Empire (The Hunt) [Finalizada]

Episodio 96

Wendy miró por encima del hombro, gruñendo suavemente, mientras la puerta se abría. Roseanne entró en la luz, el brillo detrás de ella proyectando su rostro en la sombra.

—Deberías comer algo.— Dijo Roseanne.

Wendy acarició el brazo de Irene. No había salido de su cama en toda la mañana, desde que Prima había dicho Irene estaría bien después de un turno, y la habían trasladado a una habitación del cuartel hasta que se despertara. Quería creer a Prima, quería creer de esta manada era diferente, pero los que estaban le había mentido antes. Irene aún dormía, al menos, esperaba que fuera sueño y que ella se estaba curando.

— Aún no. Ella podría despertar. Entonces necesitará ayuda para conseguir comida.— Dijo Wendy.

— Puede que no se despierte.— Dijo Roseanne y entró,, cerró la puerta suavemente detrás de ella. —Ella va a despertar. Ella es fuerte. 

— Lo sé. Ya sé lo de antes... de lo mucho que ya ha sobrevivido.— Dijo Wendy.

— Te dijo que estuvo cautiva.— Dijo Roseanne, más una afirmación que una pregunta. — Estoy tan feliz.

Wendy giró para poder seguir los movimientos de Roseanne, sabiendo que Roseanne estaba allí para ayudar a Irene, pero todavía se siente extrañamente protectora y defensiva. Irene era suya para proteger. Ella había estado cuidando de ella desde que había sido herido. Ella se encargaría de que nadie le hiciera daño nunca más.

— ¿Por qué? ¿Por qué te importa?— Dijo Wendy y Roseanne sonrió.

— Me preocupo por todos los miembros de la manada. Incluyéndote.— Dijo Roseanne.

— Lo haces.— Dijo Wendy, no pudo mantener la envidia de su voz.

Ella era como Roseanne, pero no, no tan fuerte, no tan segura. No tan digna. Todo el mundo decía que era Manada ahora, ¿pero cómo podía ser cuando no tenía lugar? Era un guerrero, pero no dominante como los demás. Podía luchar por su lugar, pelearía si debía, como siempre lo había hecho, pero ella siempre sabría que era menos.

— No importa sólo por lo que soy.— Dijo Roseanne. — Pero porque soy una Abraxas, y todos los Abraxas son mi familia.

— Sé que se supone que es así.—Dijo Wendy.

— Con el tiempo, lo creerás.— Dijo Rosé.

— ¿Es difícil,— Wendy dijo finalmente.— vivir en algún lugar... en el medio?

— ¿Es eso lo que crees que hacemos?— Dijo Roseanne.

— ¿Sabes lo que ellos llaman el Omega de una manada de lobos?— Wendy hizo una mueca.

— Sólo que el Omega es el rango más bajo en la manada.— Dijo Wendy. Kai nunca dejar había dejado que lo olvidara, incluso después de haber ganado demasiados desafíos para que él no le permitiera un lugar con los guerreros.

— Algunos se refieren a la Omega como el bromista o el embaucador. El Omega desactiva la agresión en una manada de lobos salvajes, sobre todo cuando los dominantes de mayor rango se sienten frustrados o irritables.— Dijo Roseanne.—¿No es así?

— No sé cómo ser Omega. He intentado toda mi vida no serlo.— Dijo Wendy.

— No tienes que intentarlo, simplemente lo eres.— Dijo Roseanne.

— ¿Qué significa eso? Los Blackpaws me llamaron débil, me humillaron, me golpearon hasta que les mostré que estaban equivocados. He demostrado que era más fuerte que la mayoría de ellos. He ganado mi lugar como guerrero. Yo no soy como tú, no soy un pacificador o un sanador.— Dijo Wendy.

— Sólo porque eres Omega no significa que no puedas ser un guerrero. Pero tienes algo que los otros guerreros no tienen.— Dijo Rosé. Wendy la observó con cautela. La esperanza era una extraña sensación, así como la bondad.

— ¿Qué?— Pregunto Wendy.

— La habilidad de templar el fuego con la razón, a pensar antes de atacar, de buscar un compromiso antes del combate.— Dijo Roseanne.

— ¿Eso no me hace débil?— Pregunto Wendy y Roseanne rió.

— Justo lo opuesto. Es fácil golpear, y mucho más difícil esperar. Mucho más difícil de razonar. Nuestros guerreros necesitan calma tanto como necesitan el valor para luchar. Trae a los dos. — Dijo Roseanne.

— ¿Creerán eso?— Pregunto Wendy.

— Por supuesto. Has demostrado tu fuerza y tu coraje. Tú y Clint arriesgaron sus vidas por nuestros heridos.— Dijo Roseanne. Wendy miró a Irene.

— Es una Were. No podía dejarla morir.—Dijo Wendy.

—¿Sólo una Were?— preguntó Roseanne suavemente. Wendy la miró fijamente.

— No sé lo que quieres decir.— Dijo Wendy. Sonriendo, Roseanne se acercó lentamente, sin hacer ningún movimiento repentino hacia Irene.