Capítulo 48: Entre La Espada Y La Pared

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[Yuuri] 

Qué vergüenza, qué vergüenza, qué vergüenza, ¡Qué vergüenza!

No sé de dónde viene toda esta confianza repentina e intermitente que, sólo me embarga cuando estamos por hacer el amor o tocarnos un poco, es decir, necesito confianza para tantas cosas en la vida, ¡Y sólo para fornicar viene!

No me cae bien mi lado... Eros, y es que así es cómo lo llamó Víktor un día: Eros, y dice que, mientras en ocasiones sale mi Eros, y que él lo ama, también adora a mi lado Agape. Aclaración: No tengo idea de qué significa ninguna de las dos palabras, son términos del ruso, el loquito aquí es él.

Aunque supongo que yo también esto un poquitito loco por lo que hice y por cómo lo hice.

Desenredé mis brazos del cuello de Víktoru, a quien había abrazado por la ternura que me causó el hecho de que aprendiera un poquito de japonés, y lo abracé por su ancha cintura -aunque no tanto como su espalda-, acercándolo más a mí; me puse de puntitas para alcanzar su cuello, en el que desperdigué muchos besitos castos, marcando un camino lento hasta su mandíbula, sobre la que susurré:

—Senpai...—.

Sus ojos brillaron de lujuria, y mis mejillas de bochorno; sus agarraderas aprisionaron mis nalgas, sobresaltándome.

—Déjame hacerte el amor, por favor...— susurró sobre mis labios húmedos por los que se me escapó un trémulo suspiro.

—Pero Víktoru... lo hicimos hace muy poquito, va a dolerme y-y... mañana debemos de en-entrenar—.

¡Me va a romper! ¡Y perderemos en la presentación!

—Está bien mi amor, déjamelo a mí— dijo sin tinte de resigno, cosa que me extrañó, mas cuando me alzó entre sus brazos y me aprisionó entre su caluroso cuerpo y la fría pared, logrando que mi cuerpo experimentase un tremendo escalofrío por las drásticas temperaturas, que no se comparó en lo más mínimo con el que me asaltó cuando una de sus manos se entrometió en la calza negra corta que me había colocado para ir a ver lo que mi familia hacía, y acogió mi miembro flácido, que empezaba a reaccionar, entre sus largos y gruesos dedos.

Maliciosamente, lo abandonó tan pronto como lo sacó fuera de mi ropa, a nuestra vista, pero fue para sacar el suyo, del doble del mío, y juntarlos, a lo que gemí con sorpresa de lo que, acabo de entender, se propone hacer.

—Ví-Víktoruuu...— gimoteé al sentir su venosa virilidad contra la mía húmeda y rosa.

Él solamente sonrió con ternura pero de una manera tan atractiva, que por mi entrada comenzó a filtrarse mi lubricante, y el placer que los masajes de mi pareja a nuestros miembros, no me permitió hacer nada más que aferrarme con más fuerza a su cintura con mis piernas que no paraban de temblar, y con mis manos, en igual estado, a su cuello del cual lo así para besarnos a manera de acallar un poco los gemidos que me eran casi imposible de no soltar.

—Dime, mi hermoso cerdito, ¿Qué tanto quieres correrte? — cuestionó con burla pero con amor, separando sus belfos de los míos para bajar su cabeza y besar mi cuello, dejando también algunos chupetones.

—Mu-Mucho— tartamudeé dejando caer mi cabeza sobre su hombro, porque la rapidez con la que nos masturbaba era demasiado para mí.

Mi tan esperado hormigueo reptó desde el perineo y mi ingle, y se encontraron en un punto medio con la misma intensidad con la que dos estrellas chocan, creando una súper-nova que no sólo me hizo eyacular y morder el cuello de Víktor cegado por mi orgasmo, sino que a él también lo influenció, y culminó también entre nuestros abdómenes, y su semilla se mezcló con la mía, pero no tanto como yo quería mezclarme con Víktor.

Y me entristece que ahora no pueda, ni mañana, o pasado hasta que sea la hora de la presentación... aunque tal vez le pida que me haga el amor mañana en la noche, si es que me salen las palabras, ya que conociéndome, con suerte si podré respirar bien, y con todo el lío del maquillaje, los trajes, y demás...

Creo que la ansiedad ya llegó.

Corazón De Cristal [PAUSADO](M-Preg)(Yaoi/Gay)(VictorXYuuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora