Atalana 1835
Declan estuvo como cinco minutos caminando de un lado a otro porque según él no sabía cómo empezar la estúpida historia que tenía que contarnos y a mi se me estaba acabando la paciencia.
— Cuéntanos de una vez — dije fastidiada.
— La alianza a la que perteneces, en realidad, proviene de otra.
— ¿Qué? — pregunté divertida —. Eso no tiene sentido.
— Porque no sabes la verdadera historia.
— Ya ve al grano — Davina dio un pequeño golpe a la mesa y nosotros la miramos divertidos.
— Hace miles de años, más de los que puedo recordar, nos enviaron a la tierra con la misión de proteger a los humanos, pero no era algo simple y rápido. Debíamos formar un tipo de alianza y un pacto que estableciera que daríamos nuestra vida si fuera necesario.
— ¿Quién los envió? ¿A ti y a quién más? — pregunté.
— Los arcángeles me enviaron a mi y a nueve ángeles más, pero debíamos caer para estar en la tierra porque los guardianes son los únicos que pueden estar aquí permanentemente. Todos estuvimos dispuestos a hacerlo y los arcángeles nos dieron un poder a cada uno para poder fortalecer nuestra unión.
— ¿Qué pasó? ¿Tus amigos desaparecieron? — Davina estaba que se mordía las uñas de los nervios y, la verdad, yo también.
— Como siempre algo malo debía pasar y un ángel caído que quería venganza contra los arcángeles comenzó a atacarnos uno por uno. Jamás pudimos descubrir su nombre porque lo protegió muy bien, ya que es lo que puede destruirlo junto con otras cosas.
— ¿Es el demonio que nos atacó afuera? — pregunté y él asintió.
— Él tenía un grupo de demonios que lo ayudaban, unos muy poderosos, y los sacrificó a todos con unos rituales bastante oscuros porque así adquiriría todos sus poderes y habilidades. Así se convirtió en demonio e hizo desaparecer a mis compañeros, excepto a Aran y a mi, pero no sé dónde está él ahora.
— ¿Cómo tiene que ver esa historia con nuestra alianza? — pregunté —. Entiendo que sean historias algo parecidas, pero nada más.
— Ahí es dónde quiero llegar — finalmente tomó asiento frente a nosotras —. Para recuperar a mis compañeros necesito el libro azul que te pedí porque en él está escrito dónde vamos nosotros al desaparecer de la tierra. Los arcángeles nos obsequiaron el libro porque contenía mucha información importante que nos ayudaría, pero alguien lo robó y nunca pudimos encontrarlo. Supongo que pasó de mano en mano y yo estuve todos estos años investigando dónde pudiese estar.
— Si el libro lo tuvo la directora de los O'Donnell, ¿por qué no dijo nada acerca de esa historia?
— Porque está escrito en símbolos y cualquiera que lo lea, verá historias comunes de distintas criaturas.
— ¿Como si estuviera encantado? — preguntó Davina.
— Algo así — dijo él—. El punto es que como no podíamos encontrarlo, Aran y yo decidimos que debíamos crear otra alianza para no dejar desprotegida a la humanidad en caso de que nosotros también desapareciéramos.
— Nosotros — dije —, pero ¿qué pasa con los cinco creadores?
— No podíamos involucrarnos directamente, así que pedimos ayuda a otros ángeles caídos. Uno de ellos le comentó a su hijo de esta idea y él a sus amigos. En ese entonces, les dimos cinco de las diez espadas de nuestros compañeros para que pudieran adquirir algún poder. Antes de entregarlas, Aran y yo les pusimos un poco de nuestra sangre, ya que nosotros diez estamos conectados.
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Los Caídos #3 - Ángeles caídos
FantasíaEl mundo de la raza de los Caídos se viene abajo por la muerte de una importante miembro. Sus amigos y familiares están devastados por los recientes acontecimientos y la comunidad entera lamenta su muerte. Luego del trágico hecho, la verdad de toda...