Los Caídos #3 - Ángeles caídos

37. Soy huérfano

Han pasado un par de semanas desde que regresé y ha estado todo relativamente normal. Cristal aún no quiere hablarme, pero con Mia y Blas recuperamos el tiempo perdido. También  había pasado tiempo, especialmente en misiones, con Jasmine, sus hermanos y el chico nuevo, Oliver, quien resultó ser amable. Sin embargo, la actitud que tenía no me convencía del todo porque se esforzaba mucho por no ser pesado conmigo. Lo entiendo totalmente porque no podemos caerle bien a todo el mundo y al menos disimula. 

A Davina y Declan también los visité para pasar más tiempo con ellos y continuar con aquella amistad que habíamos formado en tan poco tiempo. De vez en cuando me hacía bien ir a Atalana y olvidar todo mi mundo mágico. 

Con Daniel salimos un par de veces, pero no ha habido mucho avance entre nosotros porque lo noto un poco tenso e incómodo cuando si quiera menciono el tema, así que decidí darle su espacio y no preguntarle nada. Además, creo que tampoco debió ser fácil para él todo el asunto de la manipulación mental. 

En cuanto a Will, las pocas veces que hemos hablado es porque me lo topó en algunas academias cuando se junta con Adam, pero eso es todo. Además, ha estado ocupado con la investigación del demonio y resulta ser que en eso andaba cuando lo vi en aquel extraño bar, aun así no me quiere contar que hay tras esas puertas misteriosas y por qué los demonios pueden estar tanto tiempo allí.  

Mi relación con Julietta y Clemente había avanzado lentamente porque necesitábamos conocernos bien. Salimos un par de veces los tres juntos, a veces salía solo con ella o solo con él y también incluíamos a Mia cuando iba solo con Clemente para poder crear lazos, ya que somos familia.

A Christopher intenté convencerlo un par de veces, pero no tuve éxito. Incluso pasa mucho tiempo con Cristal, así que tampoco tengo muchas posibilidades de hablar con él, ya que ella se aleja cada vez que me ve.

Hablé con los chicos respecto a lo que me contó Julietta, pero me dijeron que Cristal no había mencionado nada de eso y que su actitud era igual que siempre, excepto que estaba un poco más a la defensiva y casi no pasaba tiempo en la academia. Normalmente estaba en la escuela Walker con Kenneth o en la casa de los Bravhe con Christopher.

Lo que sí me impresionó fue que, según los chicos, ella pudo hacer un campo de fuerza contra el misterioso demonio. La verdad siempre pensé que ese poder podía ser heredado de Clemente, pero ahora que sé que Cristal lo tiene, esa posibilidad queda descartada.

Aquel demonio tampoco había vuelto, así que nos despreocupamos de eso hasta que volviera a aparecer. Los creadores se veían desanimados por no tener señales de él, pero a la vez estaban dando lo mejor de ellos para llevar el mando de la alianza junto a la Guardia. Todo había estado mucho más estricto ahora, han cambiado leyes, reglas y hasta la educación que deben llevar los estudiantes. Ahora está prohibido ir a escuelas de humanos cuando antes era un requisito. 

Hacían reuniones cada semana entre los directores, los representantes de los directores en las academias de las otras ciudades, la Guardia e incluso Jas, por ser representante de generación, para mantenerse al tanto de todo lo que sucedía. También fijaron una fecha en cada mes para realizar una reunión con todos los miembros de todas las ciudades para repasar los problemas que hayan ocurrido y demás. 

— ¿Por qué tan pensativa? — preguntó Declan entrando a la habitación.

— Me ha ignorado por un buen rato — Davina se puso a reír y luego me miró tiernamente —. ¿Qué pasa, Cam?

Miré a ambos y me reí un poco porque ni yo me fijé que había pasado un buen rato desde que Declan se fue a comprar unas cosas y nos había dejado aquí en su casa subterránea, que está bajo un club nocturno ahora.