Empire (The Hunt) [Finalizada]

Episodio 15

Joy maniobró el Rover lo largo de la única vía oculta a la vista aérea por el dosel del bosque espeso y finalmente emergió de la tierra de la manada a la autopista en dirección sur. Treinta minutos más tarde llegaron a la ciudad y entraron en un laberinto de fábricas y refinerías abandonadas a lo largo de la carretera que bordeaba el río.

Nocturne agazapado junto al agua, separado de la carretera por una enorme extensión de estacionamiento de hormigón, largamente abandonado a los elementos. Durante el día el aparcamiento estaba vacío, pero después de la oscuridad estaría lleno de vehículos de lujo y limusinas de lado a lado con las camionetas y motocicletas pertenecientes a los clientes que buscaban el club para el sexo y la sangre. Joy sacó el Rover detrás el edificio, donde estaba oculto a los transeúntes.

Jennie y Moonbyul se dirigieron a la puerta delantera en la fachada negra sin ventanas. Jesse y Joy siguieron a cada lado. Jennie intentó abrir la puerta y ésta se abrió. En el interior, el cavernoso club estaba envuelto en la oscuridad. Una rubia de pelo corto que llevaba un arnés de cuero y de los pantalones de cuero negro de corte bajo estaba detrás de la barra. Un tatuaje rojo y verde en espiral subió de debajo del cuero negro que cubría sus pechos en un hombro y por su brazo. Las marcas de mordeduras adornaban su garganta. Los observó sin ninguna expresión cuando Jennie se acercó a ella.

—¿Le dirías a tu Lieja que la Prima de la manada Abraxas busca una audiencia?— dijo Jennie.

—Eso no será necesario.— dijo una voz fría desde de las profundidades de la oscuridad más allá de la barra.

Kara se acercó a la vista, como el filo de un cuchillo tallado en el pelo rubió, cuerpo delgado por una camisa de seda negra y pantalones. Lena, con el pelo negro suelto y despeinado, estaba junto a Kara, con un brazo alrededor de su cintura. Sus ojos brillaban de oro y un toque de lobo salvaje merodeaba bajo su piel.

—Siento molestarte.— Dijo Jennie. —pero no podía esperar hasta esta noche.

—Siempre eres bienvenida en cualquier momento.— Dijo Kara.

—¿Cómo es que estás despierta?— Preguntó Jennie. Kara debía ser mayor y muy poderosa para estar despierta durante el día. La rubia detrás de la barra jadeó.

—¿He violado algún protocolo?— Preguntó Jennie. —Mis disculpas, entonces.

Kara rió suavemente y pasó los dedos por el pelo de Lena. Lena gruñó y se frotó contra ella. Las feromonas sexuales nublaron el aire. Lena estaba en celo. Jennie no estaba segura de cómo se expresaría el vínculo entre un Were y un Vampiro, pero se apareaban sin ninguna duda y no tenía ninguna duda de Kara cumpliría con las necesidades de Lena. A su lado, Jesse y Joy gimieron y se movieron inquietos, respondiendo a la llamada de Lena.

—Esperen afuera.— Dijo Jennie. Joy abrió mucho los ojos, pero no protestó. Ella y Jesse retrocedieron y se deslizaron afuera. A su lado Moonbyul todavía seguía tranquila. Una unión no respondía a otra cuando estaban en celo.

—Dormiré más tarde.— Dijo Kara a modo de explicación. Sonrió a Lena. —Mucho más tarde.

—No te entretendremos.— Dijo Jennie.

—¿En qué puedo servirte?— Pregunto Kara.

—Estamos buscando a Solar.— Dijo Jennie.—Y tienes que encontrar una puerta de hadas.

—Sí.— Dijo Kara y acarició el brazo de Lena y ahuecó su pecho. Lena se volvió hacia su cuerpo, cabalgando sobre su cadera y frotándose contra ella.

—No sé dónde está,— Dijo Kara.—pero sospecho que hay uno cerca. Cuando Solar se escapó, no la localizamos hasta el río antes de perderla.

—Si nos dieras permiso para explorar el club, podríamos rastrear su aroma.— Dijo Jennie.

Kara siseó mientras Lena raspaba sus garras por el centro de su pecho, sacando sangre. Lena acarició entre los pechos de Kara y lentamente lamió los cortes rápidamente curándolos. La llama eclipsaba los ojos de Kara y sus incisivos brillaban.

—Tienes mi permiso.— Dijo Kara.

—Gracias.— Dijo Jennie y esperó hasta que Kara y Lena desaparecieran antes de asentir a Moonbyul.

—Es hora de cazar.— Dijo Jennie.