167. Cómplice

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Ni bien entramos al apartamento le sonó el móvil a Cris, lo cogió y le cambió la cara por completo: estaba algo sorprendida y yo intrigada escuchando lo que decía sin entender nada. Cuando colgó, gritó como una loca y se abalanzó sobre mí llenándome de besos... 

-Joana: que ha pasado? 😆

-Cris: Joana me han cogido... estoy dentro del comerciaaaal!!! 😃

-Joana: de verdad? 

-Cris: siii... me acaban de decir que tengo cita el lunes... no lo puedo creer 

-Joana: amor, felicidades... ya decía yo que no podían dejar fuera a la mujer más hermosa de este mundo 

-Cris: estoy muy feliz... llamaré a mi madre para darle la noticia 


Se metió a la habitación y desde el salón la escuché festejar con su madre, realmente estaba muy orgullosa de mi niña; para ella es un sueño poder actuar y sin duda está comenzando de la mejor manera. Mientras Cris hablaba por teléfono, yo alisté una botella de vino, obviamente esta noticia merecía un brindis y celebración así que puse dos copas y algo de música. Cuando se desocupo se acercó a mí y la abrace fuerte... 

-Joana: ten 🍷

-Cris: mm vino 🙂

-Joana: quiero brindar con vos 

-Cris: vale 

-Joana: con esta oportunidad, comienza algo grande en tu vida mi amor y quiero estar presente en todo lo que hagas, quiero ser tu compañera y cómplice en todas tus locuras... quiero ser tu apoyo y verte crecer como lo he venido haciendo en este tiempo. Te amo Cris y brindo por tus logros y tu felicidad... te amo 

-Cris: 🥺 

-Joana: qué tienes? 

-Cris: no sé... es que me haces llorar con tus palabras 

-Joana: lo siento... solo quería expresarte lo orgullosa que me siento de vos 

-Cris: puff es que no puedo creer... cuando decidí volverme a Madrid para comenzar una nueva vida a tu lado no me imaginé que sería así... no ha sido fácil pero contigo aquí no lo he visto tan pesado... todo ha sido mejor contigo a mi lado preciosa... gracias de verdad, te amo mucho mucho


Nos tomamos la copa de vino y bailamos despacio al ritmo de una balada de fondo, sin duda el amor que sentimos la una por la otra es inmenso y en ese instante sentí que nada ni nadie podrá cambiar eso. Seguimos moviéndonos con la música pero esta vez intervinieron nuestros labios, nos besamos de la manera más apasionada que podía existir y no solo nos dijimos "te amo" con palabras, si no también con besos a tal punto de enrollarnos y terminar en la cama. Esa noche hicimos el amor y justamente eso fue lo que sintió cada parte de nuestro cuerpo, nos dimos placer pero con tanta delicadeza que podía comprobar lo que realmente Cris sentía por mi; sin duda fue una de las mejores noches de mi vida junto al gran amor de mi vida. 

Mi primer amor IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora