Prólogo

21.2K 1.1K 690
                                    

1 de Marzo, 2016.

— ¡Valerie!— la voz de mi madre hace que dé un respingo en el sillón— ¿puedes poner la ensalada en la mesa, por favor? ¡tu hermano ya va a llegar de la escuela!

Mis pies se deslizan hasta la cocina; mi madre saltea unas cuantas verduras en una enorme sartén mientras mi padre pincha un par de patatas para asegurarse de que estén bien cocinadas. Yo cojo el enorme bowl de ensalada de tomate y lo dejo en medio de la mesa de la cocina mientras balanceo mi rostro para mover mis trenzas recién hechas.

— ¿Qué tal tu primer día de escuela?— pregunta mi padre animado. Yo esbozo una enorme sonrisa.

— Estuvo genial— murmuro— hice una nueva amiga.

— ¿Ah sí?— levanta una ceja en mi dirección— ¿cómo se llama?

Yo poso mi mirada en sus enormes ojos de color marrón mientras hago un esfuerzo extraordinario por acordarme del nombre de la muchacha.

— Creo que era...Abigail.

Antes de que yo pueda añadir algo más, la puerta de entrada suena con golpes desesperados. Desde donde estoy puedo notar cómo mi madre rueda los ojos frustrada y deja de hacer todo lo que está haciendo para dirigirse a la puerta.

Mi padre y yo nos lanzamos una mirada cargada de complicidad y me agrada saber que ambos sabemos lo que el otro está pensando; es Noel y probablemente se vaya a ganar un enorme regaño.

— ¡Primer día de escuela, Noel!— gruñe mi madre antes de abrir la puerta— ¡primer día de clases y ya olvidaste tus..!

Mi madre se queda en silencio de un segundo a otro. Mi padre y yo nos observamos extrañados, sin comprender el porqué. Ambos hacemos nuestro camino hasta la puerta de entrada solamente para observar cómo mi madre saluda a una muchacha de cabellos castaños y enormes ojos cafés. 

Ella nos lanza una rápida mirada a mi padre y a mí y luego vuelve a fijar su vista en mi madre. 

— Mamá— la voz ronca de mi hermano se hace presente— esta es Maia. Una nueva amiga de la escuela. 

— Maia— mi madre sacude el rostro mientras limpia sus manos en el delantal de cocina para ofrecerla a la muchacha— soy Miriam. Él es mi esposo, Paolo. Y ella es mi hija menor— me señala con el dedo índice— Valerie.

Maia parece rechazar a todos solamente para clavarme la mirada encima.

— Valerie— murmura por lo bajo. 

Toda mi atención se queda plasmada en Maia. 

Me agrada su postura. Me gusta su desastroso cabello desordenado hasta un poco más arriba de los hombros y la manera en la que lo ha desordenado por completo en cuanto se ha quitado la gorra de encima cuando puso en pie en casa. Me agrada su playera tres tallas más grande y sus holgados jeans hasta los tobillos. 

Sé lo que mis padres están pensando. Sé por qué de repente todo se ha quedado en completo silencio; ninguno de nosotros sabía que mi hermano tenía la habilidad de sociabilizar. 

Pero ahora, con quince años y un cuerpo levemente musculoso, por fin parece haber hecho una amiga. 

— Como sea— murmura Noel— ¿puede quedarse a dormir?

Mis padres se observan entre ellos, sorprendidos. 

— Cariño, no creo que a los padres de Maia les agrade la idea— le explica mi madre suavizando por completo el tono de su voz.

Maia mira a Noel con una mirada cargada de complicidad, y cinco segundos más tarde, Noel observa a mis padres. 

— Maia no tiene padres— lo cuenta como si fuera algo completamente sin importancia.

Mi padre se lleva una mano al pecho. Mi madre ahoga un breve chillido. 

— Prometo no robar nada— es lo primero que suelta la muchacha. 

Mi padre se lleva la otra mano al pecho. Mi madre ahoga otro breve chillido.

— Cariño, estoy segura de que debes vivir con alguien— mi madre intenta dejar reposar una mano en el hombro de la muchacha de manera maternal, pero ella se aparta de inmediato, provocando que mi madre se aleje.

— Con su familia de acogida— explica Noel— pero se acaba de escapar.

Mano al pecho.

Chillido. 

— Una de las chicas cortó mi cabello con una tijera de podar pasto— cuenta Maia.

Mano al pecho.

Chillido.

Maia me clava la mirada encima y esboza una media sonrisa que, por algún motivo que no entiendo, le devuelvo. 

Valerie es mi canción favorita— murmura.



pd. Valerie es una canción de Amy Winehouse

La chica nubladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora