VENUSPensaba que quizás Dania no fuera tan parlanchina con los amigos de Nicolas, pero qué equivocada estaba.
¡Hasta se llevaba mejor con ellos que yo!
Si algo tenía esa loca, era carisma y ciertamente, era mas accesible que yo.
Nicolas sonreía a mi lado en la Jep que manejaba Isak. Parecía mirar la carretera como si se la hubiera aprendido de memoria.
La hermana de Nicolas, María, seguía pareciéndome medio...¿antipática? No congeniábamos tan bien. Ella permanecía adelante con el brazo enredado en el de Isak, tal cual novia enamoradiza.
Dania y Enmanuel no paraban de hablar estupideces al lado de nosotros dos. Detrás, permanecía Carol y Alexander, aunque la única que hablaba realmente era la pelirroja con su usual sombrero. Me atrevía a decir que era la más amigable de todo el grupo.
-Quisiera tener ese cuerpo que tienen. Yo dentro de esa ropa parecería un chiste -comentó Carol, con el cuerpo casi adelante para que la pudiéramos ver.
Me reí.
-¿Estás de broma? -expresó Dania, mirándola con la ceja levantada.
Antes de que se le ocurriera decir algo extraño, dije:
-Cada una tiene su encanto. ¿Sabes lo extraña que me viera yo en un vestido como el tuyo? Tienes una carita de ángel y un cuerpecito que a muchos les gustaría...
-Dennise, no me descarriles a la niña. Mala influencia -se interpuso Nicolas, mientras seguía mirando hacia adelante, relajado.
-¿Cuántos años tienes? -preguntó Dania a la chica.
-Veintitres -respondió por lo bajo, como si se sintiera inferior.
-¿Y de qué niña está hablando este? -la relación de Dania y Nicolas era con un bullying de por medio muy intenso, pero al parecer, estaban bien con ello.
-Bueno, básicamente ya te desvirgaron, y desfollación no hay -articuló Alexander detrás.
-Man, cállate -habló Enmanuel como si le diera vergüenza que hablara así.
-¡Alexander! -le reclamó la pequeña pelirroja, girándose hacia él con molestia -eres un maldito idiota.
-Uy, uy, uy. Esa boquita sucia -la molestó aún más con un tono socarron y empezaron una pelea interminable.
En medio de todas las palabras que intercambiaban la mayoría de los que estaban allí metidos, Nicolas se bajó un poco para lograr inclinar su cabeza en mi hombro, mientras permanecía de brazos cruzados.
-¿Tienes sueño?
Lo sentí negar.
-Los viajes en autos me dan dolor de cabeza -contestó.
Oh, eso es nuevo.
-Ya casi llegamos, ¿no? -le dije en voz baja.
-Sí, solo faltan diez minutos -respondió de igual manera y luego, respiró hondo con el ceño fruncido.
Parecía que enserio le afectaban los viajes, por pequeños que fuesen.
-He escuchado que tu amigo Thiago volvió al juego -soltó María desde el asiento de adelante, mirándome por el retrovisor.
Sopesé la respuesta y luego, asentí.
-¡Quiero conocerlo! -expresó Carol con emoción -¡y a Esteban!
La chica del sombrero parecía gustarle conocer gente nueva.
María rodó los ojos con fastidio.
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Entre caos y reglas
RomanceSEGUNDO LIBRO DE LA DUOLOGÍA "NUESTRO PEQUEÑO ACCIDENTE" Una chica con vagas esperanzas de salir de la cárcel, se vuelve a encontrar con un viejo amor. Aquel hombre entrajeado volverá a su vida de la misma manera en la que siempre lo había hecho: de...