Episodio 35

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—Mi entendimiento es que Michael Jauregui te ha sustituido.— Dijo Felix. Ariana deslizó un dedo entre los labios hinchados del sexo de la esclava y la masajeó.

—¿Y él me ha reemplazado en tu servicio, Felix? ¿Le has tomado confianza en tus planes a largo plazo?— Las manos de Felix se apretaron a los costados y el color le cubrió el cuello.

—No.

—Eso pensaba. Entonces, seguimos teniendo el mismo objetivo, ¿verdad?— Dijo Ariana.

—Mis planes siempre han sido los mismos. — Dijo Felix con brusquedad. Ariana levantó a la hembra hasta que su garganta estaba a corta distancia.

—Entonces, estoy tan feliz de saber que aún estamos en el mismo lado.— Ella golpeó, y la hembra convulsionó en sus manos. Observó a Felix mientras se alimentaba, su orgasmo una corriente agradable a descarga de poder.

Se preguntó cuánto tiempo después de haberla dejado, se aliviaría de la erección tirando de sus pantalones. Disfrutando de la gota de sudor que rodó por su mejilla, envió una imagen de él follándo a la esclava, con las manos alrededor de su garganta, sus gritos mientras golpeaba dentro de ella. Él tembló y le susurró: —Dios.— Contenta de haber adivinado su secreto, levantó la cabeza y lamió las punciones de la garganta del esclavo.

—La doctora Arango está lista para volver al trabajo. Es probable que necesite otros especímenes. Tenemos que ver que ella los reciba.— Dijo Ariana. Felix parpadeó, su cara floja.

—¿Qué quieres decir?— Pregunto él.

—Lalisa acaba de destruir la manada de Kai, y no todos los Blackpaws están contentos con la nueva dirección. Podemos usarlos para atacar donde no podemos, y con sus recursos, podemos ver que sus ataques sirvan a nuestros fines. Lisa no se esperará ningún tipo de represalia organizada tan pronto.— Dijo Ariana. El pecho de Felix se alzó y él tiró de la chaqueta cerrada en un intento de cubrir la evidencia de su excitación.

—¿Estás lista para ir a la guerra con los Weres?— Preguntó él.

—Estamos listos.— Dijo Ariana y apartó a la esclava, salió de la cama, y se deslizó al lado de Felix. —¿No es así?

—He estado listo durante treinta años.— Tragó saliva, con los ojos clavados en la mujer desnuda extendida sobre la cama.

—Con Lalisa desaparecida, los Weres se dispersarán.— Dijo Ariana pasó su mano a lo largo de su muslo, dando a su erección un traqueteo mientras lo capturaba. —Tengo un asunto del qué ocuparme, pero puedes quedarte aquí mientras piensas en mi plan.

—Ella no es fácil de matar, lo hemos intentado.— Murmuró Felix, dando un paso hacia la cama.

—La debilidad de Lisa radica en los que ama. Ahí es donde hay que atacar.— Dijo Ariana sonriendo, entró en la habitación contigua, encendió las cámaras, y se tendió en el diván para ver.

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—Líderes de pelotón, informen.— gritó un recluta por el pasillo del cuartel. Irene se levantó de su camastro y agarró sus botas.

—¿Qué está pasando?—, Dijo Wendy desde la cama opuesta.

—No lo sé. Voy a averiguarlo.— Dijo Irene. Wendy se puso de pie.

—Voy contigo.— Dijo Wendy.

—Sólo están pidiendo líderes de pelotón.— Dijo Irene.

—No eres un jefe de pelotón. — Dijo Wendy y Irene sonrió.

—Lo soy ahora que estás asignada a mí. Es sólo un pequeño pelotón.— Dijo Irene.

—Me pregunto si tu capitán comprará ese argumento.— Wendy resopló.

—Vale la pena probarlo.— Dijo Irene. Wendy se puso las botas y siguió a Irene hasta la puerta.

—¿Hay alguna ley que me prohíba estar en el porche?— Pregunto Irene.

—No, pero prepárate para que te duelan los hombros. Recuerda...— Dijo Irene.

—Oh, no lo olvidaré. Sólo soy un cachorro para todo el mundo.— Dijo Wendy.

—Todo el mundo puede ser, pero no para mí. — Dijo Irene, sorprendiéndose a sí misma.

—¿Por qué no?— Preguntó Wendy, sonaba genuinamente confundida y su incertidumbre hacía pensar en una vulnerabilidad que Irene entendía.

Ella había sido criada para ser fuerte, para no mostrar miedo, para luchar por su lugar en la manada, para estar orgullosa. Semanas de cautiverio habían empañado su orgullo y sacudido la fe en su fuerza y la hizo insegura de donde pertenecía. Wendy debía estar sintiendo lo mismo.

—Porque no te someterás, aunque quieras.— Dijo Irene.

Empire (The Hunt) [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora