A Demon's Tale, One.

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Ser diagnosticada con una enfermedad incurable a la corta edad de 5 años hacia que tu vida prontamente se volviera un sin fin de hospitales, exámenes médicos, doctores, olor a cloro y un interminable aburrimiento debido a que estar en tu habitación todo el día todos los días, sin poder realizar ninguna actividad física que afectará tu ya débil cuerpo.

Su única diversión durante sus oscuros días de infancia, eran los mangas y libros que sus hermanos solían traerle para que no muriera del aburrimiento antes de tiempo.

Uno de sus mangas favoritos era Katekyo Hitman Reborn! La trama en sí le pareció ridícula, el dibujo de los personajes no estaba entre sus top ten, y el protagonista dejaba mucho que desear honestamente, pero la razón de ser su favorito era una sola, Kyoya Hibari.

El personaje aunque frío, tenía un lado dulce por los animales, no miraba a nadie con pena y trataba a todos igual, sin mencionar que tenía un cuerpo y salud envidiables, a veces solía preguntarse que sería tener un cuerpo así en lugar de uno tan frágil como el suyo.

Además de sus mangas, sus libros favoritos eran los de biología y medicina. Sabía que era muy poco probable que encontrara alguna cura o tratamiento alternativo por su cuenta que extendiera su vida un poco más, lo suficiente para que al menos fuera capaz de ver los árboles de cereza florecer... Pero aún así la esperanza era lo último que se perdía ¿no?

En su cumpleaños número 15 toda la esperanza se perdió cuando escucho el último bip del monitor que dejaba saber su ritmo cardíaco, y mientras se despedía de un mundo que nunca podría conocer más allá de fotos e historias cursis, por un segundo deseo que si la reencarnación era real, en su próxima vida tuviera un cuerpo más sano y fuerte, como el de Hibari-Sama.

Al abrir los ojos y recordar diez años de estar en una camilla sin poder moverse más que para dar un par de pasos, Kyoka decidió que le levantaría un altar a Dios o a cualquiera que fuera la deidad que no sólo le concedió una nueva vida, sino la vida del mismo personaje que admiro la mayor parte de su vida pasada.

Kyoka Hibari, era la única hija del matrimonio Hibari. Kyoutaro Hibari era el jefe de policía local lo que explicaba como Hibari siempre se salía con la suya, Kikyo Hibari por otra parte era un misterio, pero estaba segura que involucraba los Yakuza, pero realmente no le importaba mucho ya que ambos de sus Padres la querían y mimaban así que ¿que importaba si había un poco de sangre en sus manos? ¿Un par de cadáveres en el patio? Sus padres eran maravillosos con ella y eso era lo que contaba.

Kyo-chan no siempre supo quien fue, para su suerte no tuvo que lidiar con estar atrapada en el cuerpo de un bebé o pasar por el traumatico parto, ya que sus memorias volvieron a ella luego de que un entrenamiento con su Madre se saliera de control y tuviera un pequeño accidente golpeando su cabeza con fuerza contra una pared.

El golpe, más algo de fiebre por unos días parecieron devolver le sus memorias y con eso darle una nueva resolución. Primero, tenía que irse de Nanimori; podía haber disfrutado del manga y anime hasta cierta extensión, pero eso no quería decir que fuera a hacer de peon del destino y en especial no se convertiría en la guardiana de alguien tan patético como Tsunayoshi, entrenarlo desde temprana edad para ser menos patético parecía una opción razonable pero luego estaba el hecho de que no quería formar parte de la mafia, no gracias.

Segundo, su más grande sueño en su primera vida fue ser doctora y curar personas en situaciones parecidas a la suya, con sus llamas eso quizás podría ser más fácil de lo esperado, así que la mafia estaba fuera de la mesa y por lo tanto Nanimori también. Kyoka no tenía duda en su mente de que llegado el momento Reborn se las ingeniara para hacerla la guardiana de Tsuna, claro podía pretender ser débil y de esa forma no gatillar el interés del Hitman... Pero Lambo tampoco era fuerte y aún así fue elegido guardián, además estaba el hecho de que Fon era su tío, y por sólo eso ya de seguro su nombre estaría en cualquier lista para Candidatos de guardián que el mayor hiciera.

Y también estaba el hecho de que se sentía extrañamente cómoda con la personalidad original del carnívoro, ¿no tener que fingir que le importaban los problemas de otros? ¿Disparar primero y preguntar después? ¿Evitar el hacinamiento? Perfecto para ella, ¿metaforas de animales? Quizás no su primera opción pero podía trabajar con ello. Por eso fingir ser débil para no atraer atención no querida no era una opción.

— Tetsuya. — Llamó a su mano derecha, al parecer los fanfics donde decían que la familia de Tetsu-chan eran siervos de la familia Hibari tenían razón, algo bastante conveniente para ella.

La puerta de papel se deslizó viendo al niño mayor que ella por unos dos años arrodillado frente a ella.

—¿Si, Kyoka-sama? — Pregunto de forma educada el niño mirando la taza de te en sus manos. —¿desea otra taza de té?

— No, ahora quiero algo más importante. — Dijo pensando bien en sus próximas palabras. — Quiero una lista con las mejores escuelas a nivel mundial. — Ordenó decidiendo que estudiar en el extranjero mientras la trama del manga se desarrollaba era un buen plan de acción.

— Como usted ordene, Kyoka-sama. — Hizo una leve reverencia el chico antes de irse dejándola sola con sus pensamientos.

Una vez con la idea general de un plan, debía decidir los detalles. Conseguir la aprobación de sus padres no sería muy difícil, por lo que tenía entendido los Hibari eran muy posesivos y territoriales por lo que aunque tenía una gran familia pocas veces los veía ya que preferían no salir de sus dominios, estaba segura que a pesar de ser una niña sus padres entenderían su deseo de expandir sus horizontes y buscar su propio lugar, además en los animes la lógica pocas veces aplicaba por lo que la suerte debería estar a su favor.

Por su entrenamiento no se preocupaba, estaba segura de que sus Padres conseguirían a los mejores tutores para ella, pero un guardián... ¡Oh! Podía usar a su Tío Fon. A diferencia del manga y anime, aquí Fon tenía el aspecto de un adulto normal, y estaba buscando poner distancia entre él y sus antiguos empleadores por lo que salir de Asia le vendría como anillo al dedo, así Fon podría ser su tutor y entrenar la ¡y todo el mundo salía ganando! Oh su genialidad a veces la impresionaba a si misma.

—Kyoka-sama. — Pestañeo un par de veces volviendo de sus pensamientos notando que la taza en sus manos estaba fría, ¿cuánto tiempo estuvo pensando?

— Puedes pasar. — afirmó dejando la taza sobre el escritorio.

— Aquí está la lista como pidió, están ordenadas por excelencia, si quiere puedo hacerlo por país o idioma. — Sugirió colocándose de pie para entregarle la lista en sus manos.

—No, así esta bien, quiero una taza de Té ahora. — Pidió hojeando la lista que parecía tener una extensión bastante considerable.

— Por supuesto. — Se retiro nuevamente y Kyoka miró la lista antes de lanzar todas las hojas al aire.

Tomó una al azar y luego subió y bajó por los nombres de las escuelas con los ojos cerrados. Finalmente paro y abrió sus ojos para leer el nombre de la institución elegida.

— Academia de Ciudad Gótica. — Elevó una ceja, el nombre le sonaba de alguna parte pero no estaba segura de donde... Tal vez era una señal de que escogió bien, oh bien, siempre quiso una oportunidad para ver que tan fluido era su inglés, Estados Unidos tendría que ser.

The Demon of Gotham Donde viven las historias. Descúbrelo ahora