Pov Susana:
Después de comer aquellas pizzas caseras, algunos decidimos darnos un baño en aquella espectacular piscina que tenían, así que subí a la habitación que me dejaron y me puse el bañador y me reuní con el resto abajo.
- Bea ¿dónde está Mikel? - se le veía muy triste.
Bea - Simplemente desapareció, "alguien" le dijo algo por mensaje y se fue sin ni siquiera despedirse.
- No entiendo que le debe estar pasando.
Bea - Él mismo, yo ya me estoy cansando la verdad - Como estábamos las dos hablando al borde de la piscina no nos dimos cuenta que se propusieron tirarnos de golpe, nos empujaron por detrás y caímos al agua. Al salir a respirar allí estaban Logan y James partiéndose de la risa, aunque en realidad igual que todos los demás - ¿Sois idiotas o qué?
- Nos podíamos haber hecho daño al caer.
Logan - Bla bla, jajaj olvidé que erais dos niñas débiles.
Bea - ¿Débil yo? espera que salga y te demuestro lo débil que soy jajaj.
James - Huy que miedo das jajaj.
Kendall - Un consejo, pasad de ellos, nosotros a veces lo hacemos.
- Será lo mejor, sino siempre estaremos igual.
Logan - ¿Desde cuándo nos quitas la diversión Kendall? tenía ganas de saber hasta donde estaban dispuestas a llegar para vengarse.
Kendall - Desde que contra las que os metéis son amigas mías.
James - ¡Que aguafiestas!
Carlos - Realmente hay que tener a los niños ocupados con algo, sino se desmadran.
Logan/James - ¡¡¿¿Eh??!! No eres mucho más mayor que nosotros.
Carlos - No, pero yo se tratar bien a las chicas.
- Huy no tengo ganas de ver como se pelean, me voy a dormir - Todos fueron saliendo de la piscina y nos fuimos yendo a las habitaciones. Había dejado mi móvil allí y cuando llegué tenía varias llamadas de mi madre, me asusté porque era raro que me llamara tantas veces sin ser importante - Mamá ¿qué ha pasado?
Mamá - ¿Por qué tenía que pasar algo? ¿No puedo llamarte sin más?
- ¡Mamá! Dime ya lo que pasa.
Mamá - Me acaban de llamar mis jefes, me trasladan...
- ¿Cómo? ¿dónde? ¿cuándo? ¿por qué?
Mamá - Espera, poco a poco... me han dicho que soy una buena administrativa, que quieren enviarme a la sucursal de New York, en una semana... no se que decirles. Creo que si renuncio perderé mi trabajo.
- Ahora tengo amigos y me encanta mi universidad y las clases.
Mamá - Lo se Susana, pero necesito que estés conmigo, no podría separarme de ti.
- ¿Me puedo tomar un par de días para pensarlo?
Mamá - Claro, se que tomarás la mejor decisión. Ahora te dejo que ya es tarde. Te quiero mi vida.
- Y yo a ti mamá. Que descanses - colgué con un mal royo increíble. No quería separarme de mi madre, pero tampoco quería abandonar mis clases ni a mis nuevos amigos, aunque algunos siempre me dieran la lata. Sabía que ahora era imposible conciliar el sueño, me puse una bata y bajé a la cocina a calentarme un poco de leche. Desde la otra sala escuché una bonita melodía que tocaban con una guitarra - Hola ¿molesto?
Kendall - Hola Susana ¿no puedes dormir? ¿no es cómoda tu cama?
- Muchas cosas en la cabeza y llámame Su ¿vale?
Kendall - De acuerdo ¿te gusta la melodía?
- ¡Mucho!
Kendall - Estoy un poco atascado con la letra y hasta que no me salga no pararé.
- Pídele ayuda si quieres a Nat, creo que se le dan muy bien estas cosas.
Kendall - Así lo haré... Su, te noto muy preocupada ¿qué te pasa?
- Nada importante, creo que en una semana tendré que volver a mudarme, esta vez a New York.
Kendall - ¿Qué dices? ¿y eso no es importante?
- Estoy intentando hacerme a la idea, no quiero quedarme sola y mi madre tiene que irse.
Kendall - No estarías sola, estamos nosotros... podrías quedarte aquí.
- No creo que a alguien le hiciera ninguna gracia mi compañía, no quiero ser un estorbo.
Kendall - ¿Te refieres a Logan? Aquí vivimos tres personas más y tendría que asumirlo.
- No quiero malos rollos.
Kendall - No hay más que hablar, no nos abandonarás.
- Habla con tus amigos antes de tomar ninguna decisión, yo tengo aún que pensarlo.
Kendall - Está bien, hablaré con ellos. Ahora a dormir o mañana no podremos levantarnos para ir a clases.
- Gracias Kendall por escucharme, eres un buen amigo.
Kendall - No, soy el mejor jajaj - me abrazó y subimos a nuestras habitaciones. Ya era muy tarde y supuse que todos dormían ya que todo estaba en silencio. A la mañana siguiente aquello era un poco el caos, mucha gente apañándose para irnos, todos nos metimos en la cocina a preparar el desayuno y cada uno quería algo diferente.