Makkachin, siendo escuchado atentamente por él.
Soy consciente de que él no me entiende, al menos no todo lo que digo, pero siempre que hablo, él atiende.
¡Y eso es tan tierno!
—Iré a patinar un rato en el Ice Castle, luego debo de entrenar a Katsuki, así que me tardaré con ese niño— rió ella, tomando las llaves de su apartamento y revisando si tenía su teléfono en el bolso deportivo que se colgó en el brazo.
—No te burles de él— le dije sonriendo al recordar lo tierno que se veía todo sonrojado mientras ella le regañaba por no concentrarse.
—No es lo peor que le han hecho, creo que eso sería que un completo extraño lo bese de la nada— dice maliciosamente, mirándome de reojo para ver mi reacción, cuyo placer no le di, dándome vuelta y yendo hacia la heladera para abrirla y revisarla en busca de alimento.
—En fin...— concluí levemente sonrojado, tomé una bolsa de algún tipo de dulce, y no entiendo nada más que eso, ya que está todo en japonés.
—Me marcho, déjame algo de eso— pide despidiéndose; se va hasta la puerta, se pone sus zapatos y se va, dejándome en completa soledad, en la cual abro el paquete y lo huelo.
Huele rico, espero que sepa igual.
Tomo uno de los dulces y me lo como, sorprendiéndome automáticamente.
¡No es para nada dulce!
¡Es terriblemente ácido!
[***]
Una vez la hora llegó, me preparo para ir, tomando mis patines, mi abrigo, por simple costumbre, la copia de las llaves, mi teléfono y una botella que lleno de agua.
Por suerte este complejo de apartamentos no está muy lejos del Ice Castle, porque no sé cómo haría para llegar de otro modo. Camino apresuradamente por las calles, saludando con emoción a cuanta gente veo, aunque con simples gestos, ya que no recuerdo muy bien cómo decir "hola" en este idioma.
Al llegar al lugar y entrar en él, diviso a la pelirroja, quien caminó hacia mí acompañado de otra chica de cabello marrón claro.
— ¿Vienes a molestar a Katsuki otra vez, Nikiforov? — pregunta cruzándose de brazos.
— ¡Claro que no! — le sonrío ampliamente, pero ella sigue mirándome como si sospechara.
—Ajá, sí... En fin, ella— señaló a la castaña, quien sonrió y saludó con la mano —es Nishigori Yuko, la mejor amiga de Yuuri—.
—Un gusto, Nishigori— saludo sonriéndole, y temiéndome que, ya que no se presentó por su cuenta, no entienda inglés, pero sí lo hace.
—Igualmente, Nikiforov-san—.
—Hablando de Yuuri... ¿no ha llegado aún? —.
—Me temo que no, pero de seguro que no tarda, dijo que ya estaba en camino— dijo la japonesa, mirando un reloj pulsera que tenía en su muñeca.
En ese momento las cristalinas puertas se abrieron, dejando pasar a un tierno y agotado Yuuri, con la camiseta algo pegada a su cuerpecillo gracias al sudor, dejando que sea demasiado notorio su ligeramente marcado abdomen, el cual era bien plano, haciéndole ver sumamente adorable. Su mirada recorrió el lugar hasta que se topó con la mía; sonrió y se sonrosó levemente a la vez que se acercaba y nos saludaba.
—Hola chicas, ho-hola Víktor...— saludó de forma tímida y con un súper tierno sonrojo en sus mejillitas, las cuales tuve que abstenerme de apretujar, porque siento que es una típica acción de los ancianos hacia los niños.
—Hola, Yuuri-chan— devolvió su mejor amiga.
—Qué coincidencia que estén aquí los dos hoy...— dijo pausadamente Mila, mirándonos con sospecha, y lo que yo había supuesto noté que era verdad: Yuuri no le dijo que somos compañeros.
—Bueno... Mila, debo decirte algo...—.
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Gracias por haber leído este capítulo,😚 creo que fue ayer nomás que subí el primero, y me esforcé bastante para completarlo😄, pues a mis maestras se les dió por dejar exámenes😠.
En fin, adiós personitas mágicas💫, si les ha gustado el capítulo, voten por él, compártanlo con sus amigos y siganme.
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Corazón De Cristal [PAUSADO](M-Preg)(Yaoi/Gay)(VictorXYuuri)
FanfictionYuuri es el mejor patinador de todo Japón, su ídolo es el patinador estrella Víktor Nikiforov, a quien, un día y de por "casualidad", se lo encuentra en la pista de patinaje donde trabaja Yuko, una de sus amigas. Yuuri le cae bien desde un comienzo...