—Dime.— Dijo Lalisa con un gruñido bajo mientras atraía a Jennie por la amplia escalera hasta el segundo piso y entró en su despacho. Cerró la puerta y atrapó a Jennie contra ella, con la boca en el cuello de Jennie un instante después.
—¿Todo está bien?— Pregunto Lisa. Jennie inclinó la cabeza hacia atrás, exponiendo su garganta aún más. Los colmillos de Lisa, grandes y letales, presionaban contra su yugular.
—Esto es ahora.— Dijo Jennie.
Lisa pasó una garra de punta roma en el centro del pecho de Jennie, abriendo su camiseta negra. Una boca caliente se cerró sobre el pecho de Jennie y el fuego se agitó profundamente en su vientre. Agarró la parte de atrás de la camisa de Lisa y la rasgó del cuello al dobladillo, rasgando los fragmentos con ambas manos hasta que la piel resbaladiza de Lisa se presionó contra su desnudez.
La ansiedad inquietante de su lobo se desvaneció, reemplazada por un impulso celoso de unirse, para reclamar su lugar al lado de su compañera, para completar su unión. Con Lisa de vuelta en la tierra de la manada y su poder se irradia a todos dentro de millas del Compuesto, la manada se calmaría también. Y Jennie estaría llena. Leyéndola como siempre hacía, Lisa levantó la cabeza y murmuró: —Nunca me quedaría lejos si pudiera evitarlo.
—Muéstrame.— Dijo Jennie, raspando sus dientes a lo largo de la mandíbula de Lisa.
Los labios de Lisa retrocedieron en una sonrisa salvaje, con un brillo sumamente arrogante en sus ojos de lobo, y ella se puso de rodillas. Sacó el broche de presión y cremallera del uniforme de campaña de Jennie y empujó los pantalones al suelo. Jennie apenas logró patear una pierna libre antes de que Lisa tomara su clítoris dilatado profundamente en su boca. El calor le resplandeció por la espalda, el abdomen se tensó, y la piel rodó bajo de su piel. Jennie se preparó, y en la primera pulsación de los colmillos de Lisa a la base de su clítoris, una liberación rompió en cascada a través de ella.
Sus garras brotaron de sus dedos, y ella recorrió los hombros de Lisa, necesitando más. Al oír su llamada silenciosa, Lisa se puso en pie, apartándose la ropa con una mano y separando las piernas de Jennie con la otra. Ella empujó sus caderas entre los muslos de Jennie, su clítoris encajando perfectamente bajo del de Jennie. Con una inclinación de sus caderas y un fuerte agudo, las encerró, asegurando que sus esencias se mezclarían cuando ella se corriera. Agarrando las muñecas de Jennie, la sostuvo contra la áspera puerta de madera y la besó con fuerza, demasiado cerca para esperar.
Había esperado demasiado tiempo ya, y el impulso primordial de aparearse la dominó. Un empuje, dos, y sus músculos abdominales se apretaron. Su liberación fue rápida y furiosa, mil garras destrozando su alma. Volvió la cabeza hacia atrás con un aullido y se pasó las a profundidades de Jennie.
Cuando los colmillos de Jennie se deslizaron en la mordedura de su pecho, se volvió a correr. Jadeante, vaciada, se desplomó y sintió que los brazos de su compañera la rodeaban, protegiéndola y dándole la bienvenida. Jennie acarició el pelo húmedo del cuello de Lisa y acunó la cabeza de Lisa contra su hombro. Ella palpitó dentro, sintiendo que el poder de Lisa la llenaba.
—Te amo.— Dijo Jennie. Lisa suspiró y besó el pulso en la garganta de Jennie.
—Te amo. ¿Cómo están los jóvenes?— Dijo Lalisa. Jennie entrelazó sus dedos por el cabello de Lisa y la besó en la sien.
—Fuertes y bien.— Dijo Jennie.
—Ojalá nunca tuviera que estar lejos de ninguno de ustedes.— Dijo Lalisa.
—Lo sé.— Dijo Jennie y acarició la espalda de Lisa, trazando los músculos tan familiares para ella como un reflejo de su propio rostro. Sin embargo, cada toque era un milagro. Lisa era de ella para cuidar, defender y amar. Y de ella para apoyar.
— Pero debes hacer lo que se necesita para la manada. Si no puedo estar siempre contigo, siempre estaré aquí cuando regreses.— Dijo Jennie.
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Empire (The Hunt) [Finalizada]
FanfictionCuando las sombras llenan la noche, es difícil decirle amigo a un enemigo. Con el joven para elevar y su manada bajo ataque, Lalisa, Alfa de lobos Were, asume su mayor desafío cuando se determina para descubrir a los enemigos sin rostro conocidos co...