The Demon of Gotham

A Demon's Tale, Seven.

Aunque Verde le proveyó con casi todo lo que pudiera desear, durante el proceso de su investigación nuevos insumos fueron necesitados, ahora podía hacer que alguien más lo conseguiera por ella, Viper y Verde eran buenas opciones... Pero ya era una adolescente y debía comenzar a conseguir las cosas por su cuenta sin depender de los contactos de su familia.

Miró la lista de cosas que necesitaba y quizás si necesitaba un contacto de su familia pero no del tipo científico.

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Ivy estaba esperando que Harley irrumpira o alguno de sus compañeros de celda iniciran un motín para poder escapar del manicomio —cosa que era bastante común, por lo que de seguro uno empezaría dentro de los próximos días —.

— Ivy tienes visitas. —Le aviso un guardia y ella elevo una ceja, dudaba que Harley o Selena la vinieran a visitar así que estaba algo sorprendida aún así decidió ir solo para matar el tiempo y con algo de curiosidad.

Cualquier escenario que se imagino que le esperaría en la sala de visitas definitivamente no era el que estaba frente a ella actualmente.

— Pamela. — Dijo la chica que la metió a la cárcel o mejor dicho la que le dio la paliza de su vida y luego la dejó a su suerte para ser arrestada.

—No sabía que el demonio daba visitas a domicilio a sus presas. — Comentó intentando no parecer tan asustada como se sentía, conociendo a la joven si sentía de animo podría romper el vidrio tan solo para volver a patearle el trasero por intentar entrar a su casa, en defensa de Ivy ella solo quería ver el hermoso cerezo japonés que plantaron en la residencia Hibari... Aún era pequeño pero era un espécimen digno de ver.

— Necesito tus habilidades, a cambio te sacare y trabajarás para mi. — Fue rápido al punto odiando dar vueltas como la mayoría de la población en esta ciudad parecía adorar hacer.

— ¿Mis habilidades? ¿Planeas pasarte al lado de los villanos? — Esa era sinceramente una idea aterradora... La villana no dudaba que podría conseguir mejores resultados que la mitad de los payasos en esta manicomio en menos tiempo que cualquiera.

—Te sacare legalmente. — Rodó los ojos, ¿porque la gente creía tan fácilmente que se podría ir al bando de los villanos? Demasiado caótico para ella.

— Soy una villana. — Dijo viéndole como si acabará de decir que el Joker dejó las fechorías para abrir un hospital infantil.

— ¿y? — Elevó una ceja e Ivy decidío que esta conversación no llegaría a ninguna parte, al parecer esta niña no sabía que algunas cosas eran imposibles incluso para los Hibari.

— Okay niña, hagamos un trato, tu me sacas de aquí antes de que salga por mi cuenta y yo trabajaré para ti o lo que quieras ¿trato? — Ofreció sin mucho interés y la sonrisa demasiado dulce en el rostro contrario le dio un mal presentimiento.

—Trato. — Asintió sin dejar de sonreír.
——x-x——

Una semana después mientras Ivy miraba su maleta con sus pocas cosas en un auto camino a la residencia Hibari como una ciudadana libre con todas las de la ley, se preguntó si quizás los Hibari tenian alguna especie de trato con el diablo.

— Estas plantas son algo complicadas de conseguir y cuidar pero... Lo puedo hacer. — Dijo al ver la lista que la sombra del demonio le entregó.

— Kyo-sama se encargo de conseguir las semillas mientras su liberación se llevaba a cabo así que sólo deberá cuidarlas. — Le informo el adolescente. — Ahora si pudiera seguirme le enseñaré su puesto de trabajo principal. —Hizo un gesto con la mano y la ex reclusa decidió seguirlo.

Por dentro la residencia Hibari era igual de hermosa que por fuera, simple pero tradicional y elegante, además de tranquilo.

Tetsuya le enseñó casi todo el lugar dándole luz verde para acceder a casi todas las instalaciones ya que al parecer se estaría quedando ahí durante su libertad condicional.

— Y este es su sitio de trabajo, Kyo-sama ordenó que algunas de sus pertinencias que se encontraban en su antigua residencia fueran movidas aquí, para que estuviera más cómoda. — El invernadero de sus sueños fue lo que recibió a Ivy, junto a todo lo que pudiera querer para sus experimentos y el cuidado de sus plantas.

—Okay... ¿Que quiere el demonio? Porque estoy empezando a dudar que haya hecho todo esto solo por un par de plantas. — Pregunto escéptica todo esto sonaba demasiado bueno para ser verdad y aunque le gustara todo esto Ivy no era tonta y sabía que todo venía con un precio.

— Creo que Kyo-sama es más apropiada para responder esto, le esperan para tomar el té. — Contestó de forma cordial el más joven para guiarla al mismo lugar en el patio donde anteriormente Ivy cayó ante la carnívora.

Junto al cerezo en una terraza tres personas tomaban el té. Al de la fedora con patillas lo reconoció como el abogado que lo sacó de la cárcel, al asiático con la trenza lo identifico como el tío del demonio y este estaba en medio de ambos con una expresión que era difícil de leer a decir verdad pero no parecia del todo cómoda.

—Pamela. — Le llamó Kyo una vez que la noto y Tetsuya movió una silla para que pudiera sentarse pero decidió permanecer de pie.

— Todo esto está muy bonito, pero no trabajaré a ciegas como una marioneta, quiero respuestas. — Demandó seriamente y la menor ni se inmutó.

— Tu quieres salvar al mundo. — Dijo de manera solemne. — Yo quiero salvar a la humanidad. — siguió sin  cortar el contacto visual en ningún momento. — Si trabajas conmigo, ambas metas no deberían ser mutuamente excluyentes si no ayudarse  la una a la otra.

— grandes palabras para una niña, ¿como planeas hacer eso exactamente? — La azabache Sonrió como si hubiera estado esperando esa pregunta desde el principio.

— Curando una enfermedad a la vez. — Respondió con una mirada determinada que no dejaba lugar a dudas, Ivy Suspiro y se sentó en la silla ofrecida.

— ¿con cuál planeas comenzar? — Inquirió mientras una taza de té de rosas le era servido.

— Cancer. — Dijo cómo si hablara del clima y la antigua villana evitó reír.

— Por supuesto. — Asintió divertida, al parecer no fueron los Hibari los que hicieron un trato con el diablo, sino ella.