Mi primer amor II

163. Amanecer

-Joana: no salgas con eso ahora... vale, vamos

Me levanté de la cama de muy mala gana, nos pusimos algo de ropa encima y seguí a Cris. Me llevó a la playa y en ese momento entendí lo quería. Hacía un poco de frío por la brisa así que nos sentamos en la arena como la noche anterior pero esta vez en silencio, ninguna de las dos hablaba, nos dedicamos a observar como el cielo cambiaba de color y a escuchar el mar.

Unos minutos después vimos salir el sol, parecía que estaba guardado en el inmenso mar, esa ilusión me erizó la piel. Cris me ayudó a levantar y nos quedamos frente a frente, ella unió sus manos a mi cintura... 

-Cris: hace un poco más de dos años, con este mismo amanecer te dije por primera vez te amo, recuerdas? 

-Joana: yo no olvido nada de lo que he vivido contigo 

-Cris: 🙂 jamás pensé que me gustaría tanto ver el amanecer y es que lo amo pero verlo a tu lado... amo ver este color en tus ojos, no te imaginas

-Joana: a mi me pasa lo mismo pero con el mar, verlo me recuerdan tus ojazos 

-Cris: gracias Joana, gracias por seguir mis locuras sin importarte nada, gracias por cuidarme, por ir a buscarme a la hora que sea, por mirarme de la forma que me miras, por hacerme el amor como lo haces y después abrazarme, gracias por amarme tanto... siento que mi corazón va a estallar de tanto amor que siento por ti 

-Joana: de verdad me estás diciendo todo esto? no Cris, gracias a vos por quedarte aún conociendo mi lado más oscuro, por tu paciencia en cada brote, por no irte a pesar de pedirte que lo hagas... eres la mejor persona que he conocido en mi vida y te juro que cada día siento que es un sueño tenerte a mi lado 

-Cris: sabes, algún día voy a pedirte matrimonio en un lugar como este... no sé cuándo pero lo haré 

-Joana: de verdad? 

-Cris: obvio mi amor, no hay cosa que quiera más que formar una familia contigo

-Joana: yo también quiero eso... te amo mucho amor 🥺

-Cris: te amo mucho más 

Nos quedamos abrazadas allí mirando el amanecer no sé cuánto tiempo, después, caminamos de la mano hasta el restaurante a desayunar y por último nos quedamos en la piscina el resto de la mañana. En la tarde nos preparamos para el viaje, nos duchamos, arreglamos las maletas y salimos al aeropuerto. Mis padres nos esperaban en Madrid así que fuimos a cenar con ellos mientras les contamos cómo pasó nuestro fin de semana, mi madre como siempre feliz viendo las fotos que nos sacamos en cada esquina de Ibiza y yo más que encantada recordando la pequeña luna de miel que nos dimos con Cris.