A Demon's Tale Forty-seven

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Usualmente cuando la seguían se tomaría más o menos 10 minutos en lidiar con su acosador, pero debido a todo lo que sucedía en su vida recientemente decidió que tal vez podía tomarse algo de tiempo extra para lidiar con quien fuera que la estaba siguiendo.

Tomó varios desvíos hasta llegar a un callejon sin salida y antes de que pudiera verla subió a la escalera de incendios donde tenía una vista perfecta del callejon sin ser vista. Al ver a su seguidor se sorprendió un poco.

— ¿donde fue...? — Pregunto la chica por lo bajo mirando alrededor sin poder encontrar al demonio y Kyo salto de su escondite detrás de ella.

— Te conozco... — Murmuró al verle más de cerca, aunque no estaba muy segura de donde le conocía si le resultaba familiar.

— ¡casi me da sun infarto! —Grito sosteniendo su corazón no esperando que la chica apareciera de la nada, tomando aire por un segundo para luego procesar sus palabras. — ¿me recuerdas?

— Mhmm... — Intento hacer memoria, cabello rubio, ojos azules... Eso era algo genérico aquí... Pero de alguna forma esos ojos. — Brown. — Dijo al recordar a una mujer mayor con esos mismos ojos.

— Asumo que hablas de mi Mamá, soy Stephanie. — Se presento con una sonrisa algo incomoda.

— Cafe. — Contestó Kyo dándose La vuelta recordando ver un café en su camino aquí.

— Espera ¿que? — Claramente no obtuvo una respuesta pero aún así siguió a la japonesa hasta un café.

Una vez estuvieron con sus pedidos, Kyo se tomó su tiempo para disfrutar su postre mientras esperaba que la otra hablara.

— Bueno, ya que recuerdas a mi Mamá, asumo que te imaginas porque estoy aquí. — Comentó y Kyo asintio.

Conoció a la mamá de Stephanie un día cuando iba a su tienda de té favorita — en un barrio no muy seguro, pero para Kyo cualquier barrio era seguro así que estaba bien — y presenció una disputa doméstica, enseguida cuando vio al marido levantar la mano en contra a su esposa intervino mandando al hombre al hospital y dándole su tarjeta a la esposa. Luego de eso envío a la mujer a aprender defensa propia y quizás se aseguró de pagar algunas de sus cuentas de luz, agua y arriendo por un tiempo — todo de forma anónima claro — mientras mantenía un ojo en su matrimonio, cuando el esposo fue a la cárcel, dejó de vigilar esperando que la mujer y su hija pudieran seguir adelante por su cuenta — aún pagando algunas cuentas cuando notaba que estaban próximas a vencer, esto no era favoritismo, Kyo hacia esto por varias otras familias en Gótica, después de la familia Hibari era rica, y Kyo tenía más dinero del que podía gastar— pero... No recordaba haberse topado nunca con la hija por lo que no veía razón por la que  se acercaría a ella a menos de que estuviera en problemas y quisiera su ayuda.

— Se que has hecho bastante por nosotras todo este tiempo.

— No mucho. — Contestó bajandose de hombros quitándole importancia.

— Pagaste nuestras cuentas, y mi matrícula para la escuela, no intentes negarlo, no soy como Mamá, yo no creo en ángeles guardianes. — Dijo sería y la contraria hizo una mueca. — Mi papá salió de la cárcel.

— ¿Oh? — Eso no era nada nuevo en Gótica, aquí era más fácil para un criminal salir de la cárcel que toparse con un policía no corrupto.

— El dice que está reformado, pero no le creo, por eso quiero tu ayuda.... Quiero detenerlo antes de que lastime a alguien, y aunque te niegues a ayudar me lo hare de to—

— Okay. — Respondió Kyo tomando de su café con una leve sonrisa por el sabor, definitivamente volvería a esta cafetería.

— ¿que? — Pestañeo sorprendida por su respuesta, sinceramente no espero que aceptara tan fácilmente.

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