Capítulo 30: Sobrellevando El Embarazo

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[Yurio]

Desperté de mal humor al ver que Beka no estaba conmigo y me levanté hecho una furia para ir a buscarlo a la cocina del apartamento que estaba rentando durante su estadía aquí en Japón, departamento al cual me vine a vivir con él para no incomodar a Mila con mi mal genio, apetitos nocturnos o largas visitas al baño para poder vomitar todo lo que estaba en mi estómago.

Además de que ambos, igual que el viejo calvo, insistieron que, siendo un doncel embarazado, debía estar todo el tiempo posible con mi pareja y que esta debía de consentirme en todo lo que me apetezca, cosa de la cual me aprovechaba un poco a decir verdad.

Decidí levantarme de la cama para poder ir a buscar y regañar al estúpido de Beka por dejarme sólo en la mañana, él sabe que detesto amanecer sin él abrazándome y más cuando pone el acondicionador tan fuerte antes, durante y luego de hacer el puto amor en el cual me congelo. Quito las sábanas y la manta de encima de mi cuerpo, sintiendo la fría temperatura de la habitación en mis piernas, ya que eran la única parte de mí que tenía sin cubrir, abro la puerta del dormitorio y me dirijo a la cocina, sintiendo el drástico cambio en el clima, pues en el resto de la casa hacía un calor tremendo, por lo que arremangué las mangas que llegaban hasta los codos de la parte superior del pijama de Beka, el cual me vestía el torso, mi trasero y parte de mis muslos.

Al llegar a mi destino, me encuentro con mi taza favorita junto a la de Otabek, ambas humeando y empañando los dibujos de un gatito y un osito que adornaban a cada una respectivamente, enterneciéndome y abandonando mi enojo ante tal acto tan adorable por parte de mi osito.

— ¿Beka?— llamo tomando las tazas al no ver a mi novio por ninguna parte.

—Buenos días, gatito— escuché su voz a mis espaldas, pero antes de que pudiera girarme a verle, él tomó mi cintura con sus manos y acercó sus labios a mi cuello, besándolo, para después besar también mi mejilla y mi oreja, haciéndome sonreí y aturdiéndome graciosamente.

— ¿Por qué te fuiste?— me quejé, mostrando un puchero en mis labios al virar para mirarle.

—Te quería preparar el desayuno, pensé que estarías cansado y hambriento después de nuestra acción nocturna— comentó con picardía y chupando con dulzura mi puchero, a lo que sonreí con vergüenza y por sus palabras también.

—Pues así es, y gracias— sonreí entregándole la taza de oso; él la tomó entre sus manos, besó mi frente, y me abrazó por la cintura, guiándome hasta el balcón del apartamento, en donde habían unas cuantas plantas que yo me dedicaba a regar, una pequeña mesita, y dos sillas.

Pero en vez de ocupar una cada uno, él se sentó en la que estaba a la izquierda de la mesilla, y me atrajo para que yo me sentase en su regazo vestido por una bermuda de pijama gris, yo le obedecí, me puse cómodo y me recosté en su desnudo pecho bien trabajado.

—Dormiste mucho— comentó antes de beber un sorbo de su, al parecer, café, a la vez que acariciaba mi cabello, tranquilizándome.

— ¿Qué hora es?— cuestioné notando que el Sol ya estaba bastante alto.

—Son las 11:56, enseguida deberíamos de almorzar pero, ya ves que lo haremos más tarde— rió bebiendo más de su tasa.

Yo simplemente asentí, bebiendo la leche que él había preparado para mí a sabiendas de que prefería ella al café, recosté mi cabeza en la suya y, en silencio, desayunamos a gusto.

Cuando terminamos nuestras bebidas, ambos nos levantamos, nos dirigimos a la cocina, en donde cada uno lavó su taza y las dejamos en la mesada para que pudieran secarse. Volvimos entonces al cuarto para poder cambiarnos, poniéndome yo una playera blanca y una chamarra roja liviana, y, además de unos bóxers pues hasta el momento iba sin nada, me vestí con una bermuda animal print, la cual era de mis favoritas.

Corazón De Cristal [PAUSADO](M-Preg)(Yaoi/Gay)(VictorXYuuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora