En Sacrificio Voluntario

82. Cara a cara

Cuando la cabina telefónica muggle se hundió en las entrañas del Ministerio de Magia, de la misma manera que la última vez que Harry la había usado cuando tenía la intención de visitar la oficina del Auror, el único lugar que evitarían a toda costa ahora, extraño cómo la situación había cambiado tan drásticamente a lo largo de los años, Draco no dejaba de quejarse.

"¡Deberíamos haber usado la entrada de los empleados!", murmuró furiosamente, con la cara pálida. "Esto es una locura".

"Papá me contó sobre eso, no me voy a tirar por un inodoro", replicó Ron con un suspiro.

"Es solo una ilusión,¡comadreja! Bien, pero al menos el Floo-''

El ascensor se abrió y los cuatro miraron a su alrededor con cautela. Nadie los esperaba, el área estaba oscura y vacía, solo la avalancha de agua proveniente de la fuente dorada con sus altas estatuas.

"Floo también habría sido imprudente", explicó Hermione en un susurro mientras cruzaban cuidadosamente el tenue Atrio, la única luz proveniente de los símbolos dorados que se abrió paso a través del techo. "Cada chimenea conectada al Ministerio está registrada, a quien le hubiéramos pedido que usara su Floo tendría una docena de preguntas sobre por qué cuatro estudiantes que se supone que están en Hogwarts tienen que visitar el Ministerio un domingo. Si al final se supiera lo que hemos hecho, serían cómplices de un crimen. ¿Quién se arriesgaría a eso? Es mejor de esta manera". Harry también se preguntó si Floo habría funcionado. Cuando visitó este lugar durante el día, las filas de chimeneas habían estado ardiendo intensamente. Ahora, estaban fríos y vacíos.

"Mejor que decir que malditos deletrean nuestros nombres reales mientras estamos en un robo". Draco declaró exasperadamente.

"No lo hicimos", murmuró Harry distraídamente.

"Sí, ¡porque te detuve y hablé sobre ti! ¡No por tus cerebros estelares, Scarhead!". Un poco hosco acerca de que Draco tenía razón, Harry tocó brevemente la insignia de visitante cuadrado que deletreaba 'Harrles Duketer' ya que Draco y él al mismo tiempo lo habían dicho 'Harry Potter' y 'Charles Duke'. "Esta no es una de esas malditas películas de espías muggles en las que puedes anunciar que estás en una 'misión secreta' y todos asienten con la mano".

"Porque has visto tantas películas muggles, estoy seguro. De esta manera", hizo un gesto, recordando a dónde lo había llevado Voldemort en el camino hacia las salas de audiencias. "Será mejor que tomemos las escaleras por si acaso. No querría quedarse atrapado en un ascensor mágico o no tener dónde esconderse si hay empleados alrededor que querrán usarlo". Especialmente no si las únicas personas que podrían pasar fueran Aurores. También recordó lo fuerte que había sonado la cosa sangrienta la última vez, cuando acababan de ser él y Voldemort allí.

"Cualquier empleado también podría usar las escaleras", dijo Hermione nerviosamente, a lo que Harry soltó una breve risa.

"Mione, brujas y magos que están acostumbrados a usar la magia para cada pequeño consuelo en sus vidas no van a usar escaleras cuando hay un ascensor perfectamente bueno alrededor. Si tuviéramos uno de esos en Hogwarts, puedes apostar que la gran escalera se convertiría en una bonita decoración". En guardia, descendieron más profundo, aunque como Sirius le había dicho que esperara, no encontraron resistencia en absoluto. No pasó mucho tiempo antes de que los cuatro se pararon frente a la misma puerta a la que Harry se había acercado al mirar a través de los ojos de Nagini, la misma que había tenido la tentación de abrir en un sueño antes de que Voldemort lo detuviera. Él también sabía algo de lo que había más allá. La parte difícil sería entrar.

En un último intento de disuadir a sus amigos de unirse a él en este loco intento, y para que sea más fácil entrar sin ser visto, ya que la capa de invisibilidad era lo suficientemente grande para uno de ellos, pero era completamente inútil cuando se compartía entre cuatro, habló: "¿Qué tal si mantienes la guardia aquí? Seré solo un momento ...''