La chica nublada

42. Val quería una razón y Maia se la dio.

El viernes Maia no se aparece por casa en la mañana, y tampoco responde mis mensajes. Ni los de Noel— según él. 

Así que ese viernes, cuando el reloj marca las ocho en punto y Noel me apresura para que nos subamos al vehículo, todo se siente demasiado solitario. Soy yo quien toma el asiento de copiloto y quien pone la música, pero quizás Noel piensa que disfrutar de las canciones con tu hermana menor es demasiado tedioso, o quizás ni siquiera disfruta Aretha Franklin tanto como yo; cual sea la respuesta, él no parece estar gozando el viaje. 

Dejo salir un resoplido por lo bajo y me limito a observar mi teléfono celular; Abby me tiene bloqueada de todas sus redes sociales pero todavía puedo ver las publicaciones de Aria y la manera en la que se llaman a ellas mismas "almas gemelas".

— Patético— susurro por lo bajo, intentando dejar de lado el hecho de que, obviamente, sigo increíblemente dolida por mi pelea con Abigail. 

Todo cambia a color rosado cuando observo las publicaciones de Jude; un video de él bailando al ritmo de Leona Lewis mientras se prepara para la escuela es todo lo que necesito para que mi día mejore. Sin embargo, Noel no parece pensar lo mismo que yo cuando el semáforo toca rojo y mi teléfono celular es arrebatado de mis manos de manera abrupta.

— Dame eso— gruñe por lo bajo para sacar su teléfono también. Más temprano que tarde, Noel descubre que él también ha sido bloqueado de las redes sociales de alguien que él considera importante— ¿por qué haría eso?— pregunta molesto. 

Yo ruedo los ojos.

— Quizás porque te comportas como un niño de cinco años que no sabe lo que quiere— farfullo, quitándole mi teléfono de vuelta. Noel pone a andar el auto una vez más, esta vez con el ceño fruncido y los dedos clavados al volante— ahora que lo pienso, quizás es lo mejor que tú y Jude no estén juntos— murmuro pensativa, provocando que la frustración en el rostro de Noel aumente. 

— ¿De qué hablas?— pregunta enfadado. Yo me encojo de hombros. 

— Sólo digo que quizás no son el indicado para el otro. 

— Ya cállate, Valerie— murmura— no sabes de lo que estás hablando. 

— Está bien— suelto simplemente. 

Ni siquiera puedo terminar de entender a Noel; por una parte siente que no está listo para estar con Jude y por otra, no soporta ver que Jude se aleje. 

— Eres como Lisa Simpson— le digo pensativa, probablemente elaborando la mejor comparación de mi vida. 

— ¿Eh?— Noel levanta una ceja en mi dirección haciéndose el desentendido, pero yo sé que me entiende a la perfección.

— Jude es como Milhouse y tú eres Lisa Simpson— le explico— no quieres que Jude esté contigo pero tampoco quieres que esté con otra persona, ¿qué tan miserable tiene que ser Jude para que estés feliz?

Noel suelta un enorme suspiro por lo bajo y me lanza una mirada cargada de odio. Siento que está al borde del colapso así que ni siquiera sé porqué sigo molestándolo con metáforas sacadas de Los Simpson. 

— ¿Puedes parar?— pregunta simplemente, intentando mantener la calma.

— Sólo decía...

— Si sigues sólo diciendo terminarás caminando a la escuela, Valerie— me interrumpe en seco. Yo abro los ojos con sorpresa y decido clavar la mirada en la ventana para evitar caminar esas dos cuadras que me quedan.

Noel estaciona el auto y suelta un enorme suspiro; está a punto de decirme algo pero decide quedarse en silencio, y yo tampoco insisto para que me lo diga. Supongo que es mejor dejarlo pensar durante un rato; estoy segura de que en el fondo le ha hecho algo de razón lo que le he dicho. 

— Iré a buscar a Maia— suelta finalmente cuando nos bajamos del vehículo. A lo lejos, Jude me entrega una mirada de confusión como si pudiera saber que hay algo mal en Noel tan sólo con mirarlo. 

Mi amigo levanta su mano derecha para saludar al muchacho cuando pasa por al lado, pero cuando lo hace, Noel pasa de largo y ni siquiera le saluda de vuelta. Yo dejo salir un resoplido mientras la intriga no puede ser mayor en la cara de Jude. 

— ¿Cuál es el problema con tu hermano?— pregunta algo rendido. Yo suelto una pequeña risa por lo bajo; la verdad, no lo sé.

— Buena pregunta— murmuro. 

Jude y yo nos detenemos antes de ingresar a la escuela cuando nos vemos imposibilitados de ingresar debido a una enorme masa de gente que se amontona en una de las paredes exteriores. 

— ¿Qué sucede?— pregunto confundida. Mi amigo se eleva de puntillas para intentar observar, pero parece imposible. 

— Lo averiguaremos— murmura divertido, cogiendo mi mano para comenzar a empujar a todos los cuerpos que nos impiden movernos entre la multitud— ¡perdonen! ¡disculpen! ¡linda camiseta!— poco a poco nos vamos abriendo paso por el gentío hasta que logramos llegar al frente. 

Nosotros nos detenemos en seco; mis ojos se abren con sorpresa al observar aquella escena. Mi corazón comienza a latir con tanta fuerza que soy incapaz de controlarlo; y no es por el hecho de que la directora parezca estar hecha una furia, caminando de un lado hacia otro mientras habla por el teléfono de manera desesperada, ni tampoco es el hecho de que Jude esté cogiendo mi mano con tanta fuerza que siento que sus dedos se han enterrado en mi piel. 

Es más bien aquella imagen. 

El dibujo está impreso en la pared de la escuela como si fuera una pegatina gigante, pero yo sé que no es una pegatina. Y también sé que hay una sola persona que es capaz de hacer algo tan perfecto y hermoso en tan poco tiempo.  El hecho de que Maia se haya ido temprano de casa anoche comienza a cobrar sentido. El dibujo es una chica, y quizás solo bastaría observar su cabello hecho de nubes para darme cuenta de que es para mí, pero Maia ha dejado una nota e instintivamente viajo hasta la conversación de anoche. 

Las letras se posan de manera prolija alrededor del dibujo; 

"Razón número uno por la que me gustas; todas mis nubes llevan tu nombre".

Hola! Dejé la foto aquí abajo para no hacer spoiler jejeje

Also, no sé quien es la o el artista así que si alguna lo averigua plis me lo deja saber <3 

Also, es sólo una imagen de referencia <3