Adam
Antes de subir pedí la llave de la habitación de Oliver al guardia y luego nos dirigimos al segundo piso, donde estaba su habitación del lado izquierdo al final del pasillo. No sé si este chico traía piedras en la maleta o no, pero pesaba mucho.
— Toma — dije extendiéndole las llaves.
La tomó rápidamente y abrió la puerta para que entráramos.
— Suerte tuya que te tocó con vista al bosque — comenté.
— Algo bueno que saque de toda esta situación — dijo.
Lo noté algo decepcionado pero no quise preguntar por qué.
— Normalmente paso poco tiempo en mi habitación, pero en caso de que me necesites, está al final de este mismo pasillo.
No me agradaba la idea de que fuera a molestarme en medio de la noche; pero si iba a vigilarlo, porque eso es lo que realmente quiere Soledad, debía hacer bien mi trabajo.
— No necesito una niñera que me vigile las veinticuatro horas del día. Ni siquiera quería venir aquí, ¿qué te hace creer que querré tu ayuda?
Puse las manos tras mi espalda relajadamente y me acerqué un poco.
— Estoy aquí para entrenarte y ayudarte, no cuidarte. Es mi trabajo, así que no me hables así.
— No necesito entrenamiento.
— No sé lo que te haya pasado, pero si te enviaron aquí, es por alguna razón. Si quieres que tu estadía aquí sea agradable, coopera y no seas tan terco.
Suspiró profundamente y acomodó las maletas sobre la cama para comenzar a sacar la ropa y otras cosas de ellas. Estaba todo tan bien acomodado que ni parecía que traía tantas cosas. Obviamente sus padres lo quieren lejos por mucho tiempo.
— ¿Qué edad tienes?
— Veinte — dijo sin mirarme — y ¿tú?
— Veintiuno.
— ¿Pusieron a un chico un año mayor que yo para entrenarme? — preguntó en modo de burla.
— Tu actitud me deja en claro por qué estás aquí — me acerqué hasta la puerta—. Dejaré que te acomodes y vendré por ti más tarde o mañana cuando entiendas que mi trabajo no es una diversión.
Salí y cerré la puerta antes de que dijera algo porque en serio tenía una respuesta para todo. ¿Por qué no podía ser amable y cooperar? Los dos ganaríamos si se comportara como un ser humano de su edad.
Me fui a la biblioteca a leer lo que encontrara y dejé que las horas pasaran. Oliver necesitaba acostumbrarse a estar en este lugar y era mejor dejarlo solo para que se sintiera cómodo al visitar el resto de la academia. Sé que este lugar es muy distinto a las academias de las otras ciudad porque es muy antiguo, así que debía mostrarle todo. Probablemente nos tomará más de un día, pero debíamos hacerlo.
Salí de la biblioteca y bajé al segundo piso para ir a buscar a Oliver. Cuando estuve a punto de tocar la puerta, escuché música desde dentro, específicamente una guitarra. Toqué un par de veces y el sonido se detuvo de inmediato.
— Pensé que vendrías mañana — dijo algo sorprendido.
— Creo que toda la tarde fue tiempo suficiente para que te acostumbraras.
Asintió y se hizo a un lado para que entrara.
Había acomodado todo perfectamente y lo único que había sobre la cama era una guitarra negra.
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Los Caídos #3 - Ángeles caídos
FantasiaEl mundo de la raza de los Caídos se viene abajo por la muerte de una importante miembro. Sus amigos y familiares están devastados por los recientes acontecimientos y la comunidad entera lamenta su muerte. Luego del trágico hecho, la verdad de toda...