Empire (The Hunt) [Finalizada]

Episodio 112

— Es posible que de vez en cuando— Dijo Lisa, — pero en este momento tengo otras tareas para ti.— La ceja de Solar se alzó hacia arriba.

— ¿Oh?

— Tengo la intención de informar al embajador Fae, si él no ha vuelto a Faerie, que ya no se requiere la presencia de Scarlett en el Consejo de la Coalición. Serás el nuevo ministro de Fae.— Dijo Lisa.

— No soy una política.— Dijo Solar. Lisa gruñó.

— Yo tampoco, pero no podemos abandonar la Coalición independientemente de su falta de eficacia. Los Lilium son conocidos por los humanos ahora, y no hay vuelta atrás.— Dijo Lisa. Solar acercó más a Moonbyul.

— No hay vuelta atrás.— Dijo Solar y asintió a Lisa. — Serviré.

— Te daré espacio para construir tu casa.— Dijo Lisa. — No creo que quieras vivir en el cuartel.

— Estamos agradecidas.— Dijo Solar.

— Gracias, Alfa.— Dijo Moonbyul. Lisa fijó a Moonbyul con una mirada dura.

— Seguirás sirviendo a Levi como Sentrie. Estar acoplada a la Cazadora no te da un estatus especial.— Dijo Lisa.

— Por supuesto.— Dijo Moonbyul, sonriendo.

— Puedo rastrear a Elise.— Dijo Solar. — Conozco su olor, y la he rastreado antes.

—También te reconocerán.— Señaló bruscamente Jisoo. Solar sonrió a Jisoo.

— ¿De verdad lo crees? Soy la Maestra de la Caza.— Dijo Solar.

— Como si eso lo explicara todo.— Jisoo resopló.

— ¿Cuál sería el punto de explicar algo mucho más allá? — Jisoo gruñó. Jennie levantó una mano.

— Por esta noche la competencia suficiente. Las dos pueden pelear en otro momento.— Dijo Jennie. Jisoo continuó murmurando en voz baja, pero sonrió y Solar se rió.

— No me reconocerán.— Dijo Solar.

— Entonces, esta noche encontrarás la guarida de Ariana para nosotros.— Dijo Jisoo.

— ¿Y cuando lo haga?— Preguntó Solar.

— La primera de nuestras líneas de batalla será señalada.— Dijo Lalisa.

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— Se están haciendo más fuertes.— Dijo Lisa cuando ella y Jennie regresaban a la guarida después de otra carrera con los jóvenes.

— Lo sé.— Dijo Jennie y se quitó la ropa, entró en el baño, y comenzó a ducharse.

— ¿Notaste que están cambiando de lugar automáticamente mientras cazamos, primero una y luego la otra a la cabeza?— Preguntó Jennie.

Lisa se unió a ella y entraron bajo la ducha juntas. Lisa echó la cabeza hacia atrás y dejó correr el agua sobre su cara. Pasar tiempo con las jóvenes fue una de las únicas cosas que calmaban su lobo lo suficiente para que contuviera el aplastante de su vientre de matar. En algún lugar, el enemigo planeaba y planificaba, mientras que ella se veía obligada a esperar. Ella era una cazadora por naturaleza, la buscaba, la seguía, la perseguía, y la tomaba. Ahora se veía obligada a ser la presa, y cada fibra de su ser se resistía.

— Podríamos haber estado equivocadas sobre el orden natural de las cosas para ellas. Pero ellas lo resolverán.— Dijo Lalisa.

— Tienen mucho tiempo para probarse la una a la otra— Dijo Jennie, remojando la espalda de Lisa. — Pon las manos contra la pared. Déjame arreglarte.— Lisa rió con dureza.

— ¿Es así como lo llamas ahora?— Dijo Lalisa. Jennie envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Lisa y presionó contra su espalda, mordiéndola ligeramente en la nuca.

— Lo llamo tomar lo que quiero. ¿Me lo negarías?— Dijo Jennie. Lisa gruñó suavemente.

— Nunca, aunque sé que me estás manipulando.— Dijo Lalisa. Jennie rió contra el hombro de Lisa y deslizó una mano hacia el bajo vientre de Lisa entre sus muslos.

— Parece que deseas que te manipulen.— Dijo Jennie.

Lisa presionó sus palmas con fuerza contra la pared de azulejos y cerró los ojos. El peso en su espalda se sentía bien, la mano de Jennie la envolvía se sentía bien. Dejar que Jennie la tomara se sentía bien.

— Tú me muestras que soy más de lo que pensaba.— Dijo Lisa. Los dientes de Jennie rasparon contra su hombro.

— Me dejaste ser más de lo que era. Ahora cállate.— Dijo Jennie.