Los Caídos #3 - Ángeles caídos

74. ¿Cómo debería llamarte ahora que somos familia?

Le contamos a los directores lo que estaba pasando con Makarius y decidieron acompañarnos hasta la escuela Walker. Declan, Christopher y Clemente también fueron con nosotros porque nos querían tener vigiladas a Cristal, a Mia y a mi, lo cual me pareció muy gracioso.

Sofia Hunter había abierto un portal para todos nosotros y por primera vez, me sentí libre de no tener que hacer uno. Sin embargo, estaba tan acostumbrada que de alguna manera me sentí vacía. Tampoco era la gran cosa, pero así me sentí.

—Si vamos a entrar a aquella dimensión, deberías llamar a Valentín —dijo Mia a Christopher—. Él es quien más sabe aunque algunos digan que no.

—Soy consciente de que tu tío es uno de los brujos más poderosos si te refieres a mi con ese ''algunos''—dijo Declan riendo.

Declan siempre dio a entender que Valentín fue un medio para un fin, pero eso no quitaba el hecho de el brujo fue impresionante en su trabajo porque, de no ser así, nada de la alianza hubiese funcionado bien. Ni los collares, ni las marcas, ni nada.

—Mi hermano es notable entre los suyos —dijo Christopher.

—Ni que lo digas —dije—. Ese hombre me aterra a veces. 

—Es un brujo primogénito. Suelen ser más poderosos que sus hermanos y la familia de César era poderosa también en cuanto a magia —mencionó el vampiro.

Kenneth nos recibió en la entrada y nos hizo pasar al salón de reuniones de la escuela. Tan solo estaba él y su padre, Alejandro. Jamás había visto aquella escuela tan vacía, lo cual me perturbó mucho porque el demonio fue capaz de desbalancear todo nuestros sistemas.

—Intentaré localizar a Eric o Makarius, ¿tienen algo de ellos? —preguntó Mia.

—Soy su mellizo, eso debería funcionar —dijo Kenneth. 

Mia le tomó la mano y cerró los ojos, como si eso fuera a darle toda la concentración que necesitaba. El rubio la miraba atento a cualquier gesto que mi amiga hacía, los cuales eran principalmente muecas de dolor y confusión.

—Está cayendo —dijo aún con los ojos cerrados—. No, no está cayendo. Está subiendo y hace mucho calor allí.

—¡Estúpido Eric! —exclamó Kenneth—. Fue al infierno con Makarius, por eso me sentí tan mareado.

Mia abrió los ojos de repente y miró todo a su alrededor. El piso comenzó a moverse y a través del enorme ventanal, pude ver que había mucho viento afuera. Kenneth fue el primero en salir corriendo y todos los demás lo seguimos hasta el patio de atrás. 

De pronto, un dibujo comenzó a tomar forma en medio del lugar, creando un pentagrama totalmente negro que comenzó a incendiarse con fuego de color rojo y azul. Entre las llamas pude ver dos siluetas que avanzaron hasta que una de ellas cayó al suelo.

—Había olvidado lo mucho que odié estar en el infierno —dijo Eric tosiendo.

Tenía la cara toda manchada de negro al igual que su ropa y Makarius le daba palmadas en la espalda. Eric vomitó una sustancia negra y todos hicimos una mueca de asco, incluso su hermano que se había aproximado rápidamente a él.

—Te dije que no te alejaras de mi —dijo Makarius entre riendo y regañándolo.

Miré a los demás y mi atención se dirigió a Cristal porque tomó a Christopher de la mano, lo llevó hasta donde aún estaba el pentagrama en llamas. Cortó la mano de él con un cuchillo que sacó de su chaqueta y tiró un poco de la sangre del vampiro al fuego. El pentagrama se apagó de inmediato y en su lugar dejó una mancha negra en el suelo.