Empire (The Hunt) [Finalizada]

Episodio 50

—Sería un honor para mí unirme a Ariana y su Clan.— susurró, estremeciéndose en su agarre. Ella lo guió de vuelta a sus pantalones.

—Has tenido suficiente esta noche. Prepárate para salir pronto.— Dijo Elise. Él asintió, con los ojos todavía hambrientos.

—Como usted ordene.— Dijo él. Elise se rió y lo dejó. Marcus la observaba mientras se dirigía a él.

—Ariana envía sus saludos.— Dijo Elise. Él la miró con desdén. Era grande y musculoso con fuertes y ojos oscuros e inteligentes. Su atuendo motero estaba muy gastado y le quedaba como el uniforme que era.

—Te he visto con ella. ¿Quién eres tú para el Vampiro, gato?— Preguntó él. Ella sonrió, dejándole ver un destello de sus colmillos.

—Una de su ejército.—Dijo Elise. Él bufó.

—¿Qué ejército?— Pregunto él.

—Tenemos una causa común.— Dijo Elise, haciendo caso omiso de la pulla.

—Eres un Blackpaw, a menos que me equivoque y ahora eres Abraxas.— Él gruñó y escupió en el suelo.

—Nunca mostraría mi vientre a Lalisa Manoban.—Dijo él.

—¿Qué opción tienes mientras controlas todo el territorio y tus lobos?— Miró a su alrededor la destartalada habitación llena de desaliñados adictos renegados de un tipo u otro. —A menos que prefieras esto.

—¿Que ofreces?— Preguntó él.

—Una oportunidad de recuperar lo que es legítimamente tuyo, tu Manada y tus tierras.—Dijo Elise y Él sonrió.

—¿Cómo?— Preguntó él.

—Lalisa Manoban no es amiga de Ariana, y sin Manoban en el poder, los Abraxas no serán capaz de mantener a los Blackpaws bajo su dominio.— Dijo Elise.

—Necesitarás más que un ejército para desplazarla.— Dijo él.

—No quiero un ejército en número, solamente una fuerza hábil dispuesta a ser audaz.— Dijo Elise.

—¿Y seguirte?— Pregunto él.

—No.— Sonrió Elise. —Seguirnos.

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Justo después de la salida de la luna, Irene se deslizó a través de los árboles y se agachó junto a Wendy, se agachó en un saliente rocoso sobre una pista de juego de una milla desde el perímetro exterior del Compuesto.

—¿Algo?— Pregunto Irene.

—Sólo los ciervos.— Dijo Wendy. —¿Ha habido avistamientos en algún lugar?— Irene se encogió de hombros.

—No que yo sepa.— Ella vaciló, sensible a los sentimientos conflictivos de Wendy por ser parte de una patrulla Abraxas al acecho de Blackpaws. Sin embargo, ella era ahora Manada y debe ser tratado de esa manera. Manada significaba confianza y lealtad.

—¿Alguna vez han penetrado profundamente los Blackpaws en nuestro territorio?— Pregunto Irene.

Wendy se quedó en silencio por un largo tiempo. Irene esperó, buscando en el bosque cualquier indicio de intrusos. Pequeñas presas atravesaban la maleza y, de vez en cuando un ciervo deambulaba. Cuando el viento cambió y llevó a la pista de depredador por la pendiente, el ciervo sacudió la cola y echó a correr con tanta gracia que Irene ni siquiera le importaba dejarlo ir.

Ella no había cazado con la manada desde su rescate, excepto cuando el Alfa insistió. Todavía no estaba segura de poder controlar su lobo lo suficiente como para correr con los demás. Una vez en la piel, quería luchar, o enredar, a cualquiera que diera el menor indicio de desafío.

—No estás traicionando a nadie, no si están planeando un ataque a nuestro Compuesto. Tenemos jóvenes allí. ¿Qué lobo honorable atacaría una guarida con jóvenes dentro?— Dijo Irene.

—No sé si alguna vez las patrullas llegaron tan lejos en territorio Abraxas.— Dijo Wendy finalmente. —No soy de tan alto rango, y la única incursión de la que alguna vez fui parte fue donde tu... La Alfa nos capturó.

—No veo por qué se arriesgarían.— Murmuró Irene. —Deben saber que los superaríamos en número.

—Tal vez no les importa. O tal vez tienen ayuda.— Dijo Wendy y Irene se erizó.

—¿Qué quieres decir con ayuda? ¿Crees que tenemos traidores entre nosotros?— Pregunto Irene.

—No sería la primera vez.— Wendy resopló. —Estoy segura de que casi todo el mundo en el Compuesto me consideraría una posibilidad para ese papel.— Irene negó con la cabeza.

—Eso no es cierto. No todos los Abraxas nacen en la manada. Muchos de nosotros vinieron de otro lugar. Incluso nuestro Medico fue una vez un Blackpaw.— Dijo Irene y Wendy se puso rígido.

—¿Quién?— Pregunto rápidamente Wendy.