22. La Maia favorita.

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Tell your sister to wait'

Cause there's no-one in the life I knew that got through to me


— ¿Qué escuchas?— una mano me quita el audífono derecho mientras estoy sentada en el pasto a la hora del almuerzo esperando por mis amigos. Yo giro el rostro para encontrarme con los ojos de Maia y mi corazón automáticamente da un brinco— estás escuchando la banda que te mostré esta mañana— murmura con cierta expresión de orgullo.

Mis mejillas toman un color rojizo al mismo tiempo que ambas nos quitamos los audífonos para poder conversar mejor. A lo lejos puedo sentir como la música sigue zumbando por los pequeños aparatos, pero simplemente lo dejo estar.

Maia suelta una enorme bocanada de aire y me clava la mirada encima con una expresión un tanto dudosa.

— ¿Cómo estás?— se atreve a preguntar después de un rato. Yo me encojo de hombros.

— Igual que siempre, supongo...

— Val— ella me interrumpe— sobre lo que Noel y yo hablamos en el auto...

— ¿Pensabas decirme?— pregunto, intentando no sonar demasiado a la defensiva. Maia hace una mueca haciéndose la desentendida— ¿pensabas mencionar en algún momento que te irías a una universidad que está a diez horas de aquí?

— Once horas y media— me corrige. Yo ruedo los ojos y cojo mi sándwich fingiendo que la conversación ha terminado, pero sé perfectamente que no lo ha hecho.

Maia tiene el impulso de dejar reposar su mano encima de la mía, y de hecho, por unos segundos lo hace. Sin embargo, la quita de una manera abrupta y observa hacia todos lados con el miedo de que alguien se haya dado cuenta.

— Lo siento— murmura justo después de dejar sus manos encima de su regazo— creo que... simplemente no pensé que fuera importante mencionarlo.

Yo abro los ojos con sorpresa; ¿en serio pensó que no sería importante mencionar que lo que recién está comenzando probablemente tendría un final demasiado rápido?

— Estoy hablando mierdas— dice de manera casi inmediata. Yo frunzo el ceño algo confundida mientras observo a Maia tomar una enorme bocanada de aire— no te lo conté porque no quería que tuviera demasiada importancia—admite. Yo trago saliva sintiéndome repentinamente nerviosa— fue estúpido, Val. Y lo lamento.

Antes de que yo pueda decir algo, Jude deja caer su cuerpo abruptamente entremedio de nosotras interrumpiendo nuestra conversación. Yo inmediatamente me hago hacia atrás y levanto las manos en el aire de manera torpe mientras que Maia instintivamente deja sus manos en la cabeza de Jude para evitar que el muchacho choque de golpe contra el suelo.

— Gracias, Maia— murmura él acomodando su cuerpo— eres mi Maia favorita.

— ¿Cuantas Maias conoces?— pregunta divertida. Jude saca un paquete de galletas de su mochila y se lleva una a la boca.

— Dos— admite— tú y una chica del jardín de niños. Maia Gomez, lo recuerdo como si hubiera sido ayer— Jude entrecierra los ojos como si estuviera atrayendo un recuerdo a su mente— se quedó toda la brillantina azul cuando tuvimos que hacer nuestros disfraces del día del padre— él suelta un enorme suspiro— la odio.

— Entonces me alegro caerte mejor que ella— murmura Maia.

Jude asiente con el rostro y alza su dedo índice en el aire como si un recuerdo hubiera interrumpido su historia.

— Ahora que lo pienso— él se queda un poco dudoso— creo que su nombre en realidad era "Maya" y no "Maia".

— ¡Valerie!— todos giramos el rostro en dirección al muchacho que se acerca a nosotros. Pierre deja caer su cuerpo a nuestro lado.

La chica nubladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora