Empire (The Hunt) [Finalizada]

Episodio 44

Lisa esperó hasta que estuvo casi encima de ella para saltar fuera del camino, golpeando su garganta con sus garras. Su cabeza giró y golpeó con fuerza sobre sus patas traseras que sacaron sangre. Ella lo persiguió antes de que pudiera girar, lo atrapó desde el lado, y cerró sus mandíbulas sobre su cuello. Su ataque estaba dirigido a la yugular. La piel era más gruesa que cualquier presa que jamás había cazado y su mordedura era demasiado poco profunda para llegar a los buques vulnerables.

Rugió y se retorció mientras ella se colgaba, arañando su pesado cuerpo, con la esperanza de dañar una pierna. Si pudiera derribarlo, bajarlo, ella podría matarlo. Si no hubiese más. El jabalí trató de desalojarla, arrastrándola a través de las cañas, donde cientos de esbeltas cuchillas de plata recorrieron su piel. 

Ella apretó las mandíbulas con más fuerza, las zanjas ensangrentadas sangrientas en sus flancos con sus garras, y la pesada bestia frenó una fracción. Entonces sintió que la otra venía. La tierra tembló, y un muro de aire caliente salió de la maleza como si huyera ante una tormenta furiosa en.

Un estruendo tan profundo que su sangre vibró asaltado sus oídos. Ella lanzó al jabalí y saltó de su cabeza. Jadeaba, la sangre corría de su cuello y costado. Ella lo observó cautelosamente y esperó a que algo mucho más grande saliera del arbusto. El jabalí dejó escapar un grito furioso y salió corriendo entre la maleza en la dirección opuesta.

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—¿Y si alguien nos ve salir?— Dijo Roseanne y rió suavemente en la oscuridad.

Jisoo tiró de la cabeza de Roseanne contra su hombro y le acarició el cuello. Roseanne había sido tan lista como ella, y ella se había vaciado en casi tan pronto como había sentido las piernas de Roseanne apretarse alrededor de sus caderas. El calor de la liberación aún ardía por su vientre.

—¿Y si lo hacen?— pregunto Jisoo.

—¿El Imperator se mete furtivamente en el cuartel para un rápido enredo como un adolescente sin control?—Pregunto Roseanne.

—La envidiarán.— Dijo Jisoo y sonrió, se frotó la mejilla contra el pelo de Roseanne, sumergiéndose en el olor de su compañera.

—¿Y qué importa dónde nos enredamos?— Dijo Jisoo.

—Tienes razón, no les debe importar.— Dijo Roseanne y rascó sus garras hacia arriba y abajo de la zanja entre los abdominales de Jisoo y Jisoo se tensó con un gruñido profundo que podría haber sido una advertencia si Roseanne no reconocía el creciente aroma de necesidad. Besó el cuello de Jisoo y la provocó con un mordisco.

—Todo lo sabrá por la Annieda en sus ojos. Siempre estás muy orgullosa de tí misma después de follarme.— Dijo Roseanne. Jisoo se colocó encima de ella y le agarró ligeramente las muñecas, dejando que su peso la sujetara a la litera.

—¿Y por qué no debería estarlo? Mi compañera es la más bella de todo la manada.— Dijo Jisoo.

—Y tengo lo único que siempre he deseado.—Dijo Roseanne y apretó las piernas alrededor de los muslos de Jisoo y movió las caderas hasta que se ajustaron de nuevo. Ella mordió ligeramente el cuello de Jisoo.

—De nuevo.— Dijo Roseanne y Jisoo la besó, lista. Siempre lista y a la espera.

—¿Tus padres hablaron contigo?—Pregunto Jisoo, Roseanne se quedó inmóvil.

—No me dijeron que habían hablado contigo.—Dijo Roseanne.

—No estábamos tratando de ocultarte nada.— Jisoo frotó la mejilla en el pecho de Roseanne, haciéndola arquearse y gruñir suavemente.

—Estaba con el Alfa cuando tus padres le hablaron de los resultados. No tuve la oportunidad de verte antes de irme.— Dijo Jisoo y Roseanne apartó la Annieda y Jisoo le acarició la cara, atrayendo su Annieda de nuevo.

—¿Por qué no eres feliz?— Pregunto Jisoo y Roseanne respiró profundamente.

—Porque sé lo que quieres.— Dijo Jisoo. —Siempre has sabido lo que quería. Eres mi compañera, quiero que nos unamos. Quiero que todos sepan que eres mía.