Corazón De Cristal [PAUSADO](M-Preg)(Yaoi/Gay)(VictorXYuuri)

Capítulo 54: Última Práctica

[Víktor]

— ¡Yuuri! ¡Quedémonos a vivir aquí! ¡Traeremos a nuestros bebés para que aprendan a patinar en este lugar! — no pude evitar emocionarme y abrazar a mi Yuuri cuando vi lo grande que es esta pista y lo hermoso que es el lugar. Supera con creces el de Hasetsu, pero sólo por el tamaño, allí es más bonito porque fue el lugar donde hablé con Yuuri por primera vez.

—Pero Víktoru— rió él dejándose abrazar pero sin dejar de caminar, llevándome casi a rastras —, pensé que viviríamos en Rusia—.

—También— sonreí, y él también se rió.

— ¡Katsuki Yuuri-sama! — oímos gritar a una voz profundamente emocionada y, al mirar en su dirección, avistamos a un joven de japonés de cabello rubio y con un mechón rojo que me recordó a un gallo.

— ¿Tú eres Minami Kenjiro? — cuestionó mi noviecito mirando al chico que parecía que iba a explotar en cualquier momento de la felicidad.

—S-Sí, sí, sí, sí— respondió con un asentimiento de cabeza que me hizo temer que se desnuque.

Qué eufórico.

— ¡Conozco a tu hermana! Él es el hermano de Akira, ¿recuerdas, Víktoru? — dijo el pelinegro, elevando su cabeza para verme con sus lindos ojitos a los que tuve que resistirme de besar.

No, Víktor, no seas molesto frente a la gente. No quiero avergonzar a Yuuri y que ya no quiera sacarme.

Espera.

Soné como un perro.

—Sí, me acuerdo que ella nos pidió un autógrafo para ti, ¿te lo entregó? —.

— ¡¿Qué?! — se sorprendió enormemente —Ella no me dio nada, ¡de seguro se lo quedó! — se enfadó cruzándose de brazos y llevando su vista hacia las gradas, donde una chica rubia que reconocimos como su hermana conversaba por el teléfono.

—No entiendo porqué se lo quedaría, ella apenas nos reconoció— rememoré viendo que Akira nos notaba y que levantaba su mano para saludarnos. Nosotros la imitamos y ella volvió a conversar.

—Eso es imposible, a mi hermana le encanta el patinaje, es imposible que no los haya reconocido— musitó Minami mirando de reojo a la rubia, pero luego comenzó a reír —. De seguro que estaba nerviosa, a ella le pone nerviosa estar frente a gente famosa. Nunca podemos ir a conciertos porque, aunque estemos lejos del famoso... ¡Ah! ¡Estoy hablando demasiado! ¡Lo lamento! — se disculpó agitando sus manos, cubiertas por unos guantes como los que mi cerdito usa siempre para patinar, aunque ahora no se los pondrá ya que los olvidó en el hotel.

—No te preocupes, no tienes que disculparte— lo tranquilizó Yuuri, y yo comencé a preguntarme qué hacía el rubio aquí, pero he de suponer que él también competirá mañana en la tarde.

—Oye, tú también competirás mañana, ¿no es así? — me dirigí a él, buscando con la vista los cambiadores para colocarnos, con Yuuri, los patines.

—Oh, sí, haré pareja con Leroy-san— contestó cambiando el peso de su cuerpo de una pierna a la otra, y noté que ya se había puesto los patines, de modo que si se los quitara sería casi del mismo tamaño que mi Yuuri.

—Lo hemos visto hace un rato, ¿no practicarás con él? —.

—Ya hemos practicado lo suficiente, yo sólo vine a repasar un poco. ¡Ah! De seguro ustedes también quieren practicar y yo se los estoy impidiendo, ¡lo lamento! ¡Ya me voy! — vociferó y, antes de que pudiésemos decirle que no sentimos eso, él trotó hasta la pista, la cual atravesó con rapidez y salió por la puerta del otro lado para sentarse junto a su hermana, quitarse los patines y salir corriendo a la vez que tiraba de ella.

—Qué extraño chico— acoté agachando la cabeza para besar la suya.

Él movió su cuello, atrapó mis labios con los suyos y ambos sonreímos. Por suerte no había mucha gente más que un matrimonio felicitando a su hija por lograr dar unos pasos sin caerse en el hielo, dos chicas con el mismo color de cabello que seguramente eran hermanas hablando mientras daban vueltas en círculos, y el chico de la recepción que se encargaba de entregar los patines, así que no tenemos que preocuparnos por ser molestados ya que todos los reporteros o paparazzis tienen prohibido ingresar al centro.

—Vamos cerdito, ya quiero volver al hotel y hacerte el amor tooooda la noche— susurré en su tierno cuello provocándole un escalofrío.

— ¡Víktoru! —.

[***]

Ya sobre la pista, nuestras cuchillas se deslizaban por el hielo como nuestras manos por nuestros rostros al girar a medida que nos separábamos de un abrazo que sobrevivió ya que mantuvimos nuestras manos unidas y estiramos al aire la contraria, así como esa pierna, sin despegar nuestros ojos.

Continuamos, repitiendo todos los pasos que de memoria nos sabíamos, hasta el final, el hermoso final donde yo colocaba una mano en su pequeña y erótica cinturita, y con la otra agarraba la suya. Cuando terminamos, reproduciendo la música en nuestras cabezas, lo beso con alegría, emocionado por lo que mañana ocurriría.

—Vamos precioso— apremio entrelazando mis dedos con los suyos, pequeñitos, mientras patinábamos hasta salir del hielo.

— ¿Tan apurado estás por follarme? — rió sonrojándose y apoyando su cabecita en mi hombro.

—No tienes idea, hermoso—.

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¡Wow😰! Hace tiempo que no comentaba nada😅, no sé😕, era como si no tuviera nada que deciros😦 excepto que os amo muchísimo😍 por todo el apoyo que me habéis dado😘, pero eso ya lo saben😻.

Realmente me emociona😃 porque el gran día está taaaan cerca😆, que quiero saltarme todos los capítulos hasta entonces😄😄😄, aunque tampoco falta mucho😉.

Tengo una preguntita🙋 que me gustaría que respondan mis... 👻 mágicos💫. ¿Para ustedes son muchos capítulos o no😢😢?

Adoraría💕 que me contesten lindas personitas mágicas🌟.

En fin😊, ¡tengan una hermosa noche, madrugada, tarde, día o el momento en el que estén leyendo esto😅😆!

Nuevamente, os adoro💓 gentecita mágica💫💫💫💫.