Capitulo 18: No me incumbe

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     Pov Beatriz:

     - Se han suspendido, lo que no se es el porqué.

     Kendall - Pues aquí estábamos con una canción ¿Queréis ayudarnos?

     - Yo no puedo, me tengo que ir a comprar las cosas.

     Nat - Oh mierda...

     Mikel - ¿Qué pasa?

     Nat - Dylan me acaba de enviar un mensaje, que en la fiesta vamos a tener que llevar máscaras.

     Sandy - ¡Me encanta!

     - ¿Vienes conmigo?

     Sandy - Venga vale ¡¡nos vemos!! - Nos despedimos y nos pusimos rumbo al centro comercial, por un día que nos perdiéramos las clases no pasaba nada. Llegamos a una tienda que estaba repleta de vestidos, pero lo dejé en manos de Sandy - ¿Cómo lo quieres?

     - Lo dejo a tu elección, sabes que llevo bastante tiempo sin ponerme uno.

     Sandy - Prepárate para entrar en un universo paralelo - Me senté en uno de los asientos mientras que Sandy se metía por los percheros. Desde el día anterior no sabía nada de Su, creo que se quedaba hasta tarde en la universidad, me tenía preocupada. Decidí enviarle un mensaje y antes de que me respondiera llegó Sandy. Bueno, más bien una montaña de vestidos trajo a Sandy jajaj. Me los dio todos y me metí en el probador. Me los probaba pero no salía del probador por miedo a su reacción. Simplemente me los veía yo. Cuando iba por el quinto escuché que llegó Su y tras otros dos vestidos ésta me llamó desde fuera.

     Su - Bea sal ya ¡Que te queremos ver!

     - ¡No! No me gustan los vestidos. Si por mi fuera iba en vaqueros.

     Sandy - Venga - Salí soltando un bufido y Sandy se quedó mirándome fijamente - Es este - Me miré en el espejo y era un vestido azul plateado de palabra de honor, con una falda que me llegaba un poco encima de las rodillas de tul. Me dio unos zapatos a juego y me hizo ponérmelos.

     - ¿Me lo puedo quitar ya?

     Su - Claro, ahora tenemos que ir a comprar las máscaras - Pagamos y entramos en una tienda de disfraces. Notaba a Su rara, pero no quería preguntarle por si le molestaba hablar del tema, era mejor que lo sacara ella. Nos compramos las máscaras similares al color de los vestidos y volvimos a casa. Por fin quedaban días escasos para la fiesta.

Una triste realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora