Pov James:
Cuando salí por la puerta de casa que yo vivo, estaba dando la razón de una manera u otra a Bea. La razón la tenia yo, ella no me debía haber dicho eso, ella no. Si lo hubiera dicho Su o Nat no me molestaría tanto ¿pero Bea? Bea no. No sabia a donde ir por eso vagabundeaba por las calles de la ciudad, la cual nunca había visto del todo. Me acuerdo cuando me dijeron que la vida se ve diferente según como estés. Ahora a la ciudad la veía triste, en cada escaparate de las tiendas veía algo romperse y ese algo era mi corazón. Mi corazón se rompía más por cada centímetro que me separaba de esa casa, de la persona que amaba por primera vez y ese amor era diferente al que había sentido por las demás chicas con las que había estado, ella me ponía los pies en la tierra pero el corazón en el séptimo u octavo cielo, eso no lo se. Al final mis pies no podían dar un paso más así que me senté en uno de los bancos y vi como la gente pasaba abrazada, besándose... y yo solo. Al final miré como una moto muy conocida paraba en una de las casa que había allí. Esa moto era la de Dylan. Me levanté del banco y me fui hacia ellos. Cuando los vi besándose me paré en seco, no quise molestar. Al final Dylan se fue al igual que yo. Me puse rumbo a casa de nuevo, no tuve el valor de abrir la puerta de su dormitorio y decirle a Bea que lo sentía, algo me lo impedía. Esperé en la cobertizo que teníamos los chicos y yo para guardar los trastos.
- James, deja de hacer el tonto, tu la amas y ella te ama. Su ya te lo ha dicho al igual que Logan, entra y dale un beso de Película... No, no lo hagas ella se ha equivocado que te llame ella o que se de cuenta de su error - Ni mi mente se ponía de acuerdo, así que decidí esperar. Dieron las dos - Voy a entrar - Así lo hice entré sin hacer ruido y me fui a la sala donde empecé a sentir algo por Bea, a la sala del piano. Estuve dando vueltas, cuando oí unos pasos me escondí lo más rápido posible en el armario de las guitarras. Dejé un hueco para poder ver quien era. Era Bea que dejaba algo encima del piano. No entendía nada, no sabia que hacía Bea allí a esas horas, pero no quise preguntar, lo mejor era estar donde estaba. Cuando salió de la sala yo salí del armario, fui a ver que había dejado y era una camiseta que ponía "together forever" - Juntos para siempre, Bea, Bea ¿qué hago contigo? Amarte, solamente puedo hacer eso. Pero no entiendo porque eres tan difícil, nunca te he entendido. Y eso es lo que me gustaba de ti. Mañana te diré todo lo que siento por ti, mañana sera nuestro día importante - Dicho esto iba a ir a la cama pero oí como Su hablaba con alguien y ese alguien era Bea.