30. Acciones inesperadas

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Cristal

Venía de vuelta de la casa de Christopher porque necesitaba estar en la famosa reunión, ya que íbamos a conocer a los creadores y nos explicarían por qué rayos quieren volver y cambiar todo nuestro sistema. Tal vez exagero, pero sé que las cosas van a cambiar, pero no estoy segura si bien o para mal. 

Puse mi celular en el soporte magnético que tenía el auto para poder contestar sin tenerlo en las manos y así evitar algún accidente. Era Kenneth quien llamaba, así que no dude en contestar lo más rápido que pude.

— Hola — dije feliz —, ¿qué sucede?

— Necesito que vengas, por favor — su voz sonó preocupada —. Volvió y Eric y yo no tenemos magia para combatirlo. Los demás estudiantes están ayudando y nosotros cuidando a los más pequeños....

La llamada se cortó repentinamente y miré el celular confundida. Apreté fuertemente el volante y aceleré lo más que pude para dirigirme a la escuela Walker. Al llegar allá la reja estaba totalmente abierta y a un lado estaba estacionado uno de los autos de la academia.

Me acerqué lentamente hasta allá porque estaba la puerta abierta y revise el interior, pero no había nada fuera de lo normal, excepto que estaban las llaves puestas y el motor andando. Apagué el auto, saqué las llaves y cerré las puertas con seguro. 

No tenía idea de que haría porque no traje ningún arma conmigo para defenderme, pero algo se me ocurriría. Empujé la puerta de entrada porque ya estaba abierto y lo que vi adentro me dejó con la boca abierta. Habían personas tiradas en el suelo con manchas negras en sus cuerpos y no podía distinguir si estaban muertas o vivas. 

Estaba todo tan silencioso que pensé que en cualquier momento aparecería alguna criatura y me atacaría. Caminé por el pasillo en dirección a la oficina del director y cuando llegué, la puerta también estaba abierta, pero no había nadie. 

— ¿Qué rayos? — susurré confundida. 

De pronto, escuché un aullido que me erizó la piel y me quedé quieta como una estatua. El sonido de unas uñas que chocaban contra el piso de madera me puso en alerta y me pegué a la pared para tener la espalda cubierta.

Una figura negra pasó corriendo frente a mi tan rápido que no distinguí lo que era. De pronto, se detuvo al final del pasillo y se devolvió hasta donde yo estaba. Era un lobo de pelaje negro y ojos amarillos brillantes, el cual se acercó a mi e hizo un sonido agudo.

— ¿Tristán? — pregunté confundida.

Extendió su pata y la bajó, pero no sabía a lo que se refería. Volvió a subirla y se tocó la frente reiteradamente. Acerqué mi mano temerosa y puse dos dedos sobre su frente para leer su mente. Rápidas imágenes del demonio pasaron por mi mente y entendí que había atacado a la escuela cuando Tristán llegó con otros chicos de la academia. Mi amigo intentó combatirlo, pero lo quemó y se hizo lobo para sanar aún más rápido.

— ¿Puedes oler a Kenneth? — pregunté y él hizo un gesto indicando que sí.

Me guío por el pasillo del lado derecho en dirección a una enorme puerta de madera color café. Golpeé la puerta fuertemente para que escucharán, pero ningún ruido vino desde dentro. 

— Kenneth, soy yo, Cristal — dije y la puerta se abrió inmediatamente. 

Entré junto con Tristán y los niños que habían ahí fueron a acariciarlo inmediatamente. Él gruño un poco, pero finalmente cedió porque eran niños pequeños. 

— Tristán me mostró lo que pasó — dije —, ¿dónde están los demás?

— La mayoría escondidos y los más grandes intentando combatir el demonio. Papá nos pidió que cuidáramos a los más pequeños, ya que no tenemos magia para ayudar. Esta habitación es a prueba de ruidos, así que de afuera de no se escucha nada.

Los Caídos #3 - Ángeles caídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora