Episodio 93

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— Pensé que ibas a morir.— Dijo Moonbyul. Solar dejó la bandeja a un lado y le tendió la mano. Moonbyul la tomó y Solar tiró de ella sobre la cama y la metió en su lado. Ella le besó en la frente y luego la boca.

—Sabía que estabas aquí todo el tiempo. Sentí que me buscabas, sosteniéndome, impidiéndome ir a la deriva. Tomé tu fuerza, dependiendo de ello.— Dijo Solar. Moonbyul envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Solar, hundió la cara en su pecho.

— Estabas tan lejos. Si te perdiera, todo dentro de mí terminaría. Yo viviría, pero estaría vacía.— Dijo Moonbyul.

Solar le acarició el pelo. Nadie nunca le había dicho esas palabras. No hubo finales en Faerie, solamente una transición cuando el espíritu se rindió a la magia y dejó el plano físico. Cuando no se da el corazón, no se puede perder.

—Los Fae no son fáciles de matar.— Dijo Solar.

— Los Fae no luchan con honor.— Dijo Moonbyul y se echó hacia atrás, sus ojos brillaban de furia. —Tu Reina trató de matar a nuestra Alfa cuando llegó desarmada y en paz.

—No todos en el universo tienen las mismas creencias. El honor para nosotros es un extraño concepto. Seguimos la magia y el poder.— Dijo Solar.

—Pero me amas.— Dijo Moonbyul.

—Lo hago.— Dijo Solar.

—Hay honor en el amor.— Dijo Moonbyul. Solar suspiro.

—No debería haberte traído a través de la puerta. Te puse a ti y a los demás en peligro. Pero cuando me llamaste, no me pude resistir.—Dijo Solar y Moonbyul se erizó.

—¿Has pensado en dejarme atrás para siempre?— Pregunto Moonbyul.

— Has visto Faerie. Ese no es un mundo para un lobo.— Dijo Solar.

— Encontraremos un camino. No dejaré que me olvides.— Dijo Moonbyul. Solar suspiró y le dio un beso.

— El mundo para ti es como el mundo que ve tu lobo, blanco y negro y claro. Sencillo y ordenado. El honor y la lealtad guían tus acciones. Pero somos diferentes.— Dijo Solar.

—¿Qué te guía entonces?— Preguntó Moonbyul.

— Supervivencia.— Dijo Solar.

—Luchamos por sobrevivir también.—Dijo Moonbyul y acarició el pecho de Solar. —Somos iguales. Sólo nuestras armas son diferentes.

— Tú eres muy terca.— Dijo Solar y se frotó la mejilla con el cabello de Moonbyul. Su olor llevaba a la magia del bosque y el arroyo, la tierra y el cielo. Ella cerró los ojos y la oscuridad se desvaneció.

—¿Qué pasará ahora?—, Preguntó Moonbyul suavemente. —¿Te vas a quedar aquí?

— Me temo que no voy a ser bienvenida en Faerie mientras Scarlett gobierne, que puede ser un tiempo muy largo. — Dijo Solar.

— ¿Qué te pasará? ¿Si no puedes... ir a casa? — Preguntó Moonbyul.

— Mis poderes no estarán llenos en Earthside.— dijo Solar, sus ojos oscureciéndose. —Puedo llamar a mi Perro, puedo llamar al halcón, puedo llegar a mi magia a través de tu tierra. Pero no voy a ser como soy en Faerie.

—Lo siento. Si tienes que volver, iré contigo. Encontraremos a Scarlett juntas y la mataremos.— Dijo Moonbyul.

—¿Te arriesgarías por mí?—Pregunto Solar. Moonbyul frunció el ceño.

—Por supuesto. Eres mi compañera. A donde tú vas yo voy. Lo que necesites, lo necesito.— Dijo Moonbyul. Solar suspiro.

—En todos los largos ciclos de mi vida, nunca me han tocado como me tocas. No lo entiendo, pero no lo cuestiono.— Dijo Solar.

—Nunca más lo necesitarás.— Dijo Moonbyul y tocó las vendas en el cuello de Solar.

—Sé que estás débil. – Dijo Solar.

—Sé que duele. Es necesario que cambies de nuevo, para curar.— Dijo Moonbyul.

—Dormiré un rato y luego cambiaré.— Dijo Solar y vaciló, sin estar acostumbrada a la necesidad de tocar a otro. —¿Dormirás conmigo?

—Por supuesto. Siempre.— Dijo Moonbyul.

Moonbyul se incorporó y se quitó la ropa hasta que quedó desnuda como Solar. Se tumbó y presionó su carne a la de Solar, metió la cabeza debajo de la barbilla de Solar donde podía sentir el aliento y la sangre y el calor de su cuerpo. Dejó que su lobo se levantara hasta que sus espíritus se tocaran.

—Mi vida es tu vida. Mi futuro, tu futuro. Regresaremos cuando sea el momento, juntas.— Dijo Moonbyul.

Solar presionó la palma de la mano sobre el corazón de Moonbyul. El lobo de Moonbyul retumbó un saludo a su Perro. Su halcón voló con un grito salvaje. Aquí estaba la magia.

—Entonces haré de esto mi casa.— Dijo Solar. 

Empire (The Hunt) [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora