En Sacrificio Voluntario

46. El Horrocrux

El adiós más duro en la mañana del primero de septiembre fue para Sirius. Su abrazo fue levemente rígido e incómodo en ambos extremos, cargado de verdades tácitas y dolor mutuo, sin embargo, duró mucho tiempo ya que ninguno de los dos deseaba realmente dejarlo ir. El padrino de Harry había luchado durante horas para convencer a todos de que no estaría de más venir con Snuffles. La Sra. Weasley no se había movido, e incluso Kingsley había hablado en contra de la idea, diciendo que Dumbledore había expresado su preocupación acerca de que Sirius se fuera de este lugar seguro. Por lo tanto, tuvieron que separarse en el sombrío hall de entrada del lugar de Grimmauld, los ecos de los gritos e insultos de Walburga Black en los oídos de todos, incluso después de que las cortinas se cerraron de nuevo. El último vistazo que Harry vio de Sirius antes de irse, cuando la puerta principal se cerró detrás de él, fue cómo el hombre ' La sonrisa vacilante cayó y fue tragado por la oscuridad de la casa. Una casa que apenas era una prisión mejor que Azkaban si Sirius fuera creído. El odio de Harry por Albus Dumbledore ardía más fuerte de lo que lo había hecho en meses, y apenas habló una palabra en el camino al expreso de Hogwarts, demasiada rabia y preocupación en su mente.

En algún lugar a lo lejos, se registró despidiéndose de los Weasley y Tonks, que los habían escoltado. O más bien, escoltó a Harry. Se suponía que habría más 'guardias', incluidos Lupin y un hombre llamado Sturgis Podmore, pero anoche se había llegado a la Orden que había habido redadas en el centro de Europa, y Dumbledore había insistido en enviar personas de inmediato para recopilar información. . Harry se alegró por ello, un séquito de guardaespaldas era bastante inoportuno e innecesario, especialmente porque la Orden no tenía más que vagos indicios del regreso de Voldemort y un par de Mortífagos 'corriendo' como lo llamaban. El adolescente tembló ligeramente al pensar en las noticias, destellos de lo que había visto la noche anterior todavía en su mente. No había estado soñando exactamente, pensó. Era más como si él ' había estado en trance, incapaz de moverse o liberarse de él. Voldemort tampoco se había dado cuenta esta vez, Harry acababa de encontrarse nuevamente en su habitación en algún momento. Todo fue muy extraño. ¿El enlace fue desestabilizador de nuevo? ¿Podría el Horrocrux tener la culpa? No había reaccionado a nada desde entonces, como si el pedazo de alma dentro estuviera inactivo.

La Sra. Weasley lo empujó prácticamente en el tren en el último momento después de un cálido abrazo, y se unió a los niños Weasley en una de las ventanas para despedirse. Todos menos Ron se fueron poco después, y los dos fueron a buscar a Hermione. Ya habían abierto los compartimientos de la mitad del tren y habían molestado a muchas personas, antes de que Ron se diera cuenta de que Hermione probablemente estaba en el compartimiento de Prefecto. Harry nunca había escuchado que hubiera compartimentos separados para los prefectos, pero su amigo le explicó que Percy había estado dando vueltas para obtener un tratamiento especial durante años después de recibir su insignia.

"Aparecerá a tiempo", dijo Ron. "Tratemos de encontrar asientos, espero que todavía haya algo libre".

De hecho, ya no había nada completamente libre después de todo el tiempo que pasaron buscando a Hermione. El único compartimento en el que alguien intentó invitarlos fue el de Cedric, pero ninguno de sus amigos parecía contento ante la posibilidad de que dos personas adicionales se unieran, ya que ya era estrecho, por lo que se negaron. Después de una búsqueda bastante desesperada que hizo que le dolieran los brazos de Harry al arrastrar su baúl y la jaula de Hedwig por tanto tiempo, finalmente encontraron un compartimento en el fondo que solo tenía una persona. Era el mismo compartimiento que Ron y Harry habían compartido en su primer viaje a Hogwarts y les trajo sentimientos bastante nostálgicos. Frente a la puerta se encontraba un Neville muy nervioso, que sostenía una planta con forma de cactus.

"Oh, hola, genial ver algunas caras familiares", suspiró aliviado el chico de cara redonda. "Todo está lleno, ¿eh?"

Harry miró por el cristal y señaló con el pulgar el compartimento donde estaban. '' Parece que todavía hay al menos cinco asientos aquí. Podríamos preguntarle si no le importa ''. Dentro había una niña más joven que reconoció como una de las amigas de Ginny, Luna Lovegood. "¿No fuiste al baile de Navidad con ella?", Le preguntó a Neville, alzando una ceja. Su amigo se puso rojo y arrastró los pies.