Capitulo 30: Japón y lágrimas

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     Pov Beatriz:

     Madre mía, menos mal que Su me había hecho vomitar... aunque dado las pastillas que vomité creo que me quedaban unas dos o tres dentro, ojalá que no fuera demasiado. Cuando anunciaron los reyes de la fiesta no me lo creía. Mary y Álex. Menuda hija de puta... pero ya le habían dado su merecido.

     Mikel - ¿Te encuentras mejor?

     - Dado que tres cuartos del contenido de mi estomago ha salido fuera, si ¿Responde eso a tu pregunta?

     Mikel - Si.

     - Me siento... como muy agitada.

     Mikel - Yo voy a ver a Álex - Me quedé con Su y Kendall, cada vez estaba más nerviosa. No podía dejar de moverme.

     Kendall - ¿De verdad que te encuentras bien?

     - ¡¡¡Ahora mismo quisiera estar corriendo hasta Japón!!!

     Su - A ver -poniéndome los dedos en la muñeca - Tienes el pulso a mil ¿Cuántas pastillas te dieron?

     - ¡¡¡Te he dicho que no lo se!!!

     Kendall - La noche que te espera, anda vamos a llevarte a casa - El camino a casa digamos que fue... extraño. Mientras que Su y Kendall andaban y charlaban yo no dejaba de pegar vueltas, saltos, carreras... Ni me quería imaginar como acabaría. Era imposible quedarme quieta. Llegamos a casa y como pudieron me quitaron las llaves del bolso y entramos - Anda vamos a meterte en la ducha y te cambiamos.

     - ¡¡Vale!! - Tal y como me dijeron me metieron y con ayuda de Kendall y Su me pusieron mi pijama de nubes azules. Poco a poco me sentí muy mal, el efecto de lo que me habían metido se estaba pasando y me sentía muy abatida - ¿Dónde está Mikel?

     Kendall - La última vez que lo vi estaba hablando con Mindy - mirando a Su.

     - ¿Hablando? Venga ya Kendall, eso no te lo crees ni tu... joder - Me puse a llorar y cuando se iban a ir... - Por favor, quedaros aquí conmigo, no quiero ni puedo estar sola - Se cambiaron de ropa y se tumbaron cada uno a mi lado. No pude reprimir mis lagrimas y me quedé dormida con los consuelos de Kendall y Su. No saldría de casa en un mes, como mínimo.

Una triste realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora