Capitulo 6: Niños

96 7 0
                                    


     Pov Beatriz:

     Cuando se fueron ya cada uno a su casa empezamos a recoger las cosas y la verdad es que estaba toda la casa echa un asco. Había comida y bebida por todas partes y para colmo me había resbalado y volvía a casa con una pierna rota.

     Mikel - ¿Necesitas algo más antes de que me vaya?

     - Hombre me gustaría que te quedaras a dormir, pero como se que me vas a decir que no...

     Mikel - ¿Recuerdas lo que te dije? Pues piensa en la recompensa, hasta mañana - Me dio un abrazo y se fue. Empezamos a salir hace dos meses y lo más fuerte que había hecho con él había sido besarme el cuello, decía que cuanto más esperas es mayor la recompensa, pero joder... Me las arreglé para ponerme el pijama y me metí debajo del edredón, esperando poder dormirme rápidamente, lo cual fue así. Por la mañana... Me levanté (no con mucha prisa ya que había educación física a primera hora y no iba a poder hacerla y a segunda música) y me vestí para ir al entrenamiento de Mikel a darle una sorpresa. Me puse lo más cómoda posible, pantalones cortos por la escayola, una camiseta del equipo de la universidad de fútbol y la cazadora y salí por la puerta. Antes de que diera un paso más con las muletas me sonó el móvil.

     - ¿Si?

     Su - Bea, soy Susana ¿Te viene bien que quedemos en la universidad ahora?

     - Hombre, voy a tardar en llegar, pero voy de camino.

     Su - De acuerdo, ahora nos vemos - Colgué y en veinte minutos estaba en la universidad. Nada más verme, Su me cogió la mochila en la que llevaba las cosas - ¿Qué te ha pasado?

     - Me rompí la pierna recogiendo ayer las cosas, pero en un mes estoy como nueva ¿Dónde quieres que vayamos?

     Su - Al entrenamiento de fútbol, seguro que esta allí Sandy - ¿Sandy? Al principio no lo entendí pero cuando llegué lo pillé al medio segundo, estaba Dustin. Mikel todavía no se había percatado de que había llegado.

     - ¿Cómo llegaste ayer a casa?

     Su - Bien, pero siguieron igual de subidos los millonetis.

     - Bueno, piensa que era la primera vez y la última vez que los vas a ver.

     Su - ¿De verdad? que alegría.

     Sandy - ¡Hola chicas! - desde la otra punta del campo - Sandy vino corriendo hacia nosotras con una sonrisa de oreja a oreja.

     Su - ¿Cómo te fue ayer con Dustin?

     Sandy - Si te digo que increíble me quedaba corta.

     Su - ¿Entonces...?

     Sandy - ¡Me besó!

     - ¡Bien!  Mikel me decía que Dustin tenía en mente a una chica que no se podía sacar de la cabeza, así que todo este tiempo estabas en la cabeza de Dustin - Alguien me tapó los ojos y tan sólo con el tacto supe que era Mikel.

     Mikel - ¿Cómo va tu pierna?

     - Si le quitas el dolor, lo que pesa la escayola y las muletas, va perfecta.

     Mikel - Pobre.

     Dustin - Ahora van a venir mis amigos a comer conmigo ¿queréis venir?

     Su - ¿Quienes? ¿Los de ayer?

     Dustin - Si - Su y yo nos miramos y finalmente dijimos que si, Dustin no tenía la culpa de tener esos amigos. Estuvimos casi todo el entrenamiento con ellos hasta que nos tuvimos que ir a preparar para la clase de música. Nosotras nos fuimos mientras que ellos se cambiaban. Nos sentamos en el sitio de siempre y a los cinco minutos llegó Mikel.

     Mikel - Empieza lo bueno.

     - No por favor Mikel, que la clase de hoy la quiero tranquila.

     Su - ¿Me tengo que preocupar?

     Mikel - No, lo justo y necesario - Los dejé hablando porque yo me sumergí en las partituras y en mis notas, era otro mundo. Pero cuando me quise dar cuenta ni Mikel ni Su estaban. Terminó la clase y al salir estaban, literalmente, muriéndose de risa.

     - ¿Qué os pasado?

     Mikel - Como si no me conocieras.

     Su - A sido buenísimo.

     - ¿Podemos ir a comer ya con estos? Cuanto antes empiece antes acaba - Ellos asintieron y nos dirigimos al comedor de la universidad, que estaba desierto. Después de la fiesta de la noche anterior casi nadie había venido. Mientras que llegaban los amigos de Dustin se pusieron a hacer carreras como niños chicos y sin darse cuenta en una de ellas me tiraron al suelo. Antes de que me pudiera levantar alguien me cogió por la cintura y me levantó, pero no fue Mikel. Me giré para saber quien era y era uno de los millonetis. Me solté bruscamente de él y me volví a sentar.

     Mikel - ¿Estás bien?

     - Si, perfectamente.

     Mikel - Gracias por cogerla... - hablando con quien me cogió.

     ? - James.

     Mikel - Gracias James.

     James - No hay porque darlas, no iba a dejarla en el suelo - Me senté en la silla y Su me miró preocupada por si estaba bien, con lo que yo asentí. Los demás se sentaron al lado de Dustin.

Una triste realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora