La chica nublada

57. Siempre es un buen día para agradecer por tener a Jude.

Que exista una solución para Gilly significa que quizás podría mejorarse de su enfermedad, y para que eso ocurra, hay dos cosas que deben suceder primero: 

1. Que el tratamiento experimental sea lo suficientemente efectivo.

2. Un milagro. 

El doctor ya recalcó un millón de veces que el tratamiento sólo se ha realizado en otras tres personas y que, a pesar de haber dado muy buenos resultados, no es seguro que funcione en todas las personas, sobre todo cuando son considerablemente mayores y sus enfermedades parecen ir avanzando cada día más. 

Es incluso probable que el tratamiento ni siquiera mejore el estado de salud de Gilly sino que solamente "alargue un poco sus días felices" (palabras de Maia, quien aseguró, fueron palabras del doctor). 

Sé que no debería alarmarme aún, sobre todo cuando la familia de Gilly parece estar tranquila, pero algo en mi interior teme por el resultado del tratamiento, y sin querer sonar como una pésima persona,  temo aún más por la estabilidad emocional de Maia. 

Después de ver sus ojos hinchados, las lágrimas en sus mejillas y ser testigo de su corazón completamente destrozado, no estoy segura si Maia soportaría esa clase de decepción; la que te pone al interior de una perfecta historia de fantasía solamente para sacarte y meterte de lleno en una de terror. 

¿Qué tal si Gilly realmente... deja el mundo?

Maia siempre tiene esa sonrisa de que todo está resuelto, pero en estos instantes no creo que nada esté resuelto en lo absoluto. Nunca había visto a la muchacha de esa manera; tan desconsolada, tan fuera de sí misma, tan vulnerable, tan.... humana, supongo. 

Siempre tuve la imagen perfecta de Maia en mi cabeza y siempre la vi como una persona sin ningún problema en lo absoluto a pesar de que el mundo constantemente le demostraba lo jodida que podía ser la vida. Ahora miro al pasado y me parece incluso un poco ridículo el hecho de que Maia no pueda tener ningún problema, pena, duda, o lo que sea que haga que su mente a veces divague un poco demás. 

¿Cómo no se me ocurrió antes que podría querer ver a su madre? ¿cómo no pude pensar en lo destrozada que quedaría cuando llegara el momento de llevar a Gilly al hospital? 

Supongo que la imagen que me armé de ella era tan ideal y perfecta que me dio un poco de miedo desmoronarla para darme cuenta de la verdad; Maia es una persona como cualquier otra, y eso está bien, porque yo también lo soy. Soy una persona que la ama con todos sus fantasmas del pasado, los del presente, y los que sean que vayan a venir.

Si bien mi madre deja que Noel y yo acompañemos a Maia en el hospital durante todo el fin de semana y gran parte del lunes, cuando el martes llega es momento de ir a clases, lo que se convierte en algo terrible porque Maia pasa de estar medianamente ausente a completamente ausente, de completamente ausente a medianamente ausente y de medianamente ausente a completamente ausente una vez más. 

Durante las siguientes dos semanas ella sólo se aparece por la escuela durante las clases importantes y el resto del tiempo se la pasa con Gilly en el hospital, y a pesar de que Noel y yo hemos ido a ratos para acompañarla o darle algo de apoyo, la mayoría del tiempo ella se encuentra en la habitación acompañando a la mujer, y supongo que está bien. Estoy feliz de que Maia al fin se sienta a gusto en su familia, pero a veces siento que ni siquiera quiere darse un espacio para conversar conmigo sobre lo que siente, sobre lo que la asusta o sobre lo que espera del tratamiento.

No hablar con Maia me asesina de una manera lenta y dolorosa y no puedo hacer nada más que aceptar el dolor y soportar el hecho de que probablemente terminaré el mes habiendo compartido más con Esme que con Maia (a Esme no le gusta entrar en la sala de hospital porque dice que le da demasiada pena).