A Demon's Tale Fifty-three

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Kyo veía un poco nerviosa sus manos, mientras Ivy terminaba de arreglar su maquillaje, se sentía un poco mal por ella y Harley, que no podían atender al baile debido a sus pasados criminales pero Byakuran quien no quería ir a ninguna parte sin sus chicas favoritas — Y Kyo noto la forma en que los ojos de Pamela se iluminaron ligeramente mientras negaba ante las excentricidades del albino — decidió quedarse con ellas para salir a su propio baile, de seguro a un club de dudosa reputación pero con Pamela Dudaba que las cosas se salieran monumental mente de control así que por hoy los dejaría ser.

— Listo. — Afirmó la pelirroja retirando la brocha que uso para pintar sus labios, y ella se miró en el espejo.

Sus labios estaban pintados de un azul del mismo color que su vestido, su cabello recogido varias trenzas que hacían un moño, dejando su cuello expuesto. Sus pestañas negras y más largas que nunca, junto con sus párpados pintados de varios colores imitando su cabello, todo iba a juego con algo de brillo en sus mejillas, la villana claramente sabía lo que hacía.

— Mhmm. — Murmuró mirando a la mayor con agradecimiento en su mirada y por la forma en que Asintió noto que entendió el silencioso mensaje.

— Ahora, vamos, no quieres llegar tarde. — Le ayudo a colocarse de pie para salir de la habitación, y Kyo tomó una ligera respiración, hoy sería una gran noche.

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Dick solo estaba ligeramente nervioso esperando a su novia a los pies de la escalera. Aún no revelaban que estaban saliendo juntos, pero por las miradas de Bruce y Fon ambos sabían, el millonario parecía querer decir algo respecto cada vez que sus miradas se encontraban, pero cada vez que hacía un ademán de acercarse Fon se acercaría un poco más, y le regalaría una pequeña sonrisa que lo devolviera a su lugar, de eso sacaba un par de conclusiones.

Primero Fon probablemente sabía de ellos desde el inicio —Era un Hibari después de todo y no puedes esconderle cosas a un Hibari por mucho tiempo —, segundo por la forma en que retenía a Bruce los apoyaba y daba su espacio lo que agradeció desde el fondo de su corazón, y tercero por la manera en que Bruce peleaba para mantener la compostura después de cada dulce sonrisa de Fon, Dick no era el único que sufriría en las manos de Kikyo Hibari una vez se enterara de las personas que... Favorecían a su hija y hermano menor, un escalofrío lo recorrió ante el pensamiento de lo que esa mujer le haría una vez se enterara, en especial dado lo que pasaría hoy.

Tuvo que toser un poco para evitar sonreír como un idiota al pensar en el final de la noche, cuando se fueran a una de las casas de seguridad que se aseguró de preparar — Por supuesto se aseguró de quitar cualquier dispositivo dejado por el murciélago, al encontrar micrófonos y cámaras Suspiro de alivio por haberlas quitado antes de la gran noche — para ellos. Dick sabía que sería la primera vez de Kyo por lo que quería que fuera perfecto, sin mencionar que se aseguró de hacerlo extra cursi sabiendo que la japonesa rodaria sus ojos pero en sus labios una ligera sonrisa llena de afecto adornaria sus labios, sip, Richard conocía a su Kyo lo suficientemente bien como para saber que aunque por fuera parecía querer vomitar arco iris por las cosas cursi que hacía, por dentro se derretia un poco más por él, razón por las que lo seguía haciendo.

—Wow... — Murmuró Fon sacándole de sus pensamientos y miró al asiático notando que este miraba el inicio de las escaleras, lo que le recibió fue la vista de un ángel.

Su vestido era de un profundo azul, con una tela que se veía suave al tacto, falda larga hasta los tobillos donde unos tacones negros con un moño adornaban los pies de Kyo. La falda tenía pequeñas estrellas y lunas bordadas con extremo detalle, y la parte de arriba era de hombros caídos, abrazándo el cuerpo de la japonesa de la forma correcta para mostrar la piel de porcelana de la chica, sin llegar a mostrar demasiado.

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