Interlude 6

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Lucius Malfoy era el orgulloso padre de una hija dotada con el don del conocimiento, y curiosidad, que pasaba más tiempo en biblioteca de su casa que en el patio con una escoba, porque "¿y si me caigo? Si los humanos estuvieran hechos para volar tendrían alas y la última vez que revisé yo no tengo, así que prefiero tener los pies en el suelo, gracias" cabe mencionar que Lyra tan solo tenía cinco años durante esa conversación, y Lucius estaba bastante seguro que así no era como niños de cinco años deberían hablar o actuar, pero su hija era una Malfoy y como tal era especial y distinta al resto, estaba en su sangre estar por sobre el resto de sus pares.

— Padre. — Le llamó su pequeña viéndole con esos ojos grises llenos de vida y curiosidad. — ¿puedo tener libros nuevos? Ya leí los de la biblioteca, por favor. — Pidió haciendo un pequeño puchero.

— Por supuesto amor, podemos ir a comprarlos juntos, ¿y tal vez algunos vestidos también? — Una pequeña sonrisa cómplice nació en los labios de su pequeña.

— Me malcrias demasiado padre. — Sonrió brillando de emoción y el mayor tan solo acarició su cabello suavemente, tal vez lo hacía, pero Lyra era su primera y única hija, tenía todo el derecho de malcriarla.

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No estaba segura con certeza cuando supo que era diferente al resto, pero desde que tenía uso de razón, sabía de cosas y lugares que ningún niño, o mago debería saber. La mayoría de los adultos la llamaban un prodigio por eso, pero Lyra sabía que había algo más así que devoró cada libro en la biblioteca familiar hasta que dio con un hechizo que le ayudaría a aclarar su mente, y vaya que lo hizo.

Después de un leve mareo momentáneo hasta la última memoria de su vida pasada se desarrolló frente a sus ojos y como un puzzle todo cayó en su lugar.

Ahora no sólo tenía un cuerpo saludable ¡Tenía magia! ¿Que tan genial era eso? El único problema es que a pesar de tener magia, su vida era bastante monótona... Era una niña así que como tal no tenía permitido hacer muchas cosas, asi que retomo uno de sus hobbys de su primera vida, la lectura.

Con entusiasmo Leyó todo lo que pudo sobre el mundo mágico que pudo encontrar en la biblioteca de su casa, y cuando eso no fue suficiente su Padre le compró más libros, e incluso su padrino Sev le trajo libros avanzados y en uno de ellos fue donde Lyra de 7 años encontró algo que prometía mantenerla entretenida por al menos un año o dos.

— No estamos robando Dobby, el tío sev dijo que podía tomar lo que quisiera de su cocina. — No era su culpa que en su cocina también tuviera ingredientes para pociones que le venían como anillo al dedo para su pequeño proyecto personal.

— Pero Ama Lyra... — Murmuró el Elfo cuidando la entrada.

— Tranquilo Dobby, si nos descubren diré que fue mi idea. — Lo que era la verdad, y si aún intentaban tomar medidas en contra del elfo, le daría una bufanda para que fuera libre, Lyra no estaba muy cómoda con la esclavitud, pero al parecer la mayoría de los elfos de su casa llevaban trabajando generaciones para su familia y lo veían como un honor, y la última vez que se ofreció a liberar a uno, este terminó llorando e intentó castigar se porque según él le había fallado de alguna forma y por eso ya no lo quería más.

Sonrió cuando encontró todos los ingredientes y se los dio a Dobby para que los llevara a su pequeño escondite en la mansión, que era una sala de música que ya nadie usaba, ventajas de tener una mansión, habían varias habitaciónes sin usar que podían ser usadas como escondites.

— ¿Que estas haciendo? — Pregunto su tío entrando a la cocina viéndole con precaucion como si supiera de su pequeña travesura.

— Nada Tio Sev. — Contestó viéndole lo más inocente que pudo.

The Demon of Gotham Donde viven las historias. Descúbrelo ahora