Capítulo 40: Estamos Bien Así

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[Yuuri]

Tras pronunciar esas palabras, y creyendo que Víktoru me embestiría sin demora, estando equivocado, recibí una horda de besos dulces en todo mi rostro, para luego centrarlos en mis belfos, los cuales se conectaron con los de mi albino favorito.

Cuando ya me había perdido completamente en el amor y cariño proporcionado por el contrario, me vi obligado a tomar bruscamente aire, ya que él salió hasta dejar únicamente su glande dentro mío, y volvió a entrar de golpe, sin causarme dolor, únicamente mucho placer, ya que en ese primer movimiento, había encontrado ya mi próstata, provocando que, en las siguientes penetraciones constantes, diera a nada más que a ese exquisito lugar.

Si así estábamos desde un inicio, no me quiero imaginar cómo terminaremos la noche.

— ¿Qué tanto te gusta esto, precioso?— cuestionó su voz, la cual estaba ronca por los jadeos que no paraba de emitir. Supongo que también es muy placentero para él también.

—M-M-Much-cho...— joder, qué vergüenza, ni siquiera podía hablar por lo temblorosa que estaba mi voz.

Él simplemente sonrió ampliamente, y tomó de mis piernas, que estaban abrazadas a su cintura con fuerza, para pegar mis tobillos, sosteniéndolos con ambas manos, flexionando mis piernas hasta que ellas tocaron mi pecho, ocasionando que mi pene quedase atrapado en esa fricción.

La posición que habíamos tomado permitió que Víktor entrara hasta lo más profundo de mi ser y, cuando me removí por un extraño movimiento que sentí debajo de mi miembro, él ralentizó sus estocadas.

— ¿Qué sucede, hermoso?— quiso saber al notar que mis ojos no se apartaban de mi oculto abdomen.

—Ha-Hay algo... algo raro ahí-hí— gimoteé, preocupando a mi pareja, ya que quitó mis piernas de donde estaban, dejándonos ver lo "extraño" que me incomodaba.

No puedo creerlo.

¡Qué vergüenza!

Víktor lo notó también, así que rió fuertemente, encendiendo a rojo vivo mi rostro, apocándome en extremo, ya que no podía taparme con mis manos al estar éstas sujetas.

—No pasa nada mi amorcito, es normal, ¿sí? Es porque eres muy delgadito— trató de tranquilizarme, bajando a besar mi cuello.

Y no se equivocaba, es por mi falta de grasa y escasez de músculos, los cuales poseía pero muy poquitos.

Si fuese un poco más gordito, o un poco más musculoso, el pene de Víktor no se notaría a través de mi vientre como lo estaba haciendo.

¿Realmente esto era normal?

Espero que sí.

Sin dejar de besar y chupar mi cuello, él volvió a embestirme con mis piernas aún a un lado de su cuerpo, permitiéndonos ver cómo se translucía la silueta del enorme falo de Víktor a través de mi piel, rozando con mi propio miembro, masturbándolo de cierta forma extraña.

Sentía mi rostro y mi cuello arder, mi rostro por la vergüenza, y mi cuello por los miles de chupetones y mordidas traviesas que Víktor me proporcionaba con entusiasmo. Los juguetes habían sido completamente olvidados para mí, pero al parecer no para Nikiforov, puesto que estiró una de sus manos hasta tomar lo que pude distinguir como el vibrador entre sus dedos, y dejarlo a un lado de mi trasero, pues necesitaba sus falanges para lo que haría a continuación.

Entrometió uno de sus largos y gruesos dedos en mi recto, junto a su pene, obligándome a apretar mi interior al sentirme tan penetrado. Trató de moverlo sin éxito, así que mordió con más fuerza mi piel, exigiéndome que me relajase, cosa que hice, pues era lo mejor para que no me doliese.

Corazón De Cristal [PAUSADO](M-Preg)(Yaoi/Gay)(VictorXYuuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora