28. La playlist de Maia no es lo que parece (no, en serio)

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Me miro al espejo con cierto aire de sorpresa. Por una parte, no pensé que podría verme así de bien maquillada, y por otra parte, no pensé que Jude sabría maquillar tan bien. Yo me giro para observarla; el brillo dorado en mis ojos resalta de una manera increíble, pero hay una pregunta que ronda por mi cabeza. 

— ¿No será muy exagerado para una simple barbacoa?— pregunto insegura. Jude se encoge de hombros y señala mi atuendo.

— Es por eso que te dejé los jeans y la chaqueta negra en vez del vestido de gala— suelta como si fuera obvio. 

Yo me encojo de hombros; supongo que en realidad ni siquiera es tanto maquillaje y sólo estoy preocupada porque nunca en la vida me pongo tantos productos de belleza en la cara, pero sí, definitivamente me siento más bella ahora y espero que Maia piense lo mismo.

— Te sacaré una foto— anuncia Jude, e instintivamente me tapo el rostro avergonzada— ¿qué haces?— pregunta levemente ofendido— la necesito para mi revista. 

— ¿Tu revista?— pregunto con curiosidad acercándome a observar su teléfono. Jude comienza a mostrarme un montón de fotos de otras personas maquilladas— Jude, esto es increíble— murmuro, cada vez más impactada con la perfección en cada una de las fotografías— ¿todos estos maquillajes los hiciste tú?

— Es mi talento oculto— murmura— en realidad no tan oculto porque lo tengo en un apartado de Instagram, así que gracias "amiga" por revisar mis redes sociales— frunce el ceño mientras hace las respectivas comillas con los dedos.

— Lo lamento— digo, devolviéndole su teléfono— probablemente ahora lo revisaré más seguido.

— Deberías hacerlo tomando en cuenta que tu fotografía va a estar allí si es que solamente te dignaras a posar.

Yo ruedo los ojos y finalmente medio sonrío para que Jude pueda sacar la fotografía; según él, salgo increíble. Según yo, salgo como si recién me hubiera levantado. 

Mi amigo postea la fotografía en sus redes sociales al mismo tiempo que el timbre de la puerta suena; ambos ahogamos un chillido y acto seguido soltamos enormes carcajadas para posteriormente taparnos la boca con la mano en un intento por ser un poco más disimulados. 

— ¡Maia está aquí!— grita mi madre desde el piso de abajo. 

Jude y yo nos observamos mientras inhalamos y exhalamos una y otra vez; lo que más me gusta de Jude es que es como si él realmente sintiera lo que yo estoy sintiendo. Cada vez que le cuento algo y exagera lo que dice en el fondo es como si quisiera intentar hacerme saber que está realmente comprometido con las cosas que me suceden y que en el fondo de su corazón desea que todo salga tal cual yo lo imagino en mi cabeza.

La suerte es que con Maia las cosas siempre salen cien veces mejor de lo que imaginé. 

Jude y yo bajamos la escalera rápidamente y nos encontramos a Maia en la entrada, medio sonriente, luciendo una enorme playera de Leona Lewis. Cuando Jude la observa se abre paso entre medio de todo para comenzar a cantar Bleeding Love tan fuerte que yo creo que hasta los vecinos de la otra cuadra escucharon. 

Mi madre, Maia, y yo soltamos una enorme carcajada a la que posteriormente mi amigo también se une.

— Lo siento— murmura— para la próxima me avisan y yo traigo mi playera con el rostro del actor de Peter Pan.

— ¿Tienes una de esas?— pregunto sorprendida. Él suelta una risa.

— No— admite— pero puedo conseguir una. 

La chica nubladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora