A Demon's Tale Thirty-five.

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Kyo fue a la escuela con toda la intención de ignorar a los nuevos estudiantes, después de todo eso era lo que hacía con el resto — Con los que se comportaban, el resto era mordido con diligencia — por lo que no debería probar ser una tarea difícil ¿no? No espero que lo fuera hasta que lo primero que vio en la mañana en su camino a entrar a la escuela fue un pequeño auricular que recogió por curiosidad, para luego ver una mata de cabello castaño buscando en el piso de forma frenética, Maldijo su suerte y lo entregó a su dueño, pero se retiro antes de las presentaciónes, el destino y las modales se pueden ir al infierno por lo que a ella le importaba.

—  ¿De mal humor? — Pregunto Byakuran colgándose de su cuello como siempre, Kyo ya dio por perdida la batalla de quitárselo de encima al darse cuenta que probablemente el albino era un masoquista de closet, es decir nadie puede recibir tanto castigo y seguir buscando más sin secretamente disfrutarlo.

— Mhmm. — Murmuró elevando una ceja al ver a Drake prácticamente arrastrándose por las paredes de la escuela de seguro para llevar a su casillero.

— Uh, alguien parece no estar llevando bien el entrenamiento ¡Le daré un malvavisco! Eso le animará. — Le Soltó para ir a consolar al chico con bolsa de malvavisco en la mano.

— Kyo-Sama, su celular. — Se lo ofreció su sombra y ella elevó una ceja tomando este, nadie le hablaba en horas de clase,  a menos de que fuera una emergencia...

Abrió la app de mensajes viendo varios corazones, y GIF de distintos famosos enviando besos, junto con sticker cariñosos.... Eran tan cursi.

— Idiota... — Murmuró sintiendo como una leve sonrisa quería nacer en sus labios, pero negó con la cabeza respondiendo a su mensaje.

Te mordere.

Envio no esperando una respuesta, pero extrañamente recibió una respuesta casi de inmediato haciendo que pestañeara.

Por favor hazlo.

Junto con un emoji cerrando un ojo y Kyo tiro su celular al piso por puro instinto como si le quemara el contacto, pero era otra cosa la que ardía —Ella no se sonrojo, no hacia era una carnívora después de todo—.

— ¿Kyo-Sama? — Pregunto Tetsuya sorprendido por el comportamiento de su jefa.

— Tengo que ir a clases. — Evitó el tema dirigiéndose a su salón aún cuando faltaba tiempo para que tocará la campana, sin recoger su celular.

Su sombra solo reviso su celular en caso de que llegara a necesitar comprar otro, pero por suerte el celular sobrevivió el golpe por lo que lo guardo nuevamente en su bolsillo y decidió seguir a la chica.

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— ¡Oh compartimos clases! ¡Eso es tan extremo! — Grito Ryohei en cuanto entró a la clase prácticamente corriendo hasta ella.

— ¿Lo conoces Kyo-chan? — Pregunto Byakuran qué intentaba meter más malvavisco en la boca de un zombie Tim acostado sobre su escritorio.

— Herviboro ruidoso. — Contestó, por supuesto que lo conocía, era difícil olvidar al niño que la reto a una pelea a diario por casi toda su infancia — al menos la parte que paso en Japón — aún después de patear su trasero, a diario.

— ¡me recuerdas! ¡Eso es extremo! — Grito emocionado. —¡Deberíamos pelear! — Ante eso el salón se quedó en silencio, y varios se cuestionaron la sanidad mental del chico... Es decir ¿que clase de persona que conocía a Kyo la retaria a una pelea? Nadie en sus cabales claramente.

— Pelear en terreno escolar está prohibido. — Eso era quizás lo más hipócrita que salió de los labios de la chica pero nadie se atrevió a decir eso en voz alta, ellos no querían ser mordidos después de todo.

— Eso es lo más hipócrita que has dicho. — Dijo Timothy terminando de tragar los dulces alejando a Byakuran.

— No busco peleas, me defiendo. — Contestó con suficiencia, como toda Hibari responsable se sabía sus leyes para salirse con la suya ¿que? A pesar de la creencia común los Hibari —que no se dedicaban al crimen — respetaban la ley, tan sólo... Encontraban aprovechaban ciertas lagunas legales más que la mayoría.

— Eso es un tecnicismo, y lo sabes. — La acusó pero ella solo se bajó de hombros.

— ¡Tu eres nuevo! ¿Son amigos? — Intervino el boxeador. — Soy Sasagawa Ryohei, un gusto — Dijo haciendo una reverencia exagerada.

— Timothy Drake. — Se presento no estirando su mano sabiendo de las costumbres japonesas.

— Byakuran. — Se presento el italiano cuando la campana se hizo presente. — Oww que mal ya debo irme ¡Hasta luego Kyo-chan! — Se despidió saliendo por la puerta mientras el resto de los estudiantes entraban.

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A pesar de lo ruidoso que Ryohei podía parecer si sabía comportarse en clases, lo que Kyo agradeció mentalmente hasta que escucho una explosión. Ahora en ciudades normales, esto podría causar alarma en la mayoría del cuerpo estudiantil... Pero en Gótica, lo único que pasó fue que el profesor abrió la puerta de la sala dándole un permiso a Kyo para salir retomando la clase enseguida sin importarle las explosiones que siguieron.

Al final del primero período, Kyo mordió hasta la muerte a Gokudera, y a Tsunayoshi por indecencia en público — Debido a su falta de ropa— por lo que ambos eran actuales residentes en la enfermería.

— ¿Todos los de tu ciudad son así? — Pregunto sinceramente curioso Drake durante el almuerzo.

Kyo tan solo elevó una ceja, porque estaba segura de que si alguien no podía juzgar a otra persona por los locos de su ciudad, este alguien debía ser de Gótica, es decir... El lugar era un maldito desfile de Halloween cada día del año.

— Veo punto. — Contestó suspirando. — Por cierto ¿hablaste con Richard?

— Mhmm. — Asintió con la cabeza intentando no pensar en las otras cosas que hicieron a parte de hablar— Ella no pensaría en eso de nuevo, no si podía evitarlo, y los mensajes en su celular no ayudaban en esto, quizás tan sólo debería tirarlo por el baño... —.

— ¿cuando planeas decirle a tu sabes quién? — Quiso saber curioso, porque en su mente lo antes que pasara bajo el ala del murciélago, antes salía del infierno que era el entrenamiento espartano de la japonesa. —Tim estaba convencido de que Kyo era una sádica y nadie podía cambiar su opinión al respecto —

— Fon. — Contestó y él elevó una ceja, hasta que recordó el nombre.

— ¿cuando llegue tu tío? — Ser un frente unido parecía un buen plan, bueno Kyo no era del tipo que dejara algo al azar. — ¿y cuando sería eso? — Ante eso solo se bajó de hombros y suspiro... Tan solo esperaba no morir antes de que el mayor llegara.

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Nota: Ven otro capítulo! Falta menos para que llegue Jason! Oh y aun no pienso en un interlude? Sugerencias? Vamos necesito ayudaaaa

Gracias por leer, y por los comentarios en el otro cap, fue divertido leerlos, y recuerden dos comentarios mínimos!

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