Empire (The Hunt) [Finalizada]

Episodio 120

 Lauren estudió la extensa casa. Una sola luz ardía en el amplio porche y un puñado de Adelaides brillaba detrás de las ventanas en el primer piso. Ariana no estaría en ninguna de esas habitaciones. Ella estaría bajo tierra, probablemente en un búnker fortificado. Sus guardias estarían cerca, listos para defenderse de los atacantes y llevarla a un lugar seguro.

— ¿Tienes los explosivos?— Dijo Lauren a su jefe de seguridad.

— Sí, Lieja.

— ¿Señora de la Guerra? ¿Valoración?— Preguntó Lauren. Merihan escudriñó el edificio, no vio más fuerza que dos guardias en la parte delantera y trasera. El resto de las instalaciones parecía desierta.

— Tenemos que desactivar cualquier vehículo tan pronto como comencemos el ataque. Los sirvientes de Ariana tratarán de sacarla.— Dijo Merihan y miró a Halsey. — Las limusinas estarán en la parte trasera del edificio. Dos de sus soldados con RPGs deberían ser suficiente.

— Yo me encargaré.— Dijo Halsey. Merihan volvió a Lauren.

— Envía a los lobos para incapacitar a los guardias en las puertas exteriores. Los lobos serán inesperados, y serán rápidos. Una vez que acaben con los guardias, entramos en masa. Tenemos que ser rápidos y mortales.— Dijo Merihan. Lauren se rió.

— ¿Alguna otra cosa?— Pregunto Lauren

— Cualquiera que nos encontremos debe morir.

— Wilmar.— Dijo Lauren sin vacilar.— Elige cuatro de tus más rápidos. Ataca a la garganta. Vamos a estar justo detrás de ti y tomaremos las cabezas.

— Un minuto. — Wilmar señaló a Mikasa y dos de sus tenientes más experimentados. Ellos cambiaron juntos y, en un ladrido corto de Wilmar, se desplazaron a través de los terrenos sembrados de la luna hacia la guarida de Ariana.

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Lisa, Jennie, Irene y otros tres sentries corrieron hacia el muelle de carga. Al mismo tiempo, el pelotón de Jisoo se separó de las sombras y pasó por una rampa a la entrada subterránea. Lisa encendió la radio.

— Tres, dos, uno.

Agarró la parte inferior de la puerta de seguridad de acero con ambas manos y lo arrancó de sus bisagras. Se enrolló como la persiana de una ventana separada de su cuerda, revelando un espacio de dos pisos iluminado por tenues luces de seguridad a nivel del suelo. Enormes hornos, purificadores de agua, acondicionadores de aire, y otras maquinarias, todos controlando el ambiente interno del edificio, zumbaban y sonaban.

Desde algún lugar a la izquierda, oyó un ruido sordo tranquila de otra puerta abriéndose. Jisoo se encontraba dentro. Lalisa llevó al pelotón con cautela. ¿Dónde estaban los ingenieros, la gente de mantenimiento, la seguridad para el caso? ¿Por qué nadie había intentado detenerlos todavía?

— No me gusta.— Murmuró Jennie.

— No.— Dijo Lisa. — Huele como una trampa.

— ¿Las escaleras?— Preguntó Jennie.

— Probablemente... o el ascensor. Ahí es donde planearía la emboscada.— Dijo Lisa y se comunicó por radio con Jisoo.

— ¿Sí?—Preguntó Jisoo.

— Una limusina Vampiro y algunos vehículos civiles. No hay guardias.— Dijo Lisa.

— Aléjate de los ascensores y escaleras. Sube por la rampa del aparcamiento al primer nivel de la oficina y esperar a mi señal para entrar.

— ¿Qué hay de nosotros?— Dijo Jennie cuando Lisa terminó. Lisa sonrió con anticipación.

— Una cosa que todos estos viejos edificios de la fábrica tenían eran escaleras de incendios exteriores. Estoy apostando que todavía lo hacen.— Dijo Lisa.

Los lobos volaron por el aire y se tomaron a los guardias Vampiro de Ariana en el silencio, arrancando sus gargantas con mordeduras salvajes. Las lesiones no fueron letales para los Vampiros, pero los ataques fueron lo suficientemente rápidos para que los Vampiros no pudieran comenzar a recuperarse antes de que Lauren y los demás aterrizaran junto a ellos con las espadas desenvainadas y tomaran sus cabezas. 

Cuando Sofia disparó una granada de choque en la puerta principal, Mikasa y Dua Lipa desactivaron las limusinas estacionadas cerca. La amplia y pesada puerta se astilló hacia adentro, estalló en miles de fragmentos de palillo. Cuando los Vampiros y Weres de Lauren fluyeron en la guarida de Ariana, el Perro salió de las sombras y los siguió como una marea negra.