Empire (The Hunt) [Finalizada]

Episodio 109

— Ella no nos traicionará.— Dijo Wilmar y se frotó el pecho. —Estamos acoplados. Ella acepta lo que eso significa.

Lalisa ya había sospechado que estaban apareados, aunque Wilmar no emitió el aroma distintivo de un Were acoplado. Harper era humana y sus esencias no podían fusionarse. Mientras que una vez hubiera desconfiado de la fuerza de un vínculo entre cualquiera excepto de dos Weres, había aprendido que el vínculo mate era igual de poderoso cuando el espíritu y el corazón se fundían aunque el cuerpo no podía.

— Ella es tu compañera, y tú eres mi Centuri. Tú y yo estamos obligados por la sangre y por el juramento. Si confías en ella, nosotros también.— Dijo Lisa y escrutó a los demás, los cuales asintieron, incluyendo a Jisoo.

— Gracias, Alfa.— La tensión dejó gran cuerpo de Wilmar y el fuego se depositó en sus ojos. Jennie deslizó su mano por la espalda de Lisa y se dirigió a los demás.

— Tenemos que esperar, pero no tienen que esperar de brazos cruzados. Tenemos que preparar el Compuesto en caso de represalia, reunir toda la inteligencia que podamos, y estar listos para actuar con rapidez.— Dijo Lalisa.

— Wilmar, equipa el Rover con armas y equipo de comunicaciones. Conducirás.— Hizo un gesto a Jesse y Joy.

— Si somos capaces de rastrear a este humano a la ciudad, lo necesitaremos vigilado. Ustedes dos harán eso. Tendrán que estar atentos a Weres y Vampiros que podrían estar reuniéndose con él o, lo más importante, transportándolo.— Dijo Lisa. Los gemelos asintieron al unísono. Ellos no necesitaban dormir mucho y se comunicaban sin esfuerzo a través de su vínculo de gemelos. Serían excelentes observadores.

—Jisoo — Dijo Lisa. — necesitas escoltar al prisionero Blackpaw más allá de nuestras tierras y volver aquí tan pronto como sea posible.

—Me iré ahora. — Los ojos de Jisoo brillaron. — Puede ser un viaje corto si decide resistirse.— Lisa rió.

— Ten cuidado. Y sé rápida.— Dijo Lalisa. Jisoo se giró y salió de la habitación. Lisa agarró la nuca de Jennie.

— Nuestro tiempo de retribución está cerca.— Dijo Lisa

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—¿Me llamó?— Preguntó Adelaide y entró en el estudio de Ariana y bajó la cabeza. Ariana se levantó de la silla de cuero y estaba junto a Adelaide un segundo después. Le acarició la cara y la besó.

— ¿La llamada fue según lo previsto? — Pregunto Ariana.

— Sí, mi Reina. Carlos fue muy convincente.— Dijo Adelaide.

— ¿Qué tan pronto podemos estar listos para dar la pequeña sorpresa?— Pregunto Ariana.

— No debemos hacer que parezca demasiado simple. Carlos volverá a llamar en uno o dos días.— Dijo Adelaide.

— Muy bien. ¿Cómo está la doctora Arango?— Dijo Ariana. Adelaide hizo una mueca.

— Me temo que está... distraída.— Dijo Adelaide.

— Fantástico.— Dijo Ariana.

— Sí.—Dijo Adelaide.

— ¿Puede servir lo suficiente para que podamos sacar esto?— Pregunto Ariana.

— Sí, pero sus colegas se dará cuenta en poco tiempo.— Dijo Adelaidey vaciló. —Y también lo hará Felix Kjellberg.

— Felix se ha convertido en un pasivo. Simplemente no se puede confiar en los seres humanos. Son demasiado cortos de vista y ciegos a sus propias insuficiencias. Creo que es hora de poner fin a nuestra asociación con él.— Ariana resopló.

— Podríamos deshacernos de los dos a la vez. Podría ocurrir un desafortunado accidente durante el ataque de Lisa a los laboratorios.— Dijo Adelaide. Ariana se rió.

— Por un momento, me recordaste a Kara.— Dijo Ariana y besó a Adelaide de nuevo. — Tan deliciosamente inteligente.