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- "¿hablas de esta voz?" - siguió para molestarlo por lo que ahora el niño estaba gritando.

- ¿ahora qué le estás haciendo? - Tini miró a Awamo de brazos cruzados.

- solo estoy hablando como mujer y por eso está llorando, ni pienses que le pegué, no soy Korn - dejó a Cognac en paz.

- ¿qué es lo que tanto te aterra de esa voz? - Tini miró a su hermanito.

- la mujer que habla así hizo que me pegaran y nos dejaran sin comer...

- ¿qué probabilidad hay de que la mujer que vi cuando iba a la tienda sea ella? - Awamo se puso a pensar - sabía mi nombre, ¿el tuyo también? - miró a Cognac.

- no me acuerdo... - se escondió en Tini.

- a lo que voy es que esa mujer nos conoce y al menos yo no tengo idea de cómo, tan siquiera la había visto antes en la vida.

- creo que deberíamos sacar cálculos... - Mojito se acercó - ¿de dónde crees que esa mujer nos conoce?

- lo más probable es que sea de la escuela, hay tanta gente ahí que a lo mejor sí la hemos visto pero no identificado - dedujo Awamo.

- la escuela tiene un estimado de 500 alumnos, no somos demasiados - dijo Tini - tomando en cuenta de que la mayoría tienen hermanos ahí y padres, supongamos que son aproximadamente unas 2000 personas que rondan la escuela en actividades festivas, clausuras, proyectos, intramuros, etc... 

- de esas 2000 personas, por defecto, deben haber mitad hombres y mitad mujeres - dijo Awamo.

- no siempre - la trabajadora social se acercó a ellos, por lo que Cognac quiso volver a esconderse pero no lo dejaron - he escuchado estimaciones de que la mayor parte de la población son mujeres, así que, yo que ustedes, consideraría un 65/35 entre el porcentaje de sexo femenino.

- eso significa que, tomando en cuenta claro el error relativo y absoluto de las cuentas, hay un aproximado de 1300 personas con bubis ahí - Campahri hizo el cálculo y se fue, solo iba pasando.

- entonces... - Cognac miró a Tini - ¿eso significa que tuvimos un chance entre 1300 de que sea la misma mujer?

- así es - ella le dio la razón.

- si tan solo supiéramos su nombre... - Mojito negó con la cabeza.

- ¡Linda! - un grito de Vados los interrumpió, casualmente, así llamaba a su cucaracha mascota de cariño - ¡ven que te puede comer un gecko!

- el panorama no se ve muy alentador - Awamo suspiró y se fue a ver qué había de bueno en la refri.

- contigo aún no he hablado - la mujer miró a Tini - voy a necesitar que respondas algunas preguntas sencillas sobre lo que está pasando.

- claro claro - fue con ella sin problemas y empezaron a hablar.

- disculpa... - el otro tipo que había acompañado a la trabajadora social se acercó a Awamo - ¿qué estás preparando?

- solo es un sándwich con jalea de fresa - se extrañó por la pregunta.

El tipo lo inspeccionó y hasta sacó un equipo para tomar muestras de la jalea y determinar si era o no tóxica, ya que incluso habían acusaciones de que Daishinkan les daba veneno en las comidas a sus hijos.

- ¿alguno de tus hermanos ha tenido diarrea últimamente?

- ¿qué? - casi empezó a reír - no que yo sepa - se alzó de hombros - ¿por qué la pregunta? y ¿por qué actúa de manera tan extraña inspeccionando absolutamente todo?

12 contra 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora