A Demon's Tale Thirty-four.

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Cuando Tsunayoshi era un niño, alguno de sus primeros recuerdos son de niños mayores o más grandes desquitandose con él, ¿porque? realmente no lo puede recordar, pero de seguro era una excusa solo para meterse con el por ser más débil y torpe. Pero un día esos matones pararon, y no fueron a su encuentro, Tsunayoshi recuerda verlos con yesos y evitarlo como la plaga, no lo entendió hasta que un día los escucho conversar a escondidas.

— Tsk, no puedo cree que Hibari proteja a ese inútil de Sawada. — Murmuró refunfuñando uno de los matones.

— No me importa porque lo hace... Solo no quiero verla enojada de nuevo. — Acarició su yeso y ambos niños se estremecieron.

¿Hibari? ¿Donde escucho ese nombre antes? ¡Cierto! ¡La tía Kikyo! Ella se apedillaba Hibari ¿la mayor le defendío? No... Dudaba que un adulto se metería en asuntos de niños, además ni su madre sabía del acoso...asi que... Esperen, si no recordaba mal, la tía Kikyo si mencionó tener una hija ¿ella le ayudó? Algo dentro de Tsuna le decía que si, que la niña fue su salvadora y la curiosidad por conocerla hizo que le pidiera a su Madre visitar a su tía.

— ¿Kyo-chan? — Pregunto su tía una vez estuvieron en su casa, luego de que preguntara por su hija. — Oh ella se acaba de mudar, ahora vive en América con su Tío, mi pequeña es toda una aventurera.

— Igual a su Madre a su edad. — Comentó su Mamá con una sonrisa.

— Oh los viejos tiempos. — Dijo con nostalgia enfrascadose en una conversación con su Mamá mientras Tsuna miraba decepcionado el piso... Al parecer no la conocería...

En cuanto la noticia de que la Hibari habia dejado el país llegará a oídos de sus matones Tsuna estaba seguro de que estos volverían a molestarlo y se preparo mentalmente para ello, pero... El acoso nunca volvió y sus matones siguieron evitando lo, de vez en cuando presentando heridas menores, nuevamente la voz en su cabeza le decía que era obra de la niña, pero eso no podía ser posible ¿no? Hibari ya no estaba en el país... — De hecho si era obra de Kyo, quien dejó a la familia de Tetsuya la orden de mantener un ojo sobre el menor Sawada sabiendo que sería blanco de Bullyng, lo cual nuevamente cabe mencionar que Kyo repudiaba—.

Aunque la chica volvió varias veces a la ciudad para fiestas y otras ocasiones, sin importar cuando el Moreno lo intentará sus caminos nunca se toparon, y no pudo evitar sentirse más que frustrado y decepcionado al respecto y quizás fue por eso que cuando Reborn llegó a su vida demandando que se mudara a América para estudiar en un lugar del que sólo escucho antes de su Mamá y Tía, no puso tanta resistencia como pensó que debería haber puesto, sinceramente estaba algo emocionado por la posibilidad de conocer a su ángel guardián.

——(0-0)——

— Wow este lugar es gigante. — Murmuró Tsuna en cuanto el auto del aeropuerto los dejó en la residencia Hibari.

— ¡Parece un castillo de un señor feudal! — Exclamó Kyoko con una sonrisa emociónada.

— ¡Es increíble al extremo! — Grito su hermano emocionado cargando todos los bolsos y maletas que el insistió cargar por su cuenta.

— Es bastante bonito. — Comentó Yamamoto con su sonrisa despreocupada marca pendiente.

— Bienvenidos, es un placer recibirlos aquí, según las instrucciones de Hibari-Sama nos encargaremos de atenderlos mientras están aquí. — Aparecieron una fila de sirvientes vestidos con ropa tradicional japonesa sorprendiendo a los más jóvenes.

— ¿Donde esta Kyo? — Pregunto Reborn con una sonrisa y el sirviente que abrió Sonrió igualmente.

— Ella al igual que los otros huéspedes de la casa no se encuentran. — Le informó la mujer al comienzo de la fila.

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