Makarius
Desperté de golpe y con el corazón latiendo fuertemente. Estaba sudando frío y las manos me tiritaban un poco. Estaba tan oscuro que si no hubiese sido demonio, probablemente no podría ver nada dentro de esta habitación. Sentí una cálida mano sobre mi brazo y me sobresalté, pero luego recordé que estaba con Eric y suspiré aliviado.
—¿Qué pasó? ¿Estás bien? —preguntó con voz ronca.
—Tuve... una pesadilla —dije en voz baja.
Prendió la luz de la lampara y entrecerró los ojos, ya que fue un cambió brusco de iluminación. Tenía el pelo todo desordenado y apenas podía abrir los ojos, lo cual se me hizo la imagen más tierna de él.
Se recostó nuevamente y me atrajo hasta sus brazos. Comenzó a dar caricias en mi hombro y yo me relajé de esa horrible pesadilla.
—¿Qué soñaste? —preguntó.
—Que el demonio venía por mi.
—Todo estará bien, tranquilo. De seguro te quedaste con su imagen porque fue la última cosa más impresionante que te pasó.
—La última situación más impresionante que me pasó fue contigo hace un par de horas. Debí quedarme con esa imagen y soñar contigo, no con ese estúpido ser.
Me separé de él y me acosté boca arriba, mirando el cielo. Eric se acomodó de lado y me observó por unos minutos. Luego giró mi cara con su mano para que le pusiera atención.
—Fue una pesadilla nada más. No te agobies.
—Él es muy fuerte, ¿qué pasa si está jugando con mi mente?
—¿Confías en mi? —preguntó.
—A ojos cerrados —respondí.
Se sacó el anillo que llevaba en la mano izquierda y me lo entregó.
—Ponlo en tu collar de la dimensión que compartes con los chicos —sugirió—. Papá nos dio uno a mi y a Kenneth cuando eramos niños para protegernos del control mental de los vampiros. Por no tener magia propia, somos más vulnerables que los brujos normales, sobretodo en una escuela llena de magia y cosas extrañas.
—¿No me volverá loco?
—Está hechizado con magia convencional, nada relacionado con la alianza.
Colgué el anillo en la cadena del collar y puse toda mi fe en él para que el demonio no se aprovechara de mi mente.
—Pondré toda mi fe en ti, Eric Walker.
—En realidad en mi madre porque ella lo hechizó —dijo riendo un poco.
—Entonces en ella será —dije sonriendo.
—¿Qué soñaste específicamente?
—Estaba en un lugar que no pude reconocer. Era una casa rodeada por bosque y yo estaba en el patio de atrás junto a Mia, pero ella estaba de rodillas en el suelo. Tenía la cara tapada con las manos y lloraba tristemente. Eran gemidos de tristeza y dolor.
—¿Y el demonio apareció ahí?
—Sí, venía directo hacia mi, pero la imagen de su silueta negra estaba muy desvanecida. Reflejaba más un cuerpo humano que cualquier otra cosa, pero eso no quitaba el odio que había en su mirada —expliqué—. Antes de que pudiera tocarme, desperté de un solo salto.
—Eso de que fue un ángel quedó rondando en mi cabeza, especialmente porque Camille vio sus ojos.
—¿Crees que mi sueño tenga relación con eso?
ESTÁS LEYENDO
Los Caídos #3 - Ángeles caídos
FantasyEl mundo de la raza de los Caídos se viene abajo por la muerte de una importante miembro. Sus amigos y familiares están devastados por los recientes acontecimientos y la comunidad entera lamenta su muerte. Luego del trágico hecho, la verdad de toda...