Empire (The Hunt) [Finalizada]

Episodio 79

—Irene, quédate quieta,— Wendy susurró con ronca, se dejó caer detrás de la cubierta de las rocas.

—¿Wendy?— gruñó Irene, tratando de enfocar a través de la niebla que parecía estar sobre ella como una manta gruesa y húmeda.

—Sí, soy yo.— Una mano rozó la suciedad y el sudor de los ojos de Irene. —¿Qué tan mal está?

—No... demasiado mal.— Irene se tragó todo el dolor. Su visión se aclaró.

Clint se apiñó junto a Wendy, y ella frunció el ceño. Ambos habían abandonado sus puestos. Ella habría hecho lo mismo si uno de ellos hubiera sido golpeado, pero esto era diferente. Ella estaba a cargo, y tenía que pensar en lo que importaba a la manada.

—Acer está peor. Consigan dos de los reclutas para llevarlo de regreso al Compuesto. Ambos necesitan volver a la línea.— Dijo Irene.

—Llevaremos a los dos.— Dijo Clint en su barítono profundo y fácil. Se inclinó, apoyó a Acer por encima del hombro y se levantó, medio agachado, manteniendo detrás de las rocas. Miró a Wendy.

—¿Supongo que puedes manejar?— Dijo Clint. Wendy no se molestó en contestar, pero levantó fácilmente a Irene.

—¿Cuál es la situación?— Pregunto Irene y apretó la mandíbula contra el ardor en su hombro. El calor se extendió por su pecho. Sangre.

—Los Blackpaws han retrocedido. No podemos decir si han dejado el área todavía.— Dijo Wendy.

—¿Sabes algo de Levi?— Murmuró Irene.

Tenía frío, más frío que el que había tenido en toda la noche, a pesar de la luz solar que se inclinaba sobre su rostro. Se concentró en el rostro de Wendy justo por encima de ella. La mandíbula de Wendy estaba apretada, sus ojos brillando con fuerza. Su lobo estaba cerca de la superficie, y Irene se consoló en su fuerza.

—Aún no.— Dijo Wendy.

—No podemos prescindir de nadie más de la línea.— Dijo Irene. —Puedo esperar hasta que Levi envíe refuerzos.

—Ustedes dos pueden resolver esto más tarde.— Dijo Clint conversacional. —Será mejor que bajemos de esta pendiente mientras todavía está tranquilo.— Wendy se colgó el fusil al hombro.

—Vamos a movernos. Nosotros te seguiremos. Si ves a alguien, grita y te cubriré.— Dijo Wendy.

—No puedes dejar al pelotón sin un líder.— Dijo Irene mientras Wendy corría con seguridad por la ladera, —y tienes más experiencia.— Wendy retumbó.

—No soy un líder. Tú lo sabes. Sabes por qué.— Dijo Wemdy.

—Todo lo que un líder necesita es un corazón fuerte, sin miedo, y tú lo tienes.— Irene quería dormir. Ella apoyó la cabeza en el hombro de Wendy. —Sabes que tengo razón.

—Sé que crees que la tienes. Eso es lo que te hace ser el líder.— Dijo Wendy y rozó la mejilla sobre la parte superior de la cabeza de Irene. —Annie Jung-kook o pueden tomar a nuestros reclutas en sus pelotones hasta que Levi traiga más Sentries aquí.

Irene estaba demasiado cansada para discutir. El brazo de Wendy bajo su espalda la mantuvo inmóvil y segura mientras cuando se movían de la ladera al bosque denso. Su hombro no le dolía tanto. De hecho, no estaba tan fría como antes.

—Tienes que estar despierta.— murmuró Wendy.

—Lo intento.— Dijo Irene. La mano de Wendy bajo su espalda era cálida, y después de un tiempo era el único que podía sentir. Sus manos estaban entumecidas pero no parecen importar.

—¿Irene?— Pregunto Wendy. Irene se sacudió.

—¿Ya estamos en casa?— Pregunto Irene.

—Todavía no. ¿Cómo te sientes?— Dijo Wendy.

—Bastante bien. Es agradable y cálido ahora.—Dijo Irene. Wendy apoyó la mejilla sobre la frente de Irene.

—No te sientes caliente.— Dijo Wendy.

—No hay problema. Estoy bien.— Presionó su cara contra la garganta de Wendy. —Sólo con sueño.

—Irene.— Dijo Wendy con firmeza. —Quiero que te quedes despierta.— Irene inclinó la cabeza hacia atrás. La expresión de Wendy era pedregosa, tan feroz como si estuviera en una batalla.

—¿Estás loca?— Dijo Irene. Los ojos de Wendy se encontraron con los suyos. Eran de un increíble tono de verde.

—No. No estoy loca.— Dijo Wendy. Clint se detuvo al abrigo de espesos y altísimos pinos.

—¿Qué vamos a hacer con estas dos? — Pregunto Clint.

—Vamos a llevarlas a casa.— Dijo Wendy.