Interlude 2

601 67 4
                                    


A veces Batman se preguntaba si los contrabandistas no se cansaban de ser golpeados por el y terminar en la cárcel, era simple curiosidad, ya que estaba seguro que al menos una vez cada par de meses se encontraba con los mismos idiotas que intentaban vender bienes robados por todo el mundo en Gótica, entre otras cosas. Los bastardos eran persistentes eso se los tenía que reconocer, si tan solo usarán esa habilidad para crear negocios legales estaba seguro que no tendrían problemas pero perro viejo no aprendía nuevos trucos al parecer por lo que preferían tener sus traseros pateado que hacerse legales.

Suspiro revisando la lista de cosas que habían contrabandeado para asegurarse que todo estuviera en su lugar cuando la policía llegara, elevó una ceja ante el último objeto ¿un zorro? ¿Porque un animal común sería un objeto valioso? Al parecer venía de Japón, pero no veía porque eso afectaría su valor, los zorros eran animales comunes aún en Asia así que... Con un corazonada se dirigió en busca del animal a la bodega donde todo estaba almacenado.

Reviso las cajas con sus etiquetas hasta que llegó a una que era especialmente grande y tenía algunos agujeros, de seguro para que la criatura respirara. El tamaño de la caja le llamó la atención, Dudaba que los delincuentes usarán una tan grande solo para asegurar la comodidad del animal así que con cuidado usando una palanca de fierro abrió la caja dejando ver unos barrotes de metal... Una jaula.

— ¿Eso es...? — A su lado apareció Robin agachandose para ver mejor el contenido de la caja y Batman también se Inclino.

Una niña.

En una esquina de la caja, con un kimono azul y blanco algo sucio, largo cabello negro, piel de porcelana y ojos de un gris eléctrico se encontraba una niña que les miraba con desconfianza, al ver el collar y los grilletes en sus muñecas y tobillos podían entender su mirada.

— Tiene orejas... — Murmuró Richard y Batman quiso cuestionarlo porque los humanos tendian a tener orejas... Esperen, al parecer estuvo tan distraído por encontrar una niña en una caja, que olvidó notar ciertos detalles.

Cómo las orejas de zorro en su cabeza junto con sus tres colas, y los caninos que sobresalían de sus labios, y fijándose bien sus uñas eran más afiladas que las de un humano promedio. Bueno ahora lo del zorro tenía sentido, al parecer tendria que investigar sobre el folklor japonés un poco.

——(0-0)——

Los Kitsune, se encontraban ligados a la deidad Inari, Dios de la fertilidad, agricultura, arroz y bueno pues los zorros. Los Kitsune parecían ser sus sirvientes, mensajeros o a veces incluso el mismo dios.

Estas criaturas al parecer tenían habilidades mágicas, la más destacable era la de transformar se en humanos, y por lo general actuaban protegiendo bosques o aldeas, aunque también se les conocía por hacerle travesuras a los humanos.

Otra cosa que encontró era el hecho de que por el numero de colas podías saber que tan viejo y poderoso era uno, el que encontró tenía tres colas, por lo que sus presunciones debían ser correctas y el pequeño espíritu todavía debía ser un cachorro, razón por la que seguro fue presa fácil de los Cazadores.

Actualmente el espíritu se estaba quedando en la mansión, con su apariencia y habilidades no creyó que fuera algo que la policía local pudiera manejar, por lo que se la llevó antes de que estos llegarán.

En un principio temió que fuera difícil tratar con la niña... Es decir después de lo que experimento a mano de los humanos esperaba que mostrará señales de trauma y desconfianza en contra de los humanos, pero a diferencia de esto en cuanto la dejó salir de la jaula para poder tratar sus heridas y saber mas sobre ella, esta pareció examinarlo con la mirada, a lo que el se mantuvo firme esperando que terminará su juicio, al final ella Asintió y siguió cada una de sus órdenes al pie de la letra sin quejarse o presentar problemas, Ahora, Batman tenía un problema.

The Demon of Gotham Donde viven las historias. Descúbrelo ahora